Flick, sancionado con un partido, no estará en el banquillo del Bernabéu
Competición desatiende las alegaciones del Barça, pero no entra de oficio para castigar los cortes de manga del técnico alemán
No hubo sorpresas y Hansi Flick no podrá sentarse este domingo en el banquillo del Santiago Bernabéu. El Comité de Competición ha confirmado este miércoles la sanción de un partido para el técnico del Barcelona por sus protestas durante el último partido liguero ante el Girona que le acarrearon las amarillas y consiguiente expulsión mostradas por Jesús Gil Manzano.
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Como era previsible, no han tenido éxito las alegaciones presentadas por el club azulgrana al considerar que «los hechos no se corresponden con la redacción del acta» puesto que «se trataría de una sola acción» de protesta, y no dos. De ser como fundamenta el Barça, Flick solo debería haber recibido una tarjeta y, por lo tanto, podría evitar la sanción.
«La apreciación de un error material manifiesto en el acta arbitral exige la aportación de elementos de prueba que de forma inequívoca, más allá de toda duda razonable, acredite bien la inexistencia del hecho reflejado en el acta o bien su patente arbitrariedad«, recoge la resolución del comité disciplinario de primera instancia, que añade que »el club alegante no aporta elemento probatorio alguno que pueda desvirtuar que su entrenador no cometiera los hechos que se reflejan en el acta arbitral«.
Por consiguiente, determina que «procede desestimar la solicitud de dejar sin efecto la doble amonestación objeto de la presente impugnación y, en consecuencia, se acuerda el mantenimiento de las consecuencias disciplinarias derivadas de la expulsión». El Barça no se da por vencido y recurrirá ante el Comité de Apelación.
La buena noticia para el Barcelona es que Competición no ha entrado de oficio para castigar los cortes de mangas de Flick tras el gol de Araujo ante el Girona, lo que le habría supuesto un castigo mucho mayor. Y tampoco que el preparador alemán siguiese viendo el partido en la entrada a los vestuarios, sin irse del campo tras ver la roja. Al no quedar recogidas en el acta arbitral estas dos infracciones añadidas, la única vía para poder investigarlo era que el Competición entrase de oficio, lo que en clave azulgrana no sucede desde el incidente del dedo en el ojo de José Mourinho a Tito Vilanova en 2011.
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