Seis creadoras vallisoletanas 'ocupan' la galería Espacio Abierto en demanda de visibilidad

Si hay un nexo entre Elisa Rodríguez, Eva Sanz, Vanesa Calzada, Virginia Villar, deMayo Cisneros y Yolanda Martínez es que todas ellas crean en la ciudad y echan de menos el aliento de museos y salas de exposiciones que amplíen el recorrido de sus apuestas creativas. Porque aunque suelen participar con su obra en la cita anual de Noches de los Museos así como en convocatorias artísticas de CreArt, Galerías Va y en diversos eventos, observan año tras año su escasa resonancia en otros rincones de la ciudad. «Antes existía la sala del Calderón, que amplificaba la obra de artistas locales, pero se cerró y lo que hay es muy insuficiente», deplora Concha Gay, una de las impulsoras de Espacio Abierto.

En esta galería una cinta amarilla divide el espacio en función de los puntos cardinales y a la vez sirve de guía y límite por los cuadernos de trabajo colocados por Yolanda Martínez. En el centro, una pequeña maqueta de la sala, obra de la misma autora, abre 'Ocupar el espacio'. Al lado, Virginia Villar ha colgado óleos y grabados combinando técnicas y formatos entre abstracción.

Por ilustraciones donde cobra relevancia la presencia de figuras femeninas en escenas que invitan a la relajación, acompañadas por separado de las distintas capas de imágenes y colores que contextualizan cada composición, ha apostado Eva Sanz. Junto a ella, Vanesa Calzada, al frente de su galería La Fontanería Crea en el barrio de Vadillos, propone dos fotografías en blanco y negro sobre trazos de rodadas de un carrito de bebé –también presente en la muestra– que remiten a la idea de crianza infantil y soledad.

Desde Linz (Austria), donde participó en un programa de CreArt, Elisa Rodríguez ha enviado unos posavasos adornados con dibujos de insectos. En la localidad austríaca trabaja como camarera esta artista que realizó un mural para la Convención del Clima en Río de Janeiro, una dualidad que Vanesa Calzada ejemplifica como la fragilidad y precariedad en la que se mueve el gremio.

DeMayo Cisneros cierra el recorrido con una instalación a partir de fragmentos de diarios personales envasados en bolsas al vacío con códigos de barras. Una obra que invita, apunta, «a pensar en el mundo del arte y los agentes que intervienen, los artistas, comisarios, galeristas, público... todos en un mismo engranaje en el que el arte se utiliza para blanquear dinero, la imagen de entidades...», comenta la autora de collages y autoedición de fancines y libros de artista.

Por la tarde tuvo lugar un acto inaugural en el que estuvieron presentes artistas del ámbito de la danza y la escena como Lola Eiffel, Adriana Tironi y Amaya Arnáiz. «Tenemos que apoyarnos y aprovechar sinergias entre disciplinas artísticas», expresó Ana Gallego, de la compañía Teloncillo Teatro. «Esperemos que esta no sea la única colaboración para tener más presencia», secundan las artistas encuadradas en Mapva sobre la muestra que se puede contemplar hasta el 15 de febrero.