Castilla y León creó 10.000 empleos en el segundo trimestre, a un ritmo inferior al de la media nacional

Castilla y León se ha quedado descolgada de la recuperación del mercado laboral registrada en España durante el segundo trimestre de 2021, de acuerdo con la Encuesta de Población Activa (EPA) publicada este jueves, si bien es verdad que la comunidad partía de una mejor posición de partida (con una tasa de paro del 12,59%, frente al 15,26% de España).

La semblanza que dibujó la EPA dice que Castilla y León cerró el segundo trimestre con 965.100 ocupados. Desde abril, diez mil personas han encontrado un trabajo. Pero el ritmo de creación de empleo (el 1,05%) es de de los más bajos del país. Solo es peor en Madrid (0,52%). Está por debajo de la media nacional (2,42%)y muy lejos de comunidades como Baleares (12,01%) o Extremadura (7,59%). Pese a este incremento, el dato actual arroja 19.200 ocupados menos que al final del primer trimestre de 2020, previo a la crisis.

Junto a esto, el número de parados creció en 800 personas con respecto al primer trimestre, hasta los 139.000 desempleados en la región. Esto supone un incremento del paro del 0,58%,cuando, en el conjunto del país cayó el 3,01%. De hecho, Castilla y León es una de las tres comunidades, solo tres, en las que aumentó el desempleo. Por delante están Cantabria (donde creció el 6,59%)y la Comunidad Valenciana (donde subió el 3,96%). Si la comparación se establece con el mismo periodo del año pasado, se incrementó en 8.400 personas, en un porcentaje superior (el 6,4%) a la media nacional (5,22%).

El viceconsejero de Empleo y Diálogo Social de la Junta, David Martín, aseguró que en estos datos ve «más claros que oscuros». Así, destacó que «hay 10.000 personas más trabajando en Castilla y León», y que son hasta 38.000 si se compara con el final del segundo semestre de 2020, lo que refleja «un repunte claro en la actividad económica y en la creación de empleo». Eso sí, son 24.500 ocupados menos de los que empezaron con un empleo el verano de 2019, antes de la pandemia.

Además, puso en cuarentena los datos de la EPA (que reflejan un incremento de 800 personas en paro) al defender que esa encuesta está «condicionada por todas las restricciones ocasionadas por la pandemia desde marzo de 2020», lo que «interfiere tanto en el trabajo de campo como en la interpretación de las variables». Así, la Junta prefiere poner el acento en el paro registrado que, a 28 de julio de 2021, consignaba un descenso del número de desempleados de 3.528 personas (1.891 hombres y 1.637 mujeres) respecto a marzo.

También CCOO advirtió de que las cifras no coinciden con los datos mensuales del paro registrado ni con la afiliación a la Seguridad Social, que ofrecen un paisaje «mucho más positivo de lo que recoge la EPA, decepcionante y claramente insuficiente». Para UGT puede suponer el inicio del «despegue» tras la crisis, pero avisan:hay que estar alerta, ya que «la reactivación de la economía está en función de la evolución de la pandemia».

La Confederación de Organizaciones Empresariales (CEOE) considera que los datos reflejan «un freno» en la recuperación económica, por lo que ve «imprescindible» que se eliminen «elementos de incertidumbre». «Las restricciones aún existentes para hacer frente a la covid suponen un paso atrás en la ansiada senda de recuperación», concluyen.

La provincia vallisoletana cerró el segundo semestre del año con 211.100 ocupados, 7.700 menos que a finales de marzo y 19.200 menos que antes de la pandemia de la covid, según los datos de la EPA. Por sectores, en este segundo semestre ha caído la ocupación en agricultura (2.500 ocupados menos), construcción (-1.800) y servicios (-4.300), mientras que ha crecido en industria (800). La tasa de paro ha subido del 12,08% del primer trimestre (y del 9,82% de hace un año) al 12,52%, por debajo de la media nacional del 15,26%.

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