Blanca López: «Podré ganar menos en el pueblo, pero vivo mucho mejor»
Organizadora profesional y emprendedora, hace 13 años que reside en una pequeña localidad de la Sierra de la Demanda desde la que desarrolla un innovador proyecto empresarial
He aquí una mujer que siempre ha conjugado a la perfección el verbo emprender en primera persona del presente de indicativo. Blanca López Erquicia (San ... Sebastián, 1969). Ha sido elegida este año entre las diez 'Extraordinarias' de España, una iniciativa que premia a mujeres que han decidido poner en marcha proyectos empresariales. Blanca, en concreto, lo hace en el medio rural. Un buen día decidió dejar su Burgos del alma y trasladarse a vivir a Fresneda de la Sierra y, un tiempo después, a San Vicente del Valle, donde es una de los diez vecinos que lo habita todo el año. Ha pasado casi una década y media de aquel cambio de vida y desde hace algo m ás de un año tiene como profesión ser organizadora. Su labor consiste en ayudar a los demás a ordenar sus espacios vitales. Asegura que cuando organizas tu exterior, tu interior se desarrolla en orden.
Publicidad
–¿Cómo acaba una donostiarra en Burgos?
–Un fin de semana que vinimos a ver a la familia, había una oferta de trabajo y llamé. Era un trabajo de escaparatista, de una tienda en Burgos con tres establecimientos. Acababa de formarme en Barcelona en esta materia y me cogieron. El 19 de abril de 1993 me vine a vivir a Burgos.
–¿Qué hace una organizadora profesional?
–Acompañar y ayudar a las personas en el proceso de ordenar sus bienes materiales, esos a los que las personas tenemos realmente mucho apego. Y a partir de ordenar el exterior, los bienes, se ordena el interior. También acompañamos a personas en el proceso del duelo.
–¿Se refiere a quienes han perdido un ser querido?
–Ha fallecido un ser querido y muchas veces hay personas que dejan las casas de sus padres cerradas, con todos los bienes dentro, porque son incapaces de soltarlos, de deshacerse de ellos.
Publicidad
–¿El que llama a una organizadora profesional es en sí una persona desorganizada?
–Hay muchas personas con actitudes y hábitos desorganizados, que pierden mucho tiempo en encontrar algo para salir a la calle... Lo que pasa es que la mía es una profesión muy desconocida.
–¡Y tanto! Ya me dirá...
–También me dedico a la formación, a impartir talleres sobre organización y orden, gestión del tiempo, hábitos y rutinas... Frases muy típicas de la gente son 'No tengo tiempo' o 'No me da la vida'.
Publicidad
–Y ante eso, ¿qué hacer?
–Organizar y ordenar tu tiempo.
–Hay una Asociación de Organizadores Profesionales en España. ¿Tan extendida está esta profesión?
–No sé si está tan extendida, pero el objetivo de la asociación cuando la formaron tres chicas era dar apoyo y visibilidad a esta profesión. Era decir: existimos como profesión, como profesionales.
–¿?
–Me he dedicado toda mi vida a ser organizadora profesional como un hobby.
–¿Un hobby?
–Me gusta de forma innata organizar y ordenar. Lo que sucede es que cuando cambias el chip y te formas y te dedicas a esta profesión, te das cuenta de que es lo que estabas haciendo, pero ahora de forma reglada. Por ejemplo, he estado organizando armarios a amigas muchos años, pero ellas no eran capaces de mantener ese orden. Yo lo ordenaba para mí.
Publicidad
–Con sus criterios, no con los de ella, imagino.
–Mis criterios y a cambio de que me dieran cosas para llevarlas a Marruecos.
«Por naturaleza, las personas no somos organizadas ni desorganizadas. Todos tenemos las mismas capacidades»
BLANCA LÓPEZ ERQUICIA
–¿Qué tiene que ver Marruecos en todo esto?
–Es que todo esto nace en 1999, cuando yo hago un viaje a a Marruecos y conozco allí una familia marroquí. Les compro un melón en la carretera y me invitan a su casa. No tenían agua, ni luz, ni baño. Llegué allí desde una sociedad, la nuestra aquí, en la que tenemos un montón de cosas, nos dedicamos a consumir... Y aquella gente, que no tenía nada, que no me conocía de nada, me abrió las puertas de su casa para que me quedara con ellos tres días. Me comprometí a que les mandaría gente y que yo iría todos los años a verles y les llevaría cosas. Durante muchos años he sido parte de su sostén.
Publicidad
–¿Surgió ahí el germen de ser organizadora profesional?
–La esencia, sí. Llevo de organizadora profesional poco más de un año. Desde 1997 soy emprendedora. En Burgos he fundado un centro de pilates y una escuela de formación de monitores. En 2013, el cambio de IVA, fundamentalmente, dio un mazazo importante a mi empresa, que tenía 17 trabajadores, y luego en marzo de 2020, por la pandemia, me tocó reinventarme.
–Fruto de ello...
–Llevo 13 años viviendo en un pueblo de 10 habitantes.
–¿Por qué se fue de Burgos a la Sierra de la Demanda?
Noticia Patrocinada
–Cuando decidí venirme al pueblo conocía por unos amigos la Sierra de la Demanda y me pregunté: ¿Por qué no ir? Es verdad que es muy bonito ir el fin de semana a la casa del pueblo. Pero, claro, el fin de semana. Yo compartía con otras dos familias la casa del médico de Fresneda y me dije que por qué en vez de ir un fin de semana al mes, no ir todos... Decidí alquilar mi piso de Burgos, pero me quedé una habitación por si acaso lo bucólico de venir un fin de semana no fuera a ser ni mucho menos trasladable a todo el año.
–Y lo fue, claro.
–Pues me pareció fantástico y con la posibilidad de ganar menos pero vivir mejor; y me vine a Fresneda de la Sierra. Mi hobby era organizar y ordenar, lo hacía de manera innata y aquí estoy: veintitantos años después sigo yendo a Marruecos una vez al año. Estoy esperando que llegue el 26 de diciembre para volver allí que hace tres años que no voy, por la pandemia, claro. Tengo muchas ganas de ver a mi familia marroquí.
Publicidad
–¿Hay demanda de organizadores profesionales?
–Pues claro que la hay. A ver, evidentemente no hay la demanda que me gustaría.
–¿De qué cifras hablamos?
–En un año, conmigo han contactado veinte personas. De esas, han contratado mis servicios dos. A ver, es un servicio que tiene un coste. No haces un cambio de armario por diez euros... Equiparo mucho el coste de una organizadora profesional de espacios a un pintor. Que te pinten una casa tiene un coste; ¿A lo largo de nuestras vidas cuántas veces pintamos nuestra casa? ¿Dos? ¿Tres?
–Lo que equiparado con la organización profesional implica...
–Que el servicio de organizadora profesional es igual: lo contratas cuando tienes una acumulación, un desorden que está afectando a tu vida. Ha habido gente que ha contactado conmigo, la he visitado, y la primera visita que hago es gratuita para valorar el espacio y ver las necesidades que tienen, y una de las últimas personas a las que he visto me decía que tenía clarísimo que necesitaba que una profesional le ayudase a cambiar y le diera pautas de como cambiar su vida.
Publicidad
Es más fácil mantener el orden cuanto menos cosas tengamos»
BLANCA LÓPEZ ERQUICIA
–Va a ser verdad que nunca es tarde.
–Me contaba que tenía una cita para ir al médico con su hijo y que la había perdido porque no encontraba por casa el papel de la citación médica. Esa persona era consciente de que su vida era caótica, desordenada, desorganizada pero, claro, contratar el servicio de organización es algo a lo que en España no estamos acostumbrados.
–Todo el mundo nos decimos eso de 'Sé hacerlo de sobra'.
–Sí. Y también: '¡Cómo voy a pagar porque me ordenen!'. Claro, yo también sé pintar mi casa, pero como quede por hacerlo yo a que me lo haga un pintor profesional...
Publicidad
–¿Hay desorganizados que asumen que lo son y le llaman?
–Claro. Te llaman y lo primero que te dicen es: 'Me da vergüenza enseñarte mi casa porque ya verás como está'. Y yo no juzgo a la gente por cómo tiene su casa.
–Usted dice que acomete su trabajo «desde la empatía con el desorganizado». ¿Cómo se empatiza con un desorganizado?
Publicidad
–Hay que saber por qué esa persona tiene esos hábitos y esas tendencias desorganizadas y qué es lo que busca y quiere. Primero, en la mayoría de los casos lo que hay es un exceso de cosas.
–¿El desorganizado es el prototipo de los excesos? Tiene cosas que no precisa, acumula cosas que no necesita...
–Nuestra sociedad es consumista y muchas veces tenemos cosas que no necesitamos. Normalmente la gente que tiene hábitos desorganizados vuelve a comprar cosas que ya tiene porque no las ha encontrado en casa. Es más fácil mantener el orden cuanto menos cosas tengamos, pero yo no soy minimalista. Tengo un montón de cosas, pero en mi casa cada cosa tiene su lugar. Por lo tanto, no hay desorden ni caos.
–¿La organización se reduce a que cada cosa tenga su lugar en nuestra vida?
–La clave podría ser así de sencilla. Lo difícil es encontrar un lugar para cada cosa en función de las necesidades de la persona que vive en esa casa u ocupa tal puesto de trabajo. Hay muchos puestos de trabajo que son un caos y la productividad se reduce muchísimo porque el espacio no está organizado y ordenado. Pero si yo voy a su casa porque necesita mis servicios, voy a organizar con usted, el trabajo lo tenemos que hacer entre los dos, juntos. Usted me tiene que contar a mí sus necesidades y yo, en función de ellas, le voy a dar una serie de ideas que vamos a ir aplicando para que su día a día sea más funcional y práctico.
–¿Y yo le debo dar, a cambio, acceso a mis lugares, a mis espacios más íntimos?
–Usted me cuenta hasta donde me quiera contar y me enseña hasta donde quiera enseñarme. Y la confidencialidad entre el cliente y yo es total y absoluta.
Publicidad
–A usted le conocen ya como la Marie Kondo rural (Marie Kondo, gurú japonesa experta en el arte de organizar). ¿Por qué se especializa en el ámbito rural?
–En los pueblos, donde tenemos la segunda vivienda, en los sobrados, en los desvanes, en los trasteros, en los garajes, en los payos, acumulamos de todo. Están llenos de trastos.
–Usted llega allí, organiza y con lo que sobra, ¿qué pasa?
–El que decide sobre eso es el cliente. Lo que pasa es que le ayudo, evidentemente, en el desapego. Y le pregunto si lo necesita, por qué no mira darlo una segunda vida, que otro lo utilice y lo disfrute. Cuando hago un servicio de organización, el precio incluye el trabajo presencial con el cliente más el trabajo de decidir si una cosa va al punto limpio, si otra va a Caritas, si otra va a una librería de segunda mano... Y luego, además, tengo un seguimiento con el cliente durante seis meses para saber cómo va, cómo se adapta.
–¿Forzosamente y siempre la desorganización exterior es reflejo del desorden interior?
–En muchos casos, sí. Normalmente, la gente que me he encontrado con actitudes y hábitos desorganizados de su exterior tienen en su vida que van como a trompicones, que no llegan... Tienen cosas que dan a entender que algo en su vida no va bien.
Publicidad
–¿Usted predica con el ejemplo?
–Sí. Siempre.
–¿Un desorganizado en su vida es por definición incapaz de organizar la vida de los demás?
–A ver, si eres incapaz de organizar tu propia vida, ¿cómo vas a organizar la de los demás?
–Lo digo porque hay muchos políticos que responden a ese patrón.
–Ya, ya. Pero, ojo, las personas no somos por naturaleza organizados o desorganizados: todos tenemos las mismas capacidades y habilidades, lo que sucede es que unos las organizamos más y otros menos.
–¿Por ser emprendedora y organizadora es de naturaleza optimista?
–Soy optimista. Lo que no sé si primero va esto y luego el emprendimiento.
–¿Qué dice a quienes no vean su profesión como otra cualquiera?
–Que se nos dén una oportunidad, que no se trata de decir que cómo vas a pagar por ordenar, sino que va más allá. El desorden siempre viene producido por algo.
–¿Tiene competencia?
–En Castilla y León hay varias organizadoras. En Burgos, que yo sepa, soy la única. Y a nivel nacional, soy la única especializada en el ámbito rural.
Publicidad
–Tanto organizar lo de los demás, ¿ha ordenado ya su proyección hacia el futuro y ha pensado qué quiere ser de mayor?
–Emprendedora en el ámbito rural y poder vivir de ello.
3€ primer mes
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión