Castilla y León

La vacuna del covid: sin antígenos de la cepa original y adaptada a ómicron

Este año, según repasa el Comité Asesor de Vacunas, hay varias novedades al respecto: la incorporación de los niños de seis a 59 meses de edad con la antigripal -así lo ha implantado la Junta-; la inmunización de los recién nacidos y lactantes más pequeños contra el VRS con nirsevimab para defenderlos de las bronquiolitis y el uso, con nuevas recomendaciones, de las vacunas monovalentes y adaptadas a ómicron frente a la covid.

Ya el pasado mes de mayo, la OMS había recomendado que, a partir de ahora, la vacunación frente a la covid se lleve a cabo con vacunas monovalentes que contengan la proteína S de la espícula del linaje XBB.1 (sublinajes XBB.1.5 o XBB.1.16).

Y en junio, la EMA (Agencia Europea de Medicamentos) y el ECDC (Centro Europeo para el Control y la Prevención de Enfermedades) apoyaron esta medida. Fueron los propios fabricantes (Pfizer & BioNTech y Moderna) los que se dirigieron a las agencias reguladoras solicitando la aprobación de sus nuevos preparados adaptados a ómicron XBB.1.5. El 30 de agosto, la EMA informó de que su CHMP (Committee for Medicinal Products for Human Use) había recomendado la aprobación de la versión de la vacuna Comirnaty (Pfizer & BioNTech) adaptada a ómicron XBB.1.5. La decisión final de su autorización, que corresponde a la Comisión Europea (CE), se ha comunicado el pasado 1 de septiembre. Tras esta decisión vinculante, cada país determinará las condiciones de uso en cada caso.

La nueva versión de Comirnaty está dirigida a niños a partir de 6 meses de edad y adultos (aunque con contenidos diferentes del principio activo): Una sola dosis en el caso de los pequeños a partir de los cinco años, adolescentes y adultos, independientemente de los antecedentes vacunales. Y en los bebés de 6 meses a 4 años, de una a tres dosis, dependiendo de las vacunas recibidas antes y de si han pasado la infección.

Como ómicron XBB.1.5 está estrechamente relacionada con otras variantes que circulan actualmente, las autoridades sanitarias confían en que esta dosis ayude a mantener una protección óptima contra la enfermedad causada por estas otras variantes, así como por la propia ómicron XBB.1.5.

La seguridad de la vacuna Comirnaty, señala el citado comité, está «ampliamente documentada: los efectos secundarios suelen ser leves y de corta duración; incluyen dolor de cabeza, diarrea, dolor articular y muscular, cansancio, escalofríos, fiebre y dolor o hinchazón en el lugar de la inyección. En raras ocasiones pueden ocurrir efectos secundarios más graves».

También Moderna y Novavax han adaptado sus vacunas a ómicron XBB.1.5 y esperan la eventual aprobación por parte de la agencia europea.

El virus SARS-CoV-2, mientras, no para de evolucionar y las nuevas variantes con mayor capacidad de transmisión se van imponiendo a las anteriores. La OMS tiene en su punto de mira dos nuevas: EG.5 (eris) y BA.2.86 (pirola). La primera es más contagiosa, con un moderado escape a anticuerpos y bajo riesgo de mayor gravedad clínica.

La segunda, aún con presencia sólo incipiente, pero con «una acumulación de mutaciones que permite hacer especulaciones sobre su capacidad para producir una nueva onda como la que ocasionó la aparición de ómicron».

Aunque los informes de casos no reflejan con precisión la actividad deL covid debido a la disminución de las pruebas diagnósticas realizadas y de los informes de numerosos países, el último balance de la OMS destaca que, durante el mes de agosto, la actividad a nivel global aumentó en un 63 %.

Las dos citadas vacunas aprobadas en Europa producen buena respuesta inmunitaria porque están actualizadas sino porque el hecho de que en su composición no contengan el antígeno que protege de la cepa original, prácticamente extinguida, hace que previsiblemente reporte un mayor efecto protector frente a las variantes actuales», recoge la Asociación Española de Vacunología.

En cuanto a la población diana son los mayores de 60 años, pacientes crónicos, personas institucionalizadas, embarazadas y convivientes de pacientes con alto grado de inmunosupresión, así como el personal sanitario y sociosanitario. Son los candidatos a vacunarse tanto contra la gripe como frente al covid-19. Salvo si han pasado de forma reciente la infección, en cuyo caso la recomendación es esperar tres meses.

Para muchos de los que se vacunan es la quinta dosis; pero ya no se considera el número o el refuerzo sino la actualización por su temporalidad y tiempo de protección anual, como la de a gripe.

Por otra parte, la vacunación simultánea contra la covid-19 y la gripe es segura y eficaz, coinciden los expertos y así lo recoge el Ministerio de Sanidad.