Más de cuatro días subido a una bicicleta por un reto solidario
El paraciclista Guillermo Prieto recorre en 110 horas 1.610 kilómetros, la distancia que separa Valladolid de Barcelona y vuelta desde la Ciudad Condal
Otro reto, el segundo de los cinco que se ha propuesto para este 2023. Guillermo Prieto Hortelano, paraciclista vasco afincado desde hace muchos años ... en Valladolid, siempre está dispuesto a tomar parte en cualquier prueba o competición de ultrafondo sobre su bicicleta. Desde 2009, año en el sufrió una accidente laboral por el que perdió el pie izquierdo, ha ido acumulando kilómetros y reconocimientos a los lomos de su montura con pedales, dos ruedas y manillar.
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La última aventura ciclista de Guillermo Prieto, que todavía no ha alcanzado la cincuentena, ha sido recorrer los 1.610 kilómetro de ir en su bici desde la capital vallisoletana hasta Barcelona y volver a Valladolid. Un recorrido con nada menos que con 11.000 metros de desnivel positivo. Todo por un motivo solidario, ayudar a recaudar fondos, tanto de particulares como de empresas, para Down Valladolid. Esta iniciativa se denomina 'Mi casa: una vida en comunidad'. Es el segundo reto de los cinco que se ha propuesto para echar una mano a esta asociación. Para muestra un botón. Durante los cuatro días en los que estuvo pedaleando durmió poco más de ocho horas en total. Lo dicho, un auténtico 'superman' para aguantar la dureza y el sufrimiento que supone tantas horas subido a una bicicleta.
A las seis de la mañana del 18 de junio, Prieto abandonaba Valladolid por el Valle de Esgueva para salir a Aranda de Duero. De ahí al Burgo de Osma, Monteaguado de las Vicarías y tomar el camino del Cid. Pasó por las localidades aragonesas de Belchite, Caspe o Mequinenza, para entrar ya en Cataluña. El martes 20, sobre las 10:30, llega a la Ciudad Condal y vuelta a Valladolid. El regreso lo hace por Lérida, Fraga, Zaragoza, Cariñena, Calatatud, Almazán, El Burgo de Osma, Aranda de Duero y Valladolid. El jueves 22 de junio, sobre las ocho de la tarde, llega a casa. Muy cansado, pero feliz por haber conseguido un reto complicado por lo exigente.
Catorce kilómetros de barro
«Mi idea era haber hecho todo el recorrido en unas 90 horas, pero la dureza y las complicaciones con las que me he encontrado lo han impedido», explica Guillermo Prieto. «Lo más duro ha sido lo mucho que me ha llovido por el camino, sobre todo en la zona de Calatayud. Especialmente complicado fue el tramo previo a Ariza, ya que había desaparecido la antigua N-II. Eso me obliga a recorrer un camino lleno de barro para llegar a Ariza. Muy duro, por el estado del camino. Una vez que llegué a esa localidad ya pude retomar la carretera. De ahí a Valladolid ya lo conozco y fue mejor».
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Le restan cuatro retos para cerrar el año. El próximo tendrá lugar el 15 de julio en tierras francesas, donde este paraciclista participará en el Tour del Montblanc. Será la cuarta vez que lo corra.
El cuarto reto tiene como escenario también Francia. Tomará parte en el Mundial de Larga Distancia. Nada menos que 24 horas dando vueltas al mítico trazado de Le Mans. Se celebra entre el 26 y 27 de agosto y Prieto confía en obtener una buena clasificación.
Para acabar este repóquer de retos, este corredor amante de las largas distancias sobre su montura volverá a competir en la Madrid-Murcia Non Stop, otra prueba en la que este ciclista adaptado ha ganado en dos ocasiones y en la que espera sumar un tercer triunfo después de los dos anteriores.
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