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MIGUEL ÁNGEL LÓPEZ
Miércoles, 19 de junio 2013, 13:37
La vegetación de la ciudad y de todos los núcleos del municipio de Segovia y sus alrededores luce espléndida. Las abundantes lluvias de esta primavera han empapado la tierra y dado vigor a las plantas. El arbolado, las flores y las matas de los jardines públicos y privados están como pocos años. El riego no ha sido necesario, pero los cuidados para mantener todos los espacios verdes en las debidas condiciones son más necesarios que en otras temporadas más secas, por estética y por seguridad. Y de cara al verano, la abundancia de vegetación natural o espontánea entraña un riesgo de incendio que hay que minimizar. La Concejalía de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Segovia ha remitido una carta a los propietarios de fincas en las que les recuerda que deben cumplir el deber de conservación de los terrenos y, ante el elevado riesgo de incendio, les advierte de que de no limpiar los terrenos antes de que se agosten, podrá imponerles sanciones de hasta 1.500 euros.
Son 18 las fincas que existen en el municipio cuyos titulares han sido requeridos por la Concejalía para que cumplan con este deber de conservación, de acuerdo con la Ordenanza Municipal de Parques y Jardines. Están situadas en el barrio de San Lorenzo, al lado de la carretera de San Rafael y junto a la antigua carretera de Villacastín, en el triángulo ente la calle de San Gabriel y la avenida Padre Claret y en el sector Plaza de Toros, en el nuevo barrio de la Comunidad de Ciudad y Tierra de Segovia, según comenta la concejala de Medio Ambiente, Paloma Maroto.
La obligación se extiende a los terrenos descritos en la ordenanza como «espacios ajardinados y arbolados, terrenos dedicados al uso tradicional hortícola y aquellos suelos no alterados por el proceso urbanizador o de edificación, así como los restos de vegetación natural o espontánea». Repartidos por toda la ciudad y todo el término municipal, la mayor parte de estos espacios suelen ser conservados por los propietarios, pero algunos de estos terrenos no se ocupan ni cultivan, y la vegetación crece a sus anchas.
La ordenanza, en el artículo 15, establece la obligación de «controlar por la propiedad el crecimiento de la vegetación dentro de unos límites, de forma que no se ponga en riesgo la seguridad del tránsito, tanto peatonal como de vehículos, en la vía pública», así como la de suprimir la que «por su estado vegetativo y tamaño propicie una situación de elevado riesgo de incendio», obligación que implica acometer «labores de limpieza y desbroce, en especial antes del inicio de la época estival».
Multas y sanciones
Así lo recuerda la Concejalía en su comunicación, en la que también advierte a los propietarios de que los servicios municipales inspeccionarán las fincas «una vez se haya alcanzado el estado de agostamiento de la vegetación», es decir, la pérdida de la humedad que la hace fácilmente inflamable, y si se comprueba que no se han desbrozado, «se iniciará el correspondiente procedimiento de ejecución forzosa por parte del Ayuntamiento», con la posibilidad de imponer «multas coercitivas hasta el límite del deber legal de conservación», hasta que el propietario ejecute totalmente lo dispuesto.
Estas multas, según el Reglamento de Urbanismo de Castilla y León, pueden ascender al 10% de la valoración de los trabajos que se establezca, pero son compatibles con las sanciones por infracción grave de la ordenanza que oscilan entre 301 y 1.500 euros.
Rebaños en la dehesa...
Además de las 18 fincas citadas hay otras, muchas de ellas municipales, donde actúa el Ayuntamiento para prevenir el riesgo de incendios. Son las situadas en las laderas del parque del Cementerio hasta San Gabriel, en toda la parte posterior del barrio de La Albuera, hasta el camino de Las Arenas, y el Alto Clamores, entre el colegio de Nueva Segovia, los alrededores del Castilla y el camino de Baterías.
En estas zonas la Concejalía de Medio Ambiente ha utilizado en los últimos años un «sistema ecológico, asequible para los propietarios y bueno para el Ayuntamiento», señala Maroto. Se trata de la utilización de rebaños de ovejas para lo que la Concejalía ha llegado a un acuerdo con un pastor de La Lastrilla puestos a carear en el terreno para que se coman las hierbas. El sistema no lo han podido utilizar este año en el Pinarillo, «una zona sensible y muy transitada que nos tiene siempre en vilo en verano», porque las hierbas estaban ya muy altas, pero Maroto indica que el servicio de Medio Ambiente de la Junta está de acuerdo en que se emplee cuando sea posible.
...y caballos en San Lorenzo
También se utilizan caballos. Este es el tercer verano que la Concejalía autoriza a los dos propietarios de las fincas situadas junto a la calle Antonio Coronel para que introduzcan varios animales que, al ser muy voraces, reducen de forma considerable la vegetación. En estos espacios, antiguas huertas en desuso, las plantas han alcanzado un tamaño considerable. «Están tan altas que no sabemos si los caballos podrán reducirlas lo suficiente antes de que se agosten», señala Maroto, y advierte de que «si no tendrán que rematar el trabajo los propietarios segando la vegetación mientras esté verde».
La concejala indica que «con las últimas lluvias todo está todavía bastante verde», pero augura «un verano problemático porque hay mucha vegetación y podemos tener mucho más riesgo de incendios». Es por eso que Maroto apela a todos los propietarios de fincas, a los que han sido requerido y también a las comunidades de vecinos con espacios ajardinados, para que las mantengan en condiciones de salubridad, no solo porque es obligado por la ordenanza sino por sentido común para minimizar la posibilidad de que prenda el fuego. En unas semanas, los técnicos municipales inspeccionarán los terrenos para ver si se ha seguido la recomendación.
Los incendios de pastos se han duplicado en los últimos tres años
Los bomberos de Segovia asesoran a la Concejalía de Medio Ambiente sobre las fincas que pueden ser más problemáticas y los terrenos en los que es interesante segar la vegetación espontánea para reducir el riesgo de incendios. El intendente jefe del Servicio de Extinción de Incendios, José Luis del Pozo, apunta que muchos de estos lugares están en el extrarradio de la ciudad y reconoce que, igual que la Concejalía, los bomberos también están preocupados este año porque «la vegetación está el doble de alta. Hay un mayor riesgo potencial».
Comenta Del Pozo que poner en marcha los mecanismos de ornato y seguridad de las parcelas que contempla la Ordenanza de Parques y Jardines es fundamental como labor preventiva, sobre todo porque «año tras año van aumentando los pequeños siniestros asociados a la vegetación». De hecho, prácticamente se han duplicado, según los datos que ofrece el jefe de los bomberos. En 2010, el servicio realizó 26 salidas para apagar fuegos de pastos; en 2011 fueron 32 las intervenciones por los mismos motivos, y el año pasado aumentaron a 46.
En todos estos incendios influyeron las condiciones climáticas, pero los bomberos también han detectado que aumentan otros factores de riesgo, como la existencia de cristales abandonados procedentes del botellón o la falta de cuidado de las zonas verdes, de ahí su llamamiento para mantener en estado de salubridad la vegetación de estos espacios, para realizar las tareas preventivas, «y también la limpieza de los patios interiores de las urbanizaciones» porque «con que haya dos que no lo hayan hecho, el riesgo ya es elevado».
A José Luis del Pozo le preocupa sobre todo la situación del extrarradio y las zonas verdes próximas a las viviendas que «todos los años suelen dar problemas»: el Pinarillo, la zona del Alto Clamores, la de Tío Pintao, el campo cercano a Nueva Segovia y «en general todo el terreno rústico fuera del casco».
Aparte de la prevención, el servicio deExtinción aumentará la plantilla este verano con dos contrataciones de doce horas, lo que permitirá contar con dos efectivos más diarios, nueve en total y más guardias localizadas, que pasarán de cuatro a seis, con lo que también podrán hacer dos salidas para siniestros pequeños a la vez, comenta Del Pozo. «Es un poco más que otros años, y nos posibilitará atender mejor el servicio de cara a una temporada estival en la que también tenemos más sensibilidad hacia el riesgo de pastos porque la vegetación está el doble de alta que el año pasado».
El riesgo se acrecentará cuando toda esta vegetación se seque. Si se produce el fuego, «cuanto más seca esté más rápido se propaga, incluso sin aire, y si hay viento es mayor el riesgo de que el humo llegue a las viviendas y de que el foco pueda saltar 50 metros y extenderse», destaca el jefe de los bomberos. «Por eso es muy importante mantener las fincas urbanas y rústicas en el estado de salubridad que marca la ordenanza», concluye.
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