César Pérez salva los muebles al Recoletas
Primer triunfo liguero de 2023 de un Atlético Valladolid que casi paga con un punto sus últimos malos minutos ante Torrelavega
Al Recoletas Atlético Valladolid no se le ha olvidado ganar. Ya venció en Copa al tercer clasificado, REBI Cuenca, y lo volvió a hacer en Liga frente al cuarto clasificado, Bathco BM Torrelavega. Fue un partidazo, en el que ambos técnicos exprimieron todo su arsenal táctico, pero en el que el equipo local fue mejor hasta los últimos cinco minutos. Allí, ante la ansiedad después de un buen número de derrotas ligueras consecutivas, la presión se dejó notar y el equipo fue un autentico flan que perdió la diferencia que tenía en el marcador. Menos mal que César Pérez, soberbio durante el encuentro, impidió con un paradón final que un un punto volase hacia Cantabria. Hizo justicia en un día en que, entre un buen tono general, brilló la conexión macedonia, en especial Dimitrievski, autor de 11 goles, seis desde los siete metros.
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Recoletas
César Pérez (14 paradas), Freitas (1), Blanco, Pedro Martínez, Rosell (1), Miguel Camino (2), Toledo (2) -equipo inicial-, Méndez (4), Álvaro Martínez (5), D'Antino (3p), Dimitrioski (4), Dimitrievski (11, 6p), Herrero y Lamariano (1 parada).
33
-
32
Torrelavega
Calle (6 paradas), Moreno (1), Casanova (4), Popovic (2), Colunga (7), Czaplinski (2), Cangiani (1) -equipo titular-, Isidoro Martínez (4), Ramos (3), Oswaldo (1), Lombilla (2), Prieto (3), Villoria (1p) y Mijuskovic.
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Marcador cada cinco minutos 3-2, 5-5, 8-7, 11-8, 14-8, 15-11 (descanso); 18-14, 21-17, 24-20, 28-25, 32-28 y 33-32.
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Árbitros Alberto Murillo y Ernesto Ruiz. Excluyeron dos minutos a los locales Pedro Martínez, Blanco, Rosell (2), Miguel Camino (2) y Toledo, y a los visitantes Popovic (2), Moreno, Oswaldo y Colunga. También castigaron con dos minutos a ambos banquillos.
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Incidencias Partido correspondiente a la vigésima primera jornada de la Liga Plenitude Asobal. Huerta del Rey acogió a 2.026 espectadores. En el descanso, el Atlético Valladolid presentó en el descanso a sus equipos de cantera y sénior.
La buena noticia era la presencia de Nicolo D'Antino en la convocatoria junto a Dimitar Dimitrioski, que se había perdido el encuentro frente a Cuenca en la Copa del Rey, aunque el extremo italiano se retiraba en el primer tiempo con molestias en la rodilla. Como dijo Pisonero en sala de prensa fue el único lunar del encuentro. El Recoletas necesitaba los puntos y estrenar el casillero en esta segunda vuelta frente a un un rival más que cualificado y bien arropado por su afición. Eso exigió un esfuerzo titánico.
El Recoleta comenzó bien para irse por 3-1 en el electrónico. Pero el Torrelavega aprovechó la inferioridad numérica por la exclusión de Pedro Martínez para adelantarse por primera vez (4-5), aunque el cuadro dirigido por Pisonero aguantó el tipo. César Pérez ayudaba con sus intervenciones bajo palos. 7-5 y otra vez uno menos por dos minutos de sanción a Miguel Camino. Incluso la renta creció a los tres tantos. Pero los cántabros no tuvieron mayores problemas para volver a igualar. El Recoleta dio otro tirón (11-8). Era un continuo toma y daca. Alejandro Mozas pidió tiempo muerto, no quería que la ventaja local fuese a más.
César Pérez estaba 'on fire'. Detuvo un siete metros y el rechace posterior de Alonso Moreno. Cuatro arriba. El Atlético Valladolid se gustaba. Llegaron las primeras exclusiones visitantes. Incluso el cuadro de Torrelavega tuvo que defender algunos instantes con solo cuatro jugadores de campo. Un parcial de 3-0 puso a los locales seis arriba (14-8).
Torrelavega cambió a un 5:1 que le dio réditos para acortar hasta el 15-11 con el que se llegó al descanso. La defensa del Recoletas había controlado bien el ataque tan dinámico de una primera línea con superávit de movilidad.
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Siete contra seis en ataque
El conjunto visitante siguió apostando por el 5:1 con Colunga como avanzado. Pero Recoletas volvió a marcharse en el marcador hasta los seis goles de diferencia. Torrelavega volvió a hacer la goma. Y redujo la renta peligrosamente. La defensa local perdió efectividad y el ataque estaba espeso.
Pisonero optó por atacar con siete jugadores de campo. Había que encontrar soluciones y la cosa funcionó, ya que el Atlético Valladolid cogió aire. La defensa avanzada cántabra tenía ahora más problemas con los dos pivotes vallisoletanos. Con 24-19 (min. 44), Mozas pidió tiempo muerto. El Recoletas parecía haber solventado la minicrisis del arranque de la segunda mitad.
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Torrelavega apostó también por el 7 contra 6. Con esa tónica los goles fueron cayendo de un lado y otro. Los ataques podían con las defensas. Dimitrievski erró su primer siete metros, pero Lamariano lo arregló al parar otro a Villoria a continuación. El cuadro local mantenía la ventaja entre los tres y cuatro goles, incluso de cinco a poco más de seis minutos para la conclusión (32-27).
Toco sufrir al entrar en los últimos minutos. Rosell fue excluido y Torrelavega recortó hasta colocar a un solo gol (32-31) después de un parcial de 0-4.
La tensión se palpaba. Un mal cambio y la bronca posterior dejó a los locales con dos menos y a los visitantes con seis efectivos sobre la pista. Borja Méndez acabó con la sequía local, pero Colunga respondió poniendo a los cántabros de nuevo a un gol. Error tras error que en caso del Recoletas arregló César. Su última parada a lanzamiento Jorge Prieto fue antológica. Los dos puntos se quedaban en casa. El Recoletas se acordaba de lo que es ganar. Lo negativo, no saber cerrar un partido que tenía controlado en los minutos finales. Las huestes de David Pisonero se quitan un gran peso de la mochila en la que que ha convertido esta segunda vuelta.
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