Castilla y León elude restricciones para Nochevieja e insiste en el autocuidado de los ciudadanos

Carriedo ha remarcado que las cifras de personas contagiadas que acaban en el hospital o la UCI «parece que son claramente menores» a las de anteriores olas. Asumibles por el sistema de salud autonómico. Los hospitales de la comunidad atienden en este momento a 434 pacientes en camas de planta y a 101 enfermos críticos en UCI. La presión asistencial de la patología covid sitúa a las unidades de Cuidados Intensivos en un nivel de riesgo «muy alto», con especial incidencia en Valladolid, León, Palencia, Burgos y Ávila. Estos espacios donde acaban las personas cuya vida corre peligro han pasado de atender a 22 pacientes con coronavirus a 101 en poco más de un mes.

El Gobierno de Alfonso Fernández Mañueco no contempla limitaciones. El consejero portavoz ha explicado que la Junta confía en controlar la sexta ola de la pandemia acelerando la vacunación y reforzando la realización de test. La Junta va a implantar puntos móviles de cribado en las áreas con mayor incidencia. El nuevo consejero de Sanidad, Alejandro Vázquez, informará sobre el número y los lugares elegidos, previsiblemente, tras el Consejo de Gobierno del jueves 30. Junto a esto, ha solicitado al Gobierno de la nación 30 de los 150 puntos de vacunación móviles que ofreció el presidente Pedro Sánchez a los autonómicos hace una semana (Defensa horas más tarde autorizó el envío de 22). Carriedo ha explicado que con ello la Junta logra un doble objetivo: aumentar los test que se hacen y avanzar en la vacunación, además de poder destinar a parte del personal propio que ahora acomete esa tarea a las consultas de Atención Primaria.

El portavoz ha destacado, de nuevo, el éxito de la campaña de vacunación autonómica. «Tenemos personal para poder vacunar y personas que han entendido claramente que la vacuna es una solución», ha precisado Carriedo, quien ha señalado que la población de Castilla y León es «claramente proactiva en relación a la protección ante el virus» y que la Junta pone todo eso en el «contexto general» del «volumen de personas (contagiadas) que se incorporan a los hospitales o van a la UCI». Y eso es lo que lleva a no seguir la senda de las comunidades vecinas en la aprobación de restricciones, defendió el consejero portavoz. Castilla y León prefiere esperar a la reunión de la ministra de Sanidad y los consejeros de mañana y, en función de las decisiones que se adopten, convocará a los expertos autonómicos el jueves. Esto es lo que ha anunciado el portavoz, aunque la semana pasada el presidente manifestó que iba a citar al comité de expertos tras la conferencia de presidentes del día 23 y esa reunión no se ha producido.

Estos expertos se reunieron con la todavía consejera de Sanidad, Verónica Casado, el viernes 17 y trasladaron al presidente Mañueco un informe en el que aconsejaban, con los datos que Castilla y León presentaba hace casi dos semanas, medidas sanitarias y no sanitarias para intentar frenar la contagiosidad de la variante ómicron, desde el cierre adelantado de la hostelería a la una de la madrugada o la prohibición del consumo en barra, a limitar a 10 el número de comensales. Son recomendaciones que el Gobierno autonómico ha pasado por alto hasta este momento.

El portavoz de la Junta ha remarcado la necesidad de «extremar la distancia social y el uso de la mascarilla». En especial en los eventos de Nochevieja. Carriedo ha recordado que son medidas de obligado cumplimiento, además de recomendar en casos de cotillones o fiestas «evitar aglomeraciones, mantener esa distancia y tener la mascarilla siempre puesta». Siempre desde el ámbito de la responsabilidad de los ciudadanos, sin limitaciones oficiales por parte de la Junta.

El Gobierno de Alfonso Fernández Mañueco ha recordado también a los dirigentes municipales su responsabilidad en la comprobación de que las instalaciones que se utilizan, en el caso de que requieran permiso del Ayuntamiento, cumplen con la normativa.

Carlos Fernández Carriedo criticó la falta de coordinación del Gobierno central en la unificación de medidas para afrontar la pandemia y sitúo en esa dejación de Pedro Sánchez, el hecho de que esas siete comunidades vecinas de Castilla y León hayan acordado conjuntamente impulsar restricciones para lo que queda de fiestas navideñas.