Un estudio avala al asistente personal como apoyo rentable en Salud Mental

La Asistencia Personal, el recurso por excelencia para potenciar la autonomía de una persona con discapacidad, llegó de la mano de la Ley de Dependencia –tras tímidos antecedentes– de forma anecdótica hasta lograr en los últimos años despegar. Su efectividad social y de cara a permitir trabajar, estudiar o simplemente disfrutar del ocio de cualquier persona con discapacidad no parece discutirse. Faltaba demostrar su rentabilidad económica. Y sí, la tiene.

La Federación de Salud Mental de Castilla y León ha realizado un estudio al respecto, de la mano de la organización en Ávila, que demuestra que cada euro invertido en este servicio genera un retorno a la sociedad de 3,56 euros.

El movimiento asociativo Salud Mental en Castilla y León tiene implantado el servicio de asistencia personal, desde el año 2017, en sus 11 asociaciones y 18 delegaciones en el medio rural, y para el desarrollo de este trabajo se seleccionó a FAEMA Salud Mental Ávila, por ser la entidad con mayor número de prestaciones (141) de asistencia personal en 2020, año de estudio. «El resultado estadístico ha venido a reforzar la idea que defendemos desde el movimiento asociativo, y es que la asistencia personal es un recurso absolutamente necesario y rentable», explica Raquel Alario, técnico del Área de Programas de la Federación y coordinadora del estudio.

«Es importante destacar que el mayor retorno es el que repercute en la persona perceptora del servicio, para quien este tipo de apoyo es fundamental a la hora de alcanzar mayor autonomía e independencia, y poder hacer real un proyecto de vida», añade Inmaculada Pose, directora general de FAEMA Salud Mental Ávila.

Este trabajo establece como beneficios directos, desde un punto de vista social, para las personas con problemas de salud mental la mejora de sus competencias y habilidades; la optimización de la gestión de tiempos, el incremento de su autonomía y de la toma de decisiones, un claro progreso en las relaciones familiares y el reconocimiento de derechos sociales. Además, del citado retorno económico de la inversión que para estas personas alcanza el 50'99% del total registrado situándose como las principales beneficiadas.

En segundo lugar, el estudio pone de relieve que la Administración general del Estado consigue el 28,18% del retorno económico. El mismo «se obtiene como ingresos directos a través de las cotizaciones de la seguridad social, del IRPF de las contrataciones y del ahorro de las prestaciones económicas por desempleo», explica Raquel Alario.

Es, por lo tanto, la asistencia personal una fuente de empleo real. «Desde nuestro movimiento asociativo apostamos por el modelo de apoyo de pares que consiste en formar y contratar a personas con experiencia propia en salud mental para que ejerzan como asistentes personales de otras personas en situación de dependencia», comenta Alario. De las 174 contrataciones que se han realizado, en 2021, para asistencia personal, doce profesionales tienen una discapacidad.

El Servicio de Asistencia Personal, desarrollado por las once asociaciones que integran la Federación regional, llegó a 643 personal el pasado año (307 son mujeres y 336 hombres). Además, el 36,86% de las intervenciones a través de este servicio se ha implementado en el medio rural; lo que supone un aumento de siete puntos con respecto a 2020. La evolución es, por lo tanto, de clara tendencia al alza y un recurso por el que especialmente optan personas con menor accesibilidad a otros recursos, muy atractiva para el medio rural. Casi el 52% de los usuarios vive en pueblos y casi el 86% consigue con este apoyo vivir en su propio domicilio, el resto lo hace en viviendas supervisadas. Algunos beneficiarios reciben el servicio como ayuda vinculada para contratar asistente y otras directamente como prestación e, incluso, algunos lo costean de su bolsillo. La mayoría están valoradas como personas dependientes de grado 2, es decir, moderada

El estudio suma como beneficiarios de este retorno socioeconómico al entorno familiar «quienes mejoran la optimización de su tiempo además de una clara mejora de la calidad de vida», explica Alario, así como las propias entidades asociativas, en este caso FAEMA Salud Mental Ávila, en cuanto a la propia ampliación de la cartera de servicios y la consecución de la misión de su organización.

La Federación Salud Mental Castilla y León ha realizado un Estudio a través de la metodología Retorno Social de la Inversión (SROI) del Servicio de Asistencia Personal con el objetivo de evaluar la rentabilidad social y económica que este tipo de servicios aporta al conjunto de la sociedad. Para ello ha contado con el apoyo y financiación de la Fundación ONCE y de la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades, a través de la asignación tributaria del 0'7 del IRPF, convocatoria 2020.

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