Ortega: «Espero que este espíritu social de unión tan grande se mantenga cuando pase la pandemia para ayudar a la economía»

Hace poco más de un mes, el 8 de marzo, levantaba laCopa de la Reina en Salamanca para el Perfumerías Avenida, el mejor club de la historia del baloncesto femenino español. Es su noveno título particular de once posibles desde que llegó a tierras salmantinas. Ahora desde su casa junto a la Playa de Mera en Oleiros, este técnico catalán afincado en La Coruña da su visión sobre cómo está viviendo la pandemia del coronavirus.

–¿Dónde y cómo está llevando el confinamiento?

–Bien, estamos en La Coruña con mi mujer y mis hijos, y dentro de lo que es estar en casa metidos, intentando tener cierto rigor: por la mañana los chicos estudiando con las clases que hay ahora virtuales y, como todos, haciendo un sacrificio grande.

–Su casa es amplia y con zonas al aire libre, así que seguro que ayudará a llevarlo mejor.

–Sí, pero todo cansa. Tengo un huerto pequeño pero no tener libertad es duro.

–¿Qué cultiva?

–Tengo mucho pimiento del padrón, tomate, cebollas, lechugas...

–¿Y se le da bien?

–Siempre me ha gustado. De hecho yo vengo de familia del campo, de agricultores. Mis abuelos y mi padrino eran gente del campo en Tarragona... también mis antepasados de Valencia fueron del campo y todo se pega.

–¿Le sirve para evadirse?

–Sí, me viene muy bien. La tarde la echo siempre aquí. Arrancas cuatro hierbas, te sientas, pones algo, cavas un poco... pero rápido se me vienen a la cabeza recuerdos de los partidos de este año, de momentos, de la Copa, de derrotas... también del pasado. Mientras cavas un rato la cabeza viaja.

–Una persona tan activa como Ortega, ¿le da mucho a la cabeza en estos momentos?

–Sí, demasiado. Por eso el huerto me viene bien aunque no haga nada... cavo y la cabeza se relaja un poco. Quieras que no, tienes hijos, la situación está como está, profesionalmente es un tema difícil para todo el mundo quizá menos en el sector de alimentación ahora... Y si pones la tele y empiezan a hablar los especialistas con la que se nos avecina te da miedo. No ya por mí, por los hijos y todo el mundo.

–¿Entra el deporte en su día a día?

–Sí, por la tarde hacemos un rato de entrenamiento con mi mujer y los niños. Corremos, hacemos gimnasia, reímos dentro de lo que se pueda.

–En Galicia está teniendo menos incidencia la pandemia que en Castilla y León o en Salamanca en particular.

–Puede ser porque estamos más aislados, con menos gente de fuera... no lo sé. Quizá en unas semanas crece. Pero en Castilla y León ya sé que tiene incidencia alta.

–Muchos madrileños tienen sus segundas residencias en Galicia. ¿Lo ha notado en Semana Santa?

–Se ha respetado bastante aquí. . Por ejemplo yo hablo de mi calle y hay tres familias de Madrid, que vienen en puentes y vacaciones. Y no ha venido ninguno. Yotro vecino es de La Coruña y tampoco ha estado estos días y apenas hay 15km. Creo que ha respetado bastante el confinamiento.

–Si le dicen todo esto que está pasando el 8 de marzo cuando levantaba la Copa de la Reina, ¿se lo hubiera creído?

–Eso les decía yo a los míos cenando ayer. Hizo ya un mes el 8 de abril. Cómo cambian las cosas. Avenida nos invitó a cenar todos juntos, estamos todos contentos y disfrutando... Por eso hay que aprovechar bien los momentos.

–¿Ha pensado en la fragilidad de la vida estos días, de cómo un virus tiene al mundo casi contra las cuerdas?

–Así es. Claro y lo hablo con los hijos. Algo que no vemos ni percibimos, lo que está haciendo con todos. Un virus... y nos crea un caos que nos pone en evidencia lo vulnerables que somos.

–¿Qué está echando de menos?

–El día a día, la tranquilidad... que los niños vayan al colegio, las rutinas que a veces nos aburren...

–¿Y del baloncesto?

–Sobre todo ir a entrenar, muchísimo. A veces me dan ganas de llorar, te emocionas porque echas de menos el levantarte, tomar un café antes del entrenamiento con el staff técnico preparando la sesión, las risas...

–¿Cómo ve las opciones de poder reanudar esta temporada el baloncesto en la Liga Femenina?

–Difícil... No quiero ser yo el que diga que esto está acabado porque no me corresponde, pero cualquier otra cosa me sorprendería mucho.

–Muchos clubes ya han acabado los contratos con sus jugadoras, la WNBA se ha retrasado...

–Creo que va a ser un replanteamiento a nivel mundial de muchas cosas. En el momento en el que los Juegos Olímpicos se han ido a 2021 nos lleva a una situación de incertidumbre. Hasta que no empiecen a reactivarse a moverse, las industrias grandes me refiero, a partir de ahí podremos empezar a pensar qué pasa con el deporte. Pero hasta que eso no pase... ¿Cómo va a empezar una Liga en Vigo, por ejemplo, con la Citroen parada? Primero a normalizar la industria y el comercio y luego ya hablaremos del resto.

–¿Le preocupa cómo van a quedar las empresas que apoyan al deporte?

–Espero que lo mejor posible, pero es una situación difícil para todos. Cuanto antes vuelvan las empresas a una actividad normal mejor para todos. Espero que el espíritu social de unión que ha habido ahora tan grande, que se mantenga y cuando pase la pandemia, el resto se lleve al plano económico y que todos empujen fuerte a las empresas.

–Si hubiera ya una finalización de temporada, ¿cuál sería su propuesta?

–Es complicado. Algunos países ya lo han hecho y al día del cierre han dado como campeón al que iba primero. Si nos hacen campeones no sería injusto, íbamos primeros en la Liga y con un crecimiento importante como se vio en la Copa; no se podría decir que no somos merecedores pero otra cosa es que te llene de satisfacción... Nos apetecía mucho jugar la final para lograr otra Liga.

–FIBA ya ha avanzado la posibilidad de jugar lo que queda de Eurocup con una Final a Ocho. ¿Qué le parece?

–Bien, alguna solución tiene que haber. Es una solución más que no me desagrada. Poner fechas a acontecimientos ahora depende de cómo se reactiven las industrias.