Mañueco defiende que el operativo «impidió» que se «triplicasen» las 82.000 hectáreas quemadas en verano

En esa reforma del programa de lucha contra el fuego, que pasará de los 65 millones de presupuesto este año a 126 millones de euros en el 2023, la oposición encontró una «enmienda a la totalidad» de la gestión de la Junta y el reconocimiento por parte del Gobierno autonómico de que «no ha estado a la altura».

La Sierra de la Culebra,Losacio, Monsagro, Navafría, Montes de Valdueza, Quintanilla del Coco, Hoyo de Pinares-Cebreros... Son lugares que han vestido de ceniza el verano castellano y leonés.

Alfonso Fernández Mañueco recordó a las tres víctimas mortales de los incendios. «Lo único irremplazable», remarcó el presidente, que situó la gestión del fuego en un balance de 1.400 incendios en lo que llevamos de 2022, con un verano con 42 días de olas de calor, en una comunidad con «la mayor superficie forestal de toda España». Añadió que detrás del 92% de los fuegos está la mano del hombre «por negligencias, accidentes e intencionados». Todo ello ha dado lugar a «incendios con un comportamiento violento y una capacidad de propagación extrema», relató el presidente.

De la respuesta a los fuegos devastadores del verano del 22 quedará el refuerzo del operativo, extendiendo contratos estacionales al invierno para labores preventivas en el monte y reforzando la formación y medios tecnológicos como nuevos simuladores de apoyo a la extinción, a lo que se suman los planes de apoyo a los afectados, con una previsión de otros 65 millones de euros para reforestación, arreglo de infraestructuras y ayudas a negocios y empresas de las zonas quemadas y un programa de más de 40 millones para parques comarcales de bomberos.

Alfonso Fernández Mañueco demandó apoyo presupuestario del Gobierno para la gestión forestal. A falta de la reforma de un modelo de financiación que está pendiente desde el último Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, el presidente de Castilla y León reclamó a Pedro Sánchez que «dote, a nivel nacional, un fondo específico vinculado a estos objetivos». Y pidió a la oposición aparcar el «ventajismo electoral» y apagar «el fuego de la confrontación política» respecto a los incendios forestales.

«La mano tendida que ahora reclaman la han rechazado 80 veces», le replicó Luis Tudanca. El portavoz del PSOE se refería así a las reiteradas propuestas para reformar «el operativo más precario de España» que los socialistas han planteado en las Cortes durante los últimos años y que no contaron con el apoyo del PP. Y en junio, de Vox. «Si todo se hizo bien, ¿por qué ahora lo cambian todo?», inquirió Tudanca.

El socialista afeó a los responsables de la Junta que con ola de calor anunciada y peligro alto de incendios, a mediados de junio, la Junta demorara la declaración de época de riesgo alto hasta el 1 de julio. Eso llevó, subrayó Tudanca, a que no estuvieran activados todos los medios del operativo cuando estalló en Zamora «el infierno» de la Sierra de la Culebra. «Cuando se desató la pesadilla en la sierra de la Culebra solo dos de los 18 puestos de vigilancia estaban ocupados, de los 28 camiones autobomba solo había ocho operativos, el resto sin contratar o de vacaciones; ninguna de las seis cuadrillas nocturnas estaba disponible y solo tres de los seis equipos de operarios helitransportados; de las 15 cuadrillas de tierra, estaban activas cuatro, y solo de dos de los tres helicópteros en servicio estaban a punto», describió Tudanca. «Llega aquí tarde, muy tarde, aprovecho que se ha dignado a aparecer para pedirle el cese del consejero», remarcó el líder del PSOE, volviendo a exigir que Juan Carlos Suárez-Quiñones, titular de Medio Ambiente, asuma sus responsabilidades y deje el cargo.

Desde Vox, su portavoz, Carlos Menéndez, insistió en que «uno de los factores» de los voraces incendios que han arrasado la comunidad son «el ecologismo radical» y el «fanatismo climático» con «políticas verdes que han convertido el campo en un polvorín». Y Raúl de la Hoz, portavoz del PP, señaló que la mejora del operativo no es una respuesta a los fuegos del verano. «Estaba programado», afirmó.

Un argumento que no le 'compraron' al popular desde la bancada de la oposición. «La pena es que haya tenido que arder Castilla y León para que se dieran cuenta que lo extraordinario ya no lo era. Durante varios años se han hecho cosas mal en esta comunidad», censuró Pedro Pascual, de Por Ávila. Francisco Igea, de Cs, precisó que en la Junta «estaban avisado» tras el fuego de agosto de 2020 en la sierra de Ávila y acusó de cobardía a Mañueco: « Ni se bajó del coche cuando le increparon (en Zamora)», le espetó. «Van a duplicar el presupuesto del operativo. ¿Por qué no lo hicieron antes? Llevamos años planteándolo», apostó Pablo Fernández, de Unidas Podemos.

«No ha estado a la altura, con la primera ola de calor tenían el operativo a menos de un tercio», argumentó Ángel Ceña, de Soria ¡Ya!, y Luis Mariano Santos, de UPL, recordó que una de cada tres hectáreas de España se han quemado este verano en la comunidad.

El presidente de la Junta afianzó en su réplica el papel decisivo de una climatología extrema y rebatió que el operativo fuera famélico en junio. «Estaba al 82%», valoró. «Quiero decir que me siento orgulloso del operativo de incendios», ensalzó. También reconoció que «ni como presidente ni como ser humano se me olvidará jamás» la fecha del 17 de junio, cuando se prendió la Culebra.