Adiós a la tristeza
El Festival de Jazz de San Sebastián recupera sus escenarios habituales desde la esperanza e invita a mirar al futuro y despedir la tristeza, lema de cartel de la presente edición, la número 56
ángel luis inurria
Viernes, 25 de junio 2021, 07:14
El cartel anunciador del 56 Festival de Jazz de San Sebastián, decano de los festivales de jazz, el popular Jazzaldia donostiarra, manifiesta para la presente edición su doble propósito de homenajear a todas las mujeres del universo jazzístico y despedir el doloroso año protagonizado por el COVID 19.Pandemia que no impidió la celebración del certamen el pasado año, que obligado a reprogramarse, dada la situación que impedía desplazarse a las estrellas internacionales contratadas, consiguió remodelarse para ofrecer un festival tan reducido como vital y modélico. Lo fácil hubiera sido suspenderlo, como ocurrió con tantos eventos culturales, decisiones plenamente justificadas y blindadas de toda crítica.
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Ahora, con la mejora sustancial de la situación sanitaria, sin olvidar la prudencia que aconseja excluir los multitudinarios conciertos playeros, el Festival recupera sus escenarios habituales .desde la esperanza e invita a mirar al futuro y despedir la tristeza, lema de cartel de la presente edición.
El cartel, diseñado por la cineasta de animación Isabel Herguera ( La Gallina Ciega, Bajo la Almohada, Amore d´inverno) de tonos azules y ocres que recuerdan a la paleta de Gaugin, muestra a dos mujeres sobre el fondo cenital del puente del Kursaal, uno de los escenarios emblemáticos del certamen. Su título, «Bye Bye Blues», hace referencia al popular estándar de los Felices Años Veinte, popularizado décadas después por Les Paul y Mary Ford, e incluido en el repertorio de Julie London (existe un curiosa versión del mismo de Louis Armstrong junto a Bing Crosby), cuya letra narra como la visión de una sonrisa abre las puertas a la felicidad e invita a abandonar la tristeza. El cartel, en palabras de su autora, expresa la voluntad de despedir el doloroso año que hemos pasado y al tiempo es una promesa de un futuro sin mascarillas. También es un homenaje a las mujeres, pasadas y presentes, que en el fondo y en la forma, han contribuido a la historia del Jazz, cuya presencia se anuncia mayoritaria en el presente Jazzadia, en cuyas pasadas programaciones siempre se han dado cita las más importantes instrumentistas y voces del Jazz, como este año que inicia sus conciertos con la más importantes de todas, Cécile McLorin Salvant.
A pesar de su juventud, Cécile McLorin Salvant, está marcando una época, como lo hizo Ella Fitzgerald, y aquellas otras, que en cierto grado la inspiraron., como Bessie Smith, Billie Holiday, Sarah Vaughan y Betty Carter. A una voz de privilegiado registro, que mezcla la pastosidad de sus orígenes haitianos y franceses, tamizados por su conocimiento de la música clásica y barroca, une un estilo propio que reinventa en su recitado el mensaje de las letras, perfecto equilibrio de fino humor e intención, en una espectacular representación vocal, que deja sus huellas en los senderos del blues el folk el musical y la escenificación de la chanson.
Su actuación inaugurará la programación festivalera en el tradicional Plaza de la Trinidad, aunque días antes ofrecerá un recital en Chillida Leku, el Museo dedicado al escultor que captaba el espacio, como lo hace también Cécille McLorin Salvant, merced al tono de su voz que utiliza para crear personales atmósferas.
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Ella, sin duda alguna, es la figura de jazz más adecuada para ejemplificar las intenciones y el doble mensaje del cartel anunciador del próximo y cercano Jazzaldia, que siempre es testigo de su tiempo..
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