Tormenta artística con la Luna Llena
El plenilunio cultural se alza sobre los espacios de la Alameda del Parral en la noche estival
PEPE TOVAR
Domingo, 21 de julio 2013, 01:54
Corren tempestuosos tiempos políticos y, en lo meteorológico, también fue tormentosa la jornada de este sábado, que hizo que muchos estuvieran pendientes del cielo. Los truenos amainaron y se plegaron en el firmamento para despejar una noche muy especial. Solo unas horas antes los chubascos caídos en la ciudad amagaban con ensombrecer y aguar el plenilunio de otra Noche de Luna Llena y sus 35 actos que la hacen resplandecer en el calendario estival. Nadie ha querido pensar en la suspensión. Felizmente esa luna ha brillado en el arranque del carrusel de citas, aunque algunas gotas han amenazado con deslucir el evento a partir de la medianoche.
Después de tanta tormenta, no ha llegado la calma (como reza el dicho), sino el ajetreo de expresiones y disciplinas artísticas. El trueno que más se se ha escichado fue el descargado por la cultura en sus más diversas manifestaciones. A las ocho de la tarde empezaba en el Acueducto el paseo musical protagonizado por los integrantes de la banda de la Unión Musical Segoviana. A la misma hora partía otro séquito de sones y ritmos, en este caso encabezado por la Escuela de Dulzaina de Segovia.
Ambas formaciones tocaron alegres melodías para el público, que participó activamente en los cortejos. Ya en el entorno de la Alameda del Parral, el olor a hierba mojada dejaba intuir una noche singular. A las ocho y media de la tarde han comenzado oficialmente los actos de la séptima Noche de Luna Llena de Segovia. El más reclamado, la bautizada como 'Piara fantasma', un conjunto de cerditos hechos de yeso y decorados al gusto de artistas de la capital segoviana, como el humorista gráfico de El Norte de Castilla, José Orcajo, Carlos Muñoz de Pablo, Eloísa Sanz, Luis Moro o Raúl Bravo, entre muchos otros. Una amplia gama de pequeñas figuras del emblema gastronómico de la ciudad a cada cual más original y divertida. El público, que ha respondido una vez más a la llamada del plenilunio cultural, no ha perdido la ocasión de hacerse fotos con las esculturas.
Diversos actos para todos
A través del recorrido por el resto de la Alameda del Parral, el visitante ha podido descubrir una gran cantidad de propuestas: un ajedrez gigante y unas mesitas para que la gente jugase sus partidas y pasase un agradable rato con uno de los juegos mas antiguos que se conoce. Llamativas fueron también las propuestas de Los Vegetas y Seres Lunáticos, seres humanos que paseaban entre la gente disfrazados con curiosas ropas, zancos y pintados totalmente de colores. Hicieron las delicias de los más pequeños que se acercaban a fotografiarse con ellos. Para hacer más especial la noche, el camino de arena de la Alameda estaba decorado con unas pequeñas velas que ya de noche, embellecían aún más si cabe la atmósfera.
Otra de las actividades que másha llamado la atención ha sido la animación de la luna en una burbuja, en la que pompas gigantescas de jabón rebotaban unas con otras. Mientras, una instalación interactiva denominada 'El hombre que se tragó la luna' divirtió enormemente a los visitantes, ya que el propio espectador podía jugar el papel de titiritero en una pequeña historia que parecía ser narrada por los mismos árboles.
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.