Pablo Sarabia, traductor de emociones
El artista apela a la «interpretación de lo cercano» a través de la figuración en óleos y dibujos que cuelga en el Palacio Pimentel
Pinta Pablo Sarabia (Madrid, 1960) con la convicción de que el cuadro tiene un nacimiento, una muerte y una resurreción, y en medio hay una ... convalecencia. Por eso este artista asentado en Valladolid desde mediados de los años ochenta da las primeras pinceladas en un óleo y, mientras lo deja madurar en su estudio, emprende otros dibujos y pinturas cuya conclusión puede alargarse hasta dos años, enriqueciéndolos con sucesivas capas y detalles. Lo contaba ayer, antes de inaugurar 'Fragmentos de diario. Coloquios entre realidad y ficción' en la sala del Palacio Pimentel, una exposición de sus últimas obras con las que cierra un círculo de retorno a la figuración de sus primeros tiempos.
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«La figuración no es una transcripción directa de la realidad, más bien es el resultado del encuentro con una imagen que te impacta y luego está la traducción a un lenguaje pictórico; hay encuadre, materia, gesto, el papel del dibujo, el color...», reflexiona el artista. Si en enero de este año colgaba en el Museo de la Universidad de Valladolid una muestra que recogía sus 45 años de evolución creativa, en la que se puede ver en la sala de la Diputación Provincial hasta el 8 de octubre se abre a imágenes cercanas. Rosas, magnolias, vacas, perros y, sobre todo, rostros, de personas próximas pero también de seres anónimos y otros conocidos como el escritor José Jiménez Lozano, de una mujer de espaldas caminando por la playa... «Ahora las imágenes proceden de mi entorno, voy por la calle y veo rostros y escenas que me interpelan, echo mano de mi universo afectivo, de objetos encontrados que de repente generan sensaciones o engrandecen mis emociones y reflexiones, todo eso pone en marcha un deseo de traducir a través de la pintura, es como una especie de automatismo», remarca.
Cuelgan en la muestra algunos retratos ejecutados con la técnica de pastel, «la primera con la que me sentí muy cómodo en la adolescencia», asegura quien ha ejercido como profesor del Departamento de Didáctica de la Expresión Plástica de la Universidad de Valladolid. «Me gusta dedicar un tiempo a explorar, de hecho me paso el día en el estudio dando vueltas a posibilidades; veo un documental o me encuentro con un rostro que me interpela y busco emociones». Entre los retratos, Sarabia ha incluido varios suyos con diferentes expresividades.
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