Batalla política en Castilla y León por la bandera LGTBI

El juego de alianzas políticas tiene puntos débiles evidentes. Uno es el apoyo al colectivo LGTBI y sus reivindicaciones. PSOE, Unidas Podemos, Valladolid Toma la Palabra y Ciudadanos, abiertamente a favor. El PP, a favor pero con el lastre de gobernar a nivel regional con la única fuerza política, Vox, que se niega a conmemorar nada relacionado con la diversidad sexual. Fue Abogados Cristianos, asociación que comparte ideario con Vox, quien denunció que la bandera arcoíris flameara en el balcón de la Diputación de Valladolid, lo que desembocó en una sentencia favorable a su reivindicación y en la foto que se ha podido ver este martes: representantes de PP, Cs, VTLP y PSOE posando con la bandera de colores y con la bandera transexual en el claustro del Palacio de Pimentel.

Alfonso Fernández Mañueco lanzó un tuit a primera hora de la mañana: «La lucha del movimiento LGTBI por sus derechos ha sido ejemplar. Los derechos y las libertades de todas las personas son la base de nuestra sociedad y de nuestra convivencia. Esta celebración nos recuerda que no podemos rendirnos cuando las luchas son justas». Palabras que casaron mal con la decisión de su socio de Gobierno, Vox, de impedir que el edificio de las Cortes de Castilla y León se iluminara la noche del 27 con los colores de la bandera arcoíris. Carlos Pollán (Vox), presidente de las Cortes, trasladó su negativa y provocó que el PSOE reaccionara colgando una enorme bandera de las ventanas de sus despachos en la cuarta planta. «Aparte de poner tuits apoyando al colectivo de manera hipócrita, actuara con hechos y se posicionara en este tema. Ha sido el principal cómplice de que la fachada no se iluminara con los colores de la bandera LGTBI», atizó Nuria Rubio, procuradora socialista.

Y es que Pollán, además, envió un requerimiento para que los socialistas descolgaran la pancarta, visible desde la calle. Algo que se negaron a hacer. «Lo único que ha hecho el PSOE es, en su espacio, poner una pancarta con los colores que simbolizan la defensa del colectivo LGTBI». Recordaba Nuria Rubio que «hasta el año pasado» se habían proyectado en la fachada del parlamento autonómico «los colores de la bandera y se habían leído las declaraciones institucionales». El presidente de las Cortes se refería en su requerimiento a una sentencia del Tribunal Constitucional de 2020 que prohíbe la utilización de banderas no oficiales en edificios públicos.

A tres kilómetros de allí, en el Palacio de Pimentel, Conrado Íscar (PP), presidente de la Diputación, presentaba la declaración rubricada por la Federación Española de Municipios y Provincias, que dice así: «Desde las Instituciones debemos asegurar la igualdad efectiva de todas las personas LGTBI y sus familias, como elemento esencial de una buena convivencia para el progreso y el desarrollo social». Yolanda Rodríguez, presidenta de la Fundación Triángulo, daba las gracias «a la Diputación por implicarse un día más en la celebración del Orgullo».

Ese agradecimiento a la Diputación, que el PP preside, chocó con la réplica del alcalde de Valladolid, Óscar Puente, al mensaje de Fernández Mañueco. «En esa lucha [del colectivo LGTBI] os han tenido siempre enfrente. Tenéis un historial dilatado de oposición a cualquier avance de ese colectivo. El penúltimo, el recurso ante el Tribunal Constitucional de su posibilidad de contraer matrimonio. Y el último meter a los homófobos a presidir las Cortes y a gobernar Castilla y León». Previamente había publicado una imagen del parlamento autonómico iluminado con la bandera en 2020. «La extrema derecha aún no lo presidía y no había impuesto su discurso de intolerancia. Una prueba más de que los avances sociales, en derechos y en educación, no son irreversibles».

Desde la dirección del grupo parlamentario del PP, consultada por Ical, respondieron que su preocupación está en «el precio de la luz, del gas y la manipulación que hace el PSOE de las instituciones a su favor» y no en la polémica sobre la bandera. Recuerda la agencia de noticias que en la última Junta de Portavoces de las Cortes no hubo acuerdo para la lectura de una declaración institucional en el Pleno del pasado martes por el rechazo de Vox y el silencio del PP.

La explicación de Vox Castilla y León a su negativa a lucir la bandera en las Cortes fue que no se trata de un colectivo vulnerable. «Las Cortes tienen por norma general dar visibilidad a los colectivos vulnerables, especialmente silenciados, enfermedades o discapacidades. El LGTBI no es ninguna de las anteriores», señalaron.

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