«El ambiente en el consejo rector es muy bueno, está muy implicado»

Con las aguas más calmadas y la campaña recién finalizada, Medrano asegura que en estos momentos «el ambiente en el consejo rector es muy bueno, yo estoy encantado, es un consejo que está muy implicado, tomando decisiones difíciles pero que hay que tomarlas».

Esas decisiones afectan al día a día, «la fábrica tiene que mejorar y hay que hacer ajustes para ser eficientes en una situación que no es propicia para nada. Si el año hubiera sido normal en cuanto al funcionamiento, sin covid, estaríamos encantados». En el sector el consumo de azúcar ha caído un 20% como consecuencia de la pandemia. Otra de esas medidas «que no gustan a nadie», tiene que ver con el traslado de las oficinas de Valladolid a la fábrica de Olmedo o, como precisa Medrano, «el cambio del centro de trabajo». «Cuando se cierra la fábrica de Valladolid ya se plantea el traslado a Olmedo, pero no se toma la medida por comodidad o porque todo funcionaba bien», recuerda. «Esto viene arrastrado desde hace mucho tiempo, pero por lógica las oficinas tienen que estar en Olmedo, es una decisión importante para el consejo rector y la tiene que asumir».

En estos momentos la gestión de cambio se encuentra en la recta final de la negociación entre el comité de empresa y los trabajadores, y una vez que se alcance el acuerdo, se contará con un mes más para iniciar el trasladado. «Nos iremos poco a poco para allá, ¿que nos duele? A mí el primero, porque estás acostumbrado a estar en Valladolid, pero la empresa te pide otras cosas».

Asume que «habrá puestos que estén duplicados y se tendrán que tomar decisiones; se intentará reubicar al personal, se hará respetando todos los derechos, haciéndolo lo mejor posible».

Otro asunto que generó cierta polémica fue la elección de un consejero delegado. En opinión del presidente «se dio más importancia al tema de la que tenía, quizás no se planteó en el momento más afortunado. No era el momento porque había asuntos más importantes, la covid nos estaba impactando». La elección, asegura, será «a posteriori, cuando nos dejen las circunstancias, pero trabajamos contra corriente».

La normativa derivada de la pandemia también impidió la celebración de la asamblea general. «No se nos ha permitido ese encuentro con los socios» y, a pesar de que apela a los esfuerzos que se han hecho en comunicación interna a través de diferentes canales, «nos ha dolido mucho la suspensión por todo lo que implica el contacto directo y la necesaria comunicación bidireccional». Considera poco factible organizar una convocatoria de forma telemática «porque no tendría las garantías suficientes» y se muestra esperanzado de que en primavera mejoren las condiciones y pueda desarrollarse.

Desde un punto de vista agrario, la campaña de la remolacha en Olmedo ha durado 105 días, y se han molturado 1.126.000 toneladas. La media recogida por hectárea ha sido de 109 toneladas, «algo que se ha visto favorecido por la buena siembra que se pudo realizar en el mes de febrero, las condiciones fueron muy buenas y el desarrollo también. Ha sido una gran campaña, para mí histórica, por el rendimiento por hectárea y porque hemos conseguido extraer más azúcar».

La media de molturación diaria ha superado las 10.000 toneladas frente a las 9.200 del año anterior. «Se han hecho trabajos de pequeño coste en la fábrica que, con poco dinero, se traducen en mucho rendimiento».

Acor tenía contratadas 10.480 hectáreas y el deseo es moverse entre las 12 y 13.000. El precio de 42 euros podrá verse incrementado porque se subvencionará la semilla, «eso puede suponer 1,80 euros por tonelada, el socio puede llegar a cobrar 44 euros la tonelada, eso es muy real, puede hacer muy rentable y atractivo el cultivo». Medrano concluye que el producto «sigue siendo rentable, no con el margen de antes, y de ahí el desencanto», pero apela al tiempo en la gestión de la cooperativa: «No hay problema de nada y el compromiso sigue adelante