Farruquito: «El flamenco es el mejor psicólogo del mundo»

En más de 35 años de carrera, Farruquito ha hecho de todo. Salió por primera vez a bailar a un escenario siendo todavía niño, en una gira por Estados Unidos que lideraba su abuelo Farruco, y enseguida fue reclamado por los teatros. Como hitos de su trayectoria, recuerda la vez que bailó 'Carmen' en el Louvre, y aquella otra en la que interpretó 'El amor brujo' en Los Ángeles con Gustavo Dudamel a la batuta. Pero ha habido muchos más. Hoy presenta su espectáculo 'Intimo' en el Teatro Carrión (21 horas) dispuesto a demostrar que no ha perdido el paso y que es todavía una de las figuras de referencia del baile flamenco.

«Salgo a escena con la misma ilusión que el primer día, pero con mucha más responsabilidad», asegura Farruquito, quien admite que su estilo de baile «es difícil de definir porque es el resultado de una continua búsqueda y aprendizaje. Es algo vivo. Cada vez que actúo me grabo para analizarlo luego y ver los fallos».

Con todo, el bailaor tiene claro que, aunque la técnica es muy importante, aún más lo es contar una historia y trabajar el mundo de las emociones. Y reivindica la importancia de conectar con el público. «El arte, como mínimo, debe ser divertido. No puedo contar una historia que sólo entiendo yo», asegura.

Su espectáculo 'Intimo' está concebido, en cierto modo, como un homenaje al flamenco y a sus raíces desde una mirada renovada. «Los palos, los cantes y las melodías se basan en las raíces del flamenco, pero sentidos de forma moderna», explica. Hay una mirada distinta sobre el género, pero que no se despega de lo que es, de sus raíces e identidad. «A veces confundimos evolucionar con terminar bailando otra cosa. Yo soy flamenco; no creo que para evolucionar deba convertirme en un bailarín contemporáneo. Como tampoco creo que un bailarín clásico deba, para evolucionar, bailar por bulerías», explica Farruquito.

«El flamenco ha sido una expresión del pueblo gitano andaluz», explica el bailaor. «Ahora ya es de todos, y está muy bien que sea así, pero no debe perder su esencia».

'Intimo' es un espectáculo que deja mucho margen para la improvisación. «Es una conversación entre la música y yo, de la que hago partícipe al público. Cuando llega ese momento en el que te olvidas del espectáculo y te dejas llevar, sabes que has logrado conectar con los espectadores de forma profunda».

Aunque su último espectáculo es 'Desde mi ventana' -concebido exprofeso para la Bienal de Sevilla, para un público muy cercano y que le conoce bien- ha querido venir a Valladolid con 'Intimo' porque «tiene un mensaje más universal». «Es un espectáculo muy vital, de una vitalidad contagiosa, podríamos decir, pero que sólo contagia cosas buenas, no malas», aclara con humor. «Es el arte en la vida. El arte no consiste sólo en representar cosas bellas sino en reflejar con belleza todas las cosas», añade.

Y su arte es el flamenco. Un estilo del que sigue enamorado y del que habla con pasión. «El flamenco es algo maravilloso que hace que nos encontremos con nosotros mismos. En este mundo de individualismo y aislamiento el flamenco hace que te acuerdes de quién es tu abuela». Pero también es un estilo y una forma de vivir. «Es una libertad, una emoción, un compañero de camino que te ayuda a evadirte de la cruda realidad. El flamenco es el mejor psicólogo del mundo y España es la tierra del flamenco».

La actuación en Valladolid, tras actuar en Zamora y Salamanca -dentro de unos días volará a París- coincide con la grabación de un documental sobre su vida, que la repasará desde sus inicios infantiles y con material inédito de archivo. «A uno de mis hijos le encanta el flamenco y está pensando dedicarse a ello y he concebido el documental como algo pensado para él», explica.

Es probable que la obra recoja sus reflexiones sobre la potencia del flamenco como principal recurso cultural turístico español, basadas en su propia experiencia personal. «Antes estaban también los toros, pero ahora ya no tienen ese peso», asegura. «Aparte de bailar en los escenarios, doy clases de baile. Y tengo que decir que el 95% de mis alumnos son de fuera de España. Vienen a estudiar flamenco y, como les guste, lo dejan todo y se quedan a vivir aquí. Esto es algo maravilloso que te atrapa. A veces los árboles no nos dejan ver el bosque y se nos escapa la importancia y trascendencia de lo que tenemos».

Es probable que el documental aborde también el episodio más trágico de su vida, aquel fatal accidente mortal que protagonizó hace casi dos décadas, y que cortó en seco su carrera y le llevó a prisión. «El atropello es un capítulo de mi vida personal y en el documental voy a hablar con el corazón. Es la tragedia más grande del mundo, pero me ha hecho aprender y luchar para ser cada vez mejor persona».

Tras años retirado de los escenarios hace ya tiempo que pudo recuperar su carrera y reconoce que hoy se siente afortunado. «No me falta trabajo y doy gracias por ello, pero me apena que compañeros con más trayectoria que yo estén parados. No me parece justo».

Temas

• Danza
• cultura
• Teatro Carrión
• España
• Paris
• Los Angeles