El palentino Aitor lucha por el balón ante un rival avilesino.

El Cristo Atlético empata en Avilés pero pasa de ronda

Adri abrió el marcador para los morados, que hicieron valer la renta de un gol obtenida en La Balastera

Alberto Huerga (opta)

Lunes, 29 de mayo 2017, 00:06

Una salida en falso de Esteve y el acierto de Adrián dan el pase a la siguiente ronda al Cristo Atlético, que está en la segunda eliminatoria de los play off de ascenso a la Segunda División B y que con toda seguridad le tocará uno de los nueve campeones de grupo que no han podido ascender en la primera eliminatoria.

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El equipo palentino supo jugar ayer con la presión que tenía el Avilés por la necesidad de remontar y aprovechó sus ocasiones, pero también basó su triunfo en la agilidad de Guillermo bajo los palos, en la experiencia de frenar las acometidas locales y de jugar con un reloj que iba con ellos frente a un rival timorato en el inicio, acongojado tras el gol y que en el arreón final, con más corazón que cabeza, intentó lo que no había logrado en los 170 minutos anteriores del enfrentamiento a doble partido. Los avilesinos acabaron nerviosos y con la ansiedad de hacer un gol que les sirviera para al menos tratar de forzar la prórroga y esperar mejor suerte en el tiempo extra.

Parreño y Blas decidieron que había que cambiar algo en el equipo respecto al partido vivido en La Balastera el domingo pasado. Y el elegido fue el portero Guillermo, que dejó su puesto a Esteve Peña, un portero que de jugar el año pasado la Youth League con Valencia ha pasado a ni jugar en Tercera. Y fue el protagonista del partido. El Cristo Atlético, con un 2-1 a su favor tras remontar en la ida, se adelantaba en el minuto 11. El balón caía en la esquina del área de la izquierda del ataque palentino, Yago -lateral derecho improvisado por las lesiones- no acertaba a despejar, Esteve se quedaba a tres metros de la acción y Adrián marcaba de perfecta vaselina.

Jarro de agua fría y poco menos que sentencia. Al Avilés le habían anulado un gol en el minuto 4 por fuera de juego de Matías justo antes de golpear a puerta, pero el Cristo apenas sufría. Un equipo que quiere remontar una eliminatoria tiene que salir a morder desde el principio y los de Lolo Infante ayer no sintieron esa presión por parte de un rival que en las últimas semanas parece anestesiado. Los problemas extradeportivos le han pasado factura y aunque intentaban acercarse a la portería rival a base de entradas por las bandas, no eran capaces de inquietar a Guillermo, en cambio Esteve tenía que intervenir a disparo de Camilo desde la frontal y a posterior remate libre de marca y desde el punto de penalti de William en la que el valenciano mandaba a saque de esquina. Corría el minuto 18 y el Cristo tenía el partido donde quería.

El dominio era alterno, el balón pasaba más tiempo en el centro del campo que en otras partes del terreno de juego, y al final aparecía Guillermo, el portero palentino, para sacar una buena ocasión del pichichi asturiano Jorge Rodríguez, que en la previa avisaba del peligro del conjunto palentino. Fue la ocasión más clara del Avilés y en la prolongación de la misma Esteve estuvo a punto de ser expulsado por salir con todo y llevarse por delante a Blanco, en el mismo vértice del área en el que en el inicio del partido le había costado el gol. Dos minutos más tarde se retiraría lesionado. No tuvo su mejor día el guardameta local.

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El partido languidecía, el Cristo Atlético manejaba a la perfección el tempo del mismo. El Avilés lo intentaba, pero con más corazón que cabeza. Cambios para dejar el lateral a Matías y buscar más profundidad por la derecha, pero ahí estaba Guillermo otra vez. El visitante hizo un salto felino para sacar una mano tras jugada de Luismi que al llegar a la línea de fondo metía atrás y Álex García tocaba con el interior del tacón para el lucimiento del meta.

Empezaron las pérdidas de tiempo del Cristo, el saber jugar con el reloj, las prisas en el Avilés, el miedo a perder toda la temporada, las ganas de seguir con el premio y la ansiedad no es buena consejera en momentos en los que la presión hace que la cabeza se colapse. Álex Arias marcaba desde la izquierda del ataque del Avilés por la escuadra contraria tras un balón llegado después de dos o tres rechaces. Dudas. Un soplo de aire para los locales, que les daba todavía la esperanza de poder lograr algo más, pero el Cristo no se dejó.

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Ocho minutos alargó el colegiado. Bien. No fue excesivo, puesto que el visitante Guillermo estuvo esperando más de 4 minutos por un rollo de esparadrapo tras un golpe en la mano. Y ahí llegaría la polémica. Luismi volvía a entrar por banda y era derribado. ¿Penalti? Podría haberlo pitado el colegiado y no hubiera pasado nada. Pero el Cristo Atlético era justo merecedor de pasar la eliminatoria. También podría haber estado el Avilés con diez desde el minuto 31. Son decisiones en milésimas de segundo que unas veces dan y otras quitan, pero el global fue palentino.

Ahora el Cristo tendrá que esperar al sorteo de esta tarde, pero las posibilidades de que le toquen un campeón de grupo son de un 100%. Solo seis cuartos clasificados han pasado ronda. Uno de ellos, el Cristo. Una vez que se conozca el rival, a entrenar y seguir alargando el sueño.

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