Alain Saldaña: «Los hosteleros deberíamos potenciar la marca Salamanca»

Alain Saldaña requiere de sus colegas de profesión en la ciudad una mayor «puesta en valor» de la marca Salamanca. «Salamanca es una ciudad elegida y escogida, nadie viene aquí porque los precios sean más o menos baratos sino porque se quiere conocer y disfrutar de todo lo que ofrece este lugar». Por ello, a juicio de Alain Saldaña, los hosteleros charros deberían «ser conscientes» de esa «alarmante» situación y «reposicionar los precios en un mercado en el que debemos estar».

«Hay que eliminar los miedos a lo que puede pasar, a la crisis económica y ser mucho más valientes a la hora de valorar la noche de hotel en la ciudad», añade el presidente hostelero. A su juicio, lo ideal sería que los precios se posicionaran «en una horquilla entre cinco y diez euros más que ahora, eso sería lo esencial para poder sostener los negocios». Negocios que han sorteado la crisis durante estos años, soportando subidas de costes y apurando los precios para mantener la clientela. «Una dinámica imposible de mantener por mucho más tiempo», como la define Saldaña, que aboga por un consenso general para acabar con la «guerra de precios» que existe en el sector y las malas prácticas de algunos empresarios. «Evidentemente no podemos llegar a un acuerdo concreto porque eso no sería legal, pero sí podemos darnos cuenta de lo que nos merecemos, y de la necesidad de poner en valor la marca de la ciudad en el circuito internacional turístico».

Salamanca es una ciudad «con caché y prestigio», y la bajada de precios en hostelería no debe poner en riesgo esa imagen, añade el presidente de la hostelería, que señala que los precios pueden variar mucho entre los diferentes tipos de hoteles que hay en la capital. «No es lo mismo un hotel de cuatro estrellas situado en el centro, en el que el precio puede rondar los 75-80 euros, que uno de la misma categoría pero situado en el alfoz o en un polígono, que se queda en los 45-50 euros por noche». En definitiva, y pese a las variaciones lógicas de los precios derivadas de factores geográficos, los hosteleros salmantinos estarían «felices si entre todos pudiéramos alcanzar el consenso de revalorizar nuestra oferta»

En cuanto a las perspectivas de futuro, el 2014 se presenta para el sector hostelero como el año de la «recuperación a todos los niveles». Las esperanzas puestas, por ejemplo, en la temporada de primavera, con la Semana Santa como gran cita en el horizonte, son muy importantes y no están basadas en suposiciones sino en pruebas, como la buena cifra de reservas del fin de semana 'de los enamorados'. «Estamos contentos porque parece que ya empiezan a cuajar las reservas, así que las expectativas son halagüeñas», afirma Alain Saldaña, «positivo por naturaleza», actitud que trata de hacer llegar a sus colegas. «Este año va a ser el de la recuperación y estoy convencido de que 2015 será el de la consolidación», concluye.