«Queremos demostrar que la danza tradicional castellana tiene la misma fuerza que el flamenco»
La compañía Arvine Danza presentó 'Arraigo' el sábado en el Calderón
Tras su estreno absoluto a finales de agosto en la XXVIII edición de la Feria de Teatro de Castilla y León, la compañía Arvine Danza acerca este sábado al teatro Calderón su propuesta 'Arraigo', un espectáculo homenaje a los diferentes estilos de baile tradicionales de distintas regiones de España, pero también un canto con cariño a ese pasado cultural que, de alguna manera, sigue formando parte de nosotros, así hayan transcurrido varias generaciones. Y a la que, en cierto modo, seguimos perteneciendo en nuestro presente.
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«'Arraigo' es tener ese sentido de pertenencia a un lugar, y ARVINEDanza, como la primera y hasta el momento única compañía de danza española en Castilla y León, se siente muy orgullosa de haberse quedado en nuestra tierra para defender la danza española desde aquí», asevera Elysa López, coreógrafa, bailarina y codirectora del espectáculo junto a Nereida Garrote y Lara Simón.
El espectáculo pasa revista a diferentes estilos de danza tradicional de Castilla, Aragón, Andalucía y Galicia. Así, se recorre la cultura peninsular a través del movimiento rítmico del cuerpo y el arte de combinar sonidos en el tiempo, basándose en las reconocibles señas de identidad del folklore, la escuela bolera, la danza estilizada y el flamenco.
«Este espectáculo en realidad lo teníamos en mente desde que se formó la compañía, pero fueron surgiendo otros proyectos por el camino y lo dejamos en el tintero», rememora López, cuya compañía ha podido encararlo gracias a las veinte manos implicadas ahora en el número, así como el apoyo del propio Calderón en calidad de coproductor. «Para nosotras, que el teatro principal de nuestra ciudad apoye la creación en danza ha sido muy importante a la hora de realizar el proyecto».
Contrariamente a lo que determinan, como norma no escrita, las reglas de un espectáculo de danza, 'Arraigo' juega a la subversión y no finaliza su recorrido buceando en la riqueza y variedad del folklore en toda la nación con el flamenco, como suele ser habitual, sino rematando 'en casa': «Queríamos darle un giro a esto, para demostrar que la danza tradicional castellana tiene la misma fuerza que el flamenco», desafía la bailarina.«Es una apuesta arriesgada pero nos apetecía hacer este homenaje a nuestra tierra, ya que creamos y bailamos aquí y queríamos poner en valor lo nuestro».
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Así, el mapa arranca con unos palos flamencos que aúnan farruca, bulería y músicas populares, para teletransportarse al aurresku y fandango vasco. A continuación, se interpretarán a dúo jotas manchegas y aragonesas, así como un alalá con muñeira, para finalizar con charro y paloteo castellano.
Puente generacional
El espectáculo busca aunar tradición y modernidad, y es consciente del desafío ya al trasladar la idiosincrasia de una danza tradicional a un espacio como el Calderón: «Es un reto, ya que en su origen, las danzas tradicionales se bailan en la calle, en las fiestas, romerías, etc.», enumera López. «No son danzas creadas propiamente para escena, sino para el disfrute del pueblo, y trasladar esto a un escenario requiere dar un contexto a la propia danza y justificar por qué se baila en ese momento.
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Para ello, han querido que el espectáculo funcione, en sus palabras, como un 'puente generacional': «Hemos buscado un espacio sonoro que sea mucho más atractivo a las nuevas generaciones, hemos rediseñado los trajes tradicionales para que sean más cómodos y atractivos de ver, pero a la vez hemos mantenido pasos tradicionales y hemos querido buscar los contextos en los que se bailan en la vida real para que las personas más mayores también se sientan identificadas y puedan reconocer lo que estamos bailando», desgrana la coreógrafa.
Las tres bailarinas, que se miden en escena con sus contrapartes masculinas en los nombres de Daniel Escolar, Alejandro Mármol y Jorge Morera, se apoyan para esto en la dramaturgia de Carlos Sañudo y la iluminación a cargo de Miguel Salinero, «que hace que el espectáculo brille y tenga el ambiente necesario y apoye a la dramaturgia de las escenas».
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El vestuario y atrezzo también cobran, para ellas, una significativa relevancia: «El vestuario cuenta muchas cosas y apoya a las coreografías con el significado de sus colores, que apuesta por una base en negro y juega con los elementos que diferencian a una región de otra», explica López. El atrezzo, por su parte, «es muchas cosas a la vez: es tierra, es mar, es montaña…forma parte del recorrido que proponemos y se transforma en escena con la iluminación». Las responsables de uno y otro elemento son, también, mujeres: «Para nosotras es importante contar con la colaboración de mujeres creadoras que sumen a nuestros proyectos, aunque siempre priorízamos la calidad artística y las necesidades de cada montaje».
'Arraigo' es, además de todo este homenaje a nuestra historia y a nuestras danzas, una reivindicación sobre la programación en danza de los teatros: «Insistimos a estos espacios que apoyen a la danza y a su creación, y que programen más danza porque tenemos mucho público», concluye la coreógrafa.
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