La Junta recorta desde horario y aforos en el ocio nocturno para frenar los casos entre jóvenes

La Junta toma esta opción de restringir parcialmente la actividad del ocio nocturno horas después de que planteara a nivel estatal, sin éxito, un toque de queda general, para toda la población, desde la 1:00 o 1:30 a las 6:00 de la mañana.

«Tenemos que ser capaces de controlar los contactos allá donde se están produciendo. Hubiera sido más fácil hacerlo de otra manera», apuntó Igea. Esta 'otra manera' es el toque de queda, «que era lo mismo que planteaban los expertos de la Ponencia de Alerta» que asesoran al Ministerio de Sanidad, recordó.

El portavoz insistió en que la limitación al máximo de la movilidad de madrugada habría sido la más efectiva para frenar la transmisión de la covid-19 en esta quinta ola, que afecta a adolescentes y jóvenes y a los padres de estos que, por debajo de 50 años, pueden estar sin vacunar aún. El Gobierno de Castilla y León defiende que sin ese toque de queda se corre el riesgo de desplazar el ocio a la calle, a parques o a domicilios particulares cuando discotecas, pub y bares especiales dejen de permitir entrar clientes a la una de la madrugada y chapen a las dos. Ese 'riesgo' se amplificaría con el cierre total de los locales de la noche, ahondó

Desde la Junta requieren la máxima implicación de alcaldes y Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado en el control de botellones y concentraciones de personas en las que no se mantengan la distancia y se prescinda de las mascarillas. Medidas que «siguen estando vigentes», apuntó el portavoz de la Junta.

El adelanto del horario de cierre y la clausura del servicio en la barra no es la única restricción para el ocio nocturno que impondrá este viernes el Boletín Oficial de Castilla y León. El aforo de discotecas y salas de fiesta se reduce a un tercio. En pubs, karaokes y bares especiales será del 50% en los establecimientos con capacidad para más de 40 clientes y del 75% en los que son más pequeños.

La Junta ha decidido prohibir las peñas, espacios tradicionales de ocio adolescente y juvenil, muy vinculado a las fiestas patronales y al verano. No pueden abrir.

Este es otro aspecto en el que el Gobierno de coalición que preside Alfonso Fernández Mañueco pide a los alcaldes que ejerzan sus competencias. Francisco Igea informó de que han solicitado a los regidores «no autorizar la celebración de eventos multitudinarios dada la actual situación epidemiológica». Ahí encajan actos en los programas de festejos que salpican el calendario desde junio a octubre.

La Junta, además, ha dado orden de intensificar las inspecciones. Especialmente entre los establecimientos hosteleros que pueden ser catalogados como «incumplidores frecuentes». Los 'conocidos habituales' para policías, guardias civiles y el personal de la Junta que tramita las denuncias que firman los anteriores. El vicepresidente confirmó que ayer mismo se comunicó a los responsables de dos bares de copas de Valladolid capital la orden de cierre cautelar y «preventivo». Se trata, tal y como adelantó ayer este periódico, del: Molly Malone y Siroco.

Estrenan la sanción accesoria aprobada por la Junta en marzo para los casos de reincidencia en infracciones graves y muy graves, que son las que ponen en riesgo de contagio a más de 150 personas.

Todo augura que los dos locales del centro de Valladolid no van a ser los únicos locales con esta sanción. Francisco Igea admitió ayer que la Junta había cometido errores al acelerar la desescalada. En concreto, al permitir el consumo en barra en los locales de ocio nocturno. Pero no solo el Gobierno autonómico. «¿Si nosotros hemos cometido errores? Sí, todos lo hemos hecho, pero el más importante es estar para quitar las mascarillas y para el resto, en Estonia», afirmó en referencia al presidente Sánchez. «Del presidente del Gobierno, para abajo, todos», apostilló.

El Gobierno de Alfonso Fernández Mañueco ha optado por las restricciones limitadas, lo que suelen denominar el presidente y los consejeros «quirúrgicas», sobre el ocio nocturno y aparcó la opción de pasar a toda la comunidad del nivel 1 de alerta pandémica o bajo, al 2 o medio, pese a que los indicadores de contagios y positividad de pruebas medios de la comunidad y los de cuatro provincias (Burgos, León, Palencia y Zamora) están en niveles de riesgo 4 o muy alto. Eso habría implicado extender las limitaciones al resto de actividades de hostelería y servicios.

Algo que va a mantener «siempre en función de la evolución de los datos». Francisco Igea aventuró que esperan dos o tres semanas de empeoramiento de la situación. «Malas, menos de 14 días no se tarda en parar el ritmo de crecimiento del coronavirus, que en este caso es alto», apreció el dirigente. Sobre todo de contagios, que ya saturan la atención en los centros de salud de manera generalizada, a la espera de ver la evolución de la repercusión que estos pueden tener en los hospitales.

Esa avalancha de contagios, que roza el nivel de los 2.000 diagnósticos diarios en Castilla y León, satura ya la labor del personal de los Centros de Salud. Tanto que está demorando citas incluso de personas con sospecha de estar contagiadas.