Alfonso Fernández Mañueco. Ical
Elecciones en Castilla y León

Los últimos sondeos reflejan un PP ganador pero lejos de la mayoría absoluta tras el 'Ayusazo'

Las cuatro encuestas que se han hecho en Castilla y León desde verano muestran la pérdida de fuerza de los populares, un PSOE derrotado en ligero ascenso y a Vox como tercera fuerza

Lunes, 20 de diciembre 2021

El panorama político de Castilla y León ha dado este lunes por la mañana un giro de 180 grados. El presidente de la Junta, Alfonso ... Fernández Mañueco, elegido apenas hace dos años y tras superar exitosamente la primera moción de censura en la historia de las Cortes, ha anunciado la disolución de la Cámara, que se hará efectiva este martes con su publicación en el BOCYL, así como la convocatoria de elecciones autonómicas para el próximo 13 de febrero.

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De la mayoría absoluta en junio a perderla en medio año. Esa ha sido la progresión de la estimación de voto en Castilla y León, según reflejan las cuatro encuestas publicadas en los últimos seis meses, la primera de las cuales otorgaba a Mañueco 43 escaños (dos por encima de la mayoría absoluta). Desde entonces, la gestión sanitaria de la pandemia y los conflictos internos han desgastado a un PP que ha ido perdiendo la confianza de los encuestados hasta ver reducida la ventaja inicial hasta los 38 o 40 representantes del estudio más reciente de intención de voto.

El sondeo realizado por GAD3 y publicado por El Norte de Castilla el pasado seis de junio otorgaba a Alfonso Fernández Mañueco 43 escaños de los 81 que hay en las Cortes. Idéntica cifra de procuradores le atribuía la segunda encuesta de Sigma Dos hecha pública el 25 de junio por RTVCYL.

En el siguiente sondeo (Metroscopia) fechado el 4 de noviembre y encargado por la Agencia Ical, el Partido Popular de Castilla y León obtendría incluso peores resultados. Mañueco y su equipo no solo quedarían lejos de los 41 escaños sino que se situarían entre 34 y 37.

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En la última encuesta publicada por 'La Razón' y hecha por NC Report la cifra de procuradores del Partido Popular repuntaría entre los 38 y 40 escaños (40,9% de votos), sin alcanzar la mayoría absoluta, pero con mejores números que los obtenidos en las últimas elecciones de mayo de 2019, en las que los populares lograron 29 parlamentarios.

Por su parte, el PSOE de Luis Tudanca ha avanzado desde los 27-28 asientos augurados en el sondeo de El Norte en junio (28,8%) hasta superar en la última muestra la treintena, tanto en representantes como en intención de voto (30-31 escaños y 31,1%), aunque sigue sin escalar hasta los 35 parlamentarios que le dieron una victoria estéril en las últimas elecciones.

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El descalabro de Ciudadanos es común en las cuatro encuestas con pequeñas diferencias de voto. De esta manera, perdería su espacio propio y diez de sus once procuradores (6,7% de intención de voto en el último sondeo), en una caída acorde con la del resto del partido en el panorama nacional, por lo que en las Cortes pasaría a formar parte del Grupo Mixto.

El gran beneficiado en todos los estudios demoscópicos sería Vox, que se consolidaría como tercera fuerza de la región con 6 o 7 asientos en el hemiciclo autonómico (8,6%), según los últimos datos, aunque los recabados por Metroscopia en noviembre le otorgaban 10-11 escaños.

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Podemos-Equo (6,1%) y UPL (2,3%) lucharían por sacar dos puestos cada formación, mientras que Por Ávila subiría en porcentaje de voto (0,9%) pero se mantendría con un representante, el mismo que posee en la actualidad.

Los números de las encuestas son claros y solo un giro de los acontecimientos a favor de la izquierda equilibraría una balanza que los sondeos decantan hacia la bancada popular, aunque con una pérdida progresiva en los últimos seis meses.

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Dos escenarios probables y un denominador común

Con estas cifras, parece que el triunfo será de la derecha en cualquiera de los casos. Los números de las encuestas son claros y solo un giro repentino de los acontecimientos a favor de la izquierda equilibraría una balanza favorable al Partido Popular. La fórmula a aplicar después es la incógnita planteada.

El primer escenerio posible sería que Mañueco consiguiese la mayoría absoluta, es decir, que igualase o superase los 41 representantes en las Cortes. Si eso ocurriese, los populares retornarían a comandar la comunidad sin dar cuentas a nadie como ya hiciera durante años Juan Vicente Herrera con un techo de 53 procuradores en los mejores tiempos del PP. El salmantino vería como sus políticas saldrían adelante con las objeciones de la oposición desde fuera, pero sin ningun titubeo desde el seno del Gobierno.

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La segunda probabilidad, para nada descartable, es similar a la acaecida tras los comicios de 2019, con un cambio de actores. Ciudadanos, otrora llave del gobierno de Castilla y León, entregaría ese poder a Vox, cuya irrupción y ascenso hasta la tercera posición ideológica en Castilla y León le daría verdadera potestad para negociar un posible gobierno de derechas junto al PP.

El denominador común que rodea todo este cóctel es la incertidumbre. Es el primer adelanto electoral en la historia de Castilla y León y, por si este hecho fuera poco, la sexta ola de la pandemia reblandece aún más todo lo planteado anteriormente. Las dudas, la incidencia de la política nacional, la ausencia de elecciones municipales y la baza de de un mapa electoral fragmentado en nueve circunscripciones forman una mezcla perfecta en la que la mejor previsión es no dar nada por sentado.

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El PP, plenamente inmerso en la guerra entre Pablo Casado e Isabel Díaz Ayuso, podría verse afectado por el conflicto y por aquella candidata que propulsó en su momento la crecida en las estimaciones de voto populares en todo el país.

Con el efecto Ayuso presente, el otro condicionante que podría variar las encuestas es el hecho de que estos comicios, a diferencia de los anteriores, no serán dobles. Las municipales, coincidentes en 2019 con las autonómicas, jugaron a favor del PP de Castilla y León gracias a su extensa presencia en las zonas rurales.

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La tercera desventaja que podría jugar en contra de Mañueco es la falta de una red naranja sobre la que salvarse ante las decisiones adoptadas durante el desarrollo reciente de la pandemia. El repunte de casos obligará a tomar decisiones y, tras la destitución de Verónica Casado y Francisco Igea, toda la responsabilidad, tanto acierto como fallos, recaerá sobre el Partido Popular.

Vistas las debilidades, la gran baza del dirigente salmantino para esta campaña será sin duda la de contrarrestar otro efecto, el de Pedro Sánchez. Esta misma mañana, el lider popular en la comunidad daba el pistoletazo de salida a su campaña con un claro «Sanchismo o libertad», que suena y mucho más allá de la Sierra de Guadarrama.

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Incógnita Ciudadanos

Clave en las pasadas votaciones, la reconstrucción de Ciudadanos y las formaciones regionales emergentes podrían jugar un papel fundamental en el número de votos que se le puedan escapar al PP. En esta alternativa es donde entra en juego el sistema electoral de Castilla y León.

Configurado en nueve circunscripciones diferentes, se podría afirmar que el 13-F habrá nueve votaciones provinciales en la comunidad. De su resultado, dependerá la victoria por lo civil o por lo criminal de los populares, su necesidad de la ultraderecha o la esperanza de un frente común de izquierdas que plante batalla.

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La irrupción de Soria Ya, el poder de Por Ávila en su provincia y el trasvase de votos hacia el partido de Santiago Abascal podría mermar de forma considerable la capacidad de Mañueco en su ascenso a la mayoría absoluta. Tanto, que podrían incluso darle alas al PSOE de Tudanca para pelear por la victoria.

De producirse, un acuerdo similar entre los partidos que han negociado para los presupuestos podría ser suficiente si los socialistas se mantienen en un nivel similar al de hace dos años, los abulenses igualan o suman más procuradores y, la variable menos posible en estos momentos, que la formación naranja consiga amortiguar la caída baticinada por todas las encuestas y se mantenga en torno a los cinco procuradores. En ese caso, las tres formaciones sumarían los 41 escaños que otorgan la presidencia de la Junta de Castilla y León.

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