Menos ERTE y más horas extras robustecen el poder adquisitivo de los asalariados de Castilla y León

Entre los pasados meses de abril y junio, el salario medio de Castilla y León se situó en 1.872 euros brutos mensuales, la cifra más elevada de la historia para un segundo trimestre y la segunda más alta de cualquier periodo. Es un 13,3% más que un año antes, según se desprende de la Encuesta Trimestral de Coste Laboral.La comparación es con el periodo en que más personas hubo sin trabajo, por lo que no está de más compararlo también con el dato de 2019. En este caso, el incremento es del 4,1%.

El INE explica esta evolución por el aumento de las horas trabajadas, los pagos extraordinarios y el retorno 'a la nómina' de muchos empleados que hasta entonces se encontraban sometidos a expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE), con la consiguiente pérdida retributiva. Los ERTE articulados por el Gobierno sufragan, o así ha sido durante buena parte de la pandemia, el 70% de los salarios –en algunos casos complementados por las empresas– e incluyen exoneraciones en las cotizaciones a la Seguridad Social.

Hay que recordar que en la primavera de 2020 llegó a haber casi 150.000 trabajadores en ERTE en la comunidad autónoma, mientras que en la de 2021 la cifra cayó por debajo de los 20.000.

Por otro lado, las principales víctimas laborales de esta crisis, las personas que han sido despedidos o no renovadas en sus puestos de trabajo, han sido quienes tenían contratos temporales, que llevan aparejados sueldos inferiores a los de los trabajadores indefinidos, que al haber conservado sus empleos en mayor medida, elevan la media estadística.

Si bien la recuperación salarial ha sido robusta en todos los sectores por todos los factores expuestos, lo ha sido en mayor medida en el sector más castigado por la crisis derivada de la covid-19, los servicios. Los 1.872 euros mensuales en que se situó el salario medio de Castilla y León en el segundo trimestre de este año suponen el 13,3% más que un año antes. Pero si se baja al detalle sectorial encontramos que los trabajadores de la industria ingresaron de media 2.134 euros, el 11,1% más; los empleados de la construcción ganaron 1.952 euros, el 6,1% más;y los del sector servicios obtuvieron una remuneración media de 1.799 euros, el 14,6% por encima de lo recibido un año antes.

La encuesta no permite bajar a un mayor nivel de detalle en lo que a actividades respecta por comunidades autónomas, pero en el conjunto del país, las que registran mayores incrementos salariales interanuales son, precisamente, las que más trabajadores tuvieron en ERTE: hostelería (79% de incremento), actividades artísticas (48%), comercio (18%) o transporte (14%).

Los salarios, o el coste salarial según lo analiza el INE, comprende el salario base, todos los complementos salariales, los pagos por horas extras, pagos extraordinarios y pagos atrasados, medidos en términos brutos. En el caso del conjunto de España, la pauta seguida es similar a la de la comunidad, con una subida del 14,4% en tasa anual. De modo que el español medio sigue cobrando casi doscientos euros más que el castellano y leonés, en concreto 2.064,37 euros.

En el peor momento de la pandemia desde el punto de vista laboral (marzo de 2021, justo antes del periodo analizado), Castilla y León llegó a perder casi 25.000 empleos con respecto a las cifras inmediatamente anteriores al estallido del virus. La crisis ha elevado el porcentaje de población en riesgo de pobreza y disparado las necesidades de atención de las organizaciones e instituciones asistenciales. Sin embargo, en el caso de quienes han conservado su empleo la situación no ha llegado a la tragedia.

Así se deduce cuando se echa un vistazo, por así decirlo, a la otra columna de los presupuestos familiares, la de los gastos y cómo se han visto impactados por los precios. La inflación se encuentra en niveles elevados con respecto a lo que venía siendo habitual antes de la pandemia, sobre todo por el coste de la electricidad y los combustibles, aunque la escalada no era aún tan acusada durante la primavera, un periodo en el que el IPC se encontraba algo por debajo del 3%. Con los salarios a cubierto de la crisis, lo peor ha recaído en aquellos que no tienen salario.

Otra cosa bien distinta es lo que está sucediendo con las subidas salariales que se pactan en los convenios colectivos de un tiempo a esta parte.