El conflicto del cine en las salas va en aumento. Las series super abundan, nacionales y extranjeras, de todos los temas y de todos los colores. Nadie se resiste a interpretarlas. Algunos directores y actores comparten las dos formas. Hacen falta películas comerciales y hacerlas dignas no es tan sencillo, en un periodo en el que el cine por otra parte busca la estética del siglo XXI, aunque muchos de estos filmes los vea muy poca gente. Es una tesitura compleja que anuncia un futuro dificultoso.
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Para el crítico la cuestión peliaguda si tiene que atender a las dos vías, por ello es de agradecer 'Viaje al Paraíso' digna comercialidad y belleza externa en las que las parejas ocupan el espacio. La formada por George Clooney y Julia Roberts tiene una especial empatía. Al principio no se pueden ver, llevan divorciados muchos años y acuden a la boda de su hija en Bali con el propósito de estropearla. Ella, Georgina, tiene otro pretendiente, un piloto comercial. Con este argumento simple y la evolución de los personajes, el folklore, y el buen tono siempre de las situaciones y los intérpretes se logra un producto comercial casi perfecto.
Toda la gente, indígenas y americanos, son en el fondo buenas. Los ritos curiosos y el paisaje espectacular, bellísimo, un verdadero paraíso. Se defiende al matrimonio como tal y todo puede recomponerse incluso saltando al agua para seguir en el paraíso. Una fábula catapultada por la sonrisa de Clooney y Roberts, en la que las cosas negativas desaparecen. Algunos toques humorísticos y las parejas parece que van a ser eternas después de las crisis. Hollywood apuesta con bazas seguras, los actores de siempre y su poder de identificación con el espectador.
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