De cómo el animal más bello del mundo hizo que Sinatra odiara España
Francisco Reyero rememora el Madrid de los años cincuenta que encandiló a Ava Gardner en el Aula de Cultura de El Norte de Castilla
Ha creado afición y la cuarta comparecencia de Francisco Reyero en el Aula de Cultura de El Norte fue respondida con un nutrido aforo a pesar del frío. El Círculo de Recreo acogió la sesión, patrocinada por la Fundación laCaixa y la Fundación Vocento, en torno al último libro del periodista sevillano, 'Sinatra. Nunca volveré a este maldito país' (Fundación José Manuel Lara).
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La España de los cincuenta, de la autarquía, de los acuerdos con Estados Unidos, de las primeras bases militares y de las facilidades para las superproducciones cinematográficas es el marco en el que se mueven los protagonistas de la historia recreada por Reyero. Un Frank Sinatra «en un momento decadente de su carrera» y una rutilante Ava Gardner, que escapa de «la jaula dorada de Hollywood», son personajes más de leyenda que de historia. Ya advierte el autor, «hasta Jaime Ostos me dijo que había estado con Ava, materialmente es imposible toda la gente que dice haberla conocido».
La Gardner da esquinazo a las «condiciones leoninas de la Metro-Goldwyn-Mayer» en el Madrid de toreros y tablaos en el que se mueve. Las juergas de varios días, las conversaciones de sordos con Lola Flores (ninguna conocía el idioma de la otra), el viaje en taxi con el Fary, el desplante a Fernando Fernán Gómez, la queja del vecino Perón por las juergas de la americana, forman parte del anecdotario popular que engarza Reyero. Aunque el asunto medular, el que desencadena los viajes de Sinatra es el affaire de Ava Gardner, su esposa entonces, con Luis Miguel Dominguín. El primer torero de la actriz fue Mario Cabré, el definitivo, el luego marido de Lucía Bosé.
«Sinatra viene por primera vez en 1952 a recuperarla. Ella le empuja a un tablao a cantar el 'Stormy Weather' con una guitarra flamenca. Luego volverá varias veces hasta 1956. Y en 1964 viaja para rodar 'El coronel Von Ryan'. Pone condiciones de superestrella, exige un helicóptero en su hotel de Torremolinos para ir al rodaje y luego no lo usará. En el diario 'Pueblo' le hicieron una foto encerrona con una mujer de origen cubano. Él se porta muy mal, pone en peligro la película, insulta a Franco y acaba siendo expulsado. De camino a París es cuando dice esa frase de 'nunca volveré a ese maldito país'», explicó Reyero.
Aquí perdió al amor de su vida que permaneció en Madrid hasta 1968. Gardner dejó huella en Chicote e impuso su rostro al de tantas estrellas que pasaron por la España de los cincuenta y sesenta: Grace Kelly, Sofia Loren, Cary Grant, Charlton Heston, Gary Cooper... Aún hoy hay quien escribiendo sobre su ex marido no puede dejar de hablar de ella. Sinatra no cumplió su promesa y volvió a España.
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