«El servicio secreto español ha funcionado muy bien frente a ETA»

Espías y traidores. Los 25 mejores agentes dobles de la historia' (de ediciones la Esfera de Libros) es el atrayente título de la última publicación rubricada por quien está considerado como el máximo especialista español en materia de espionaje. El periodista y escritor Fernando Rueda ha visitado este jueves la librería segoviana Entre Libros para desgranar los sueños, las pesadillas, las ambiciones, los secretos, miedos y finales de algunos de los protagonistas de su última obra. En esa lista de 25 nombres, Rueda incluye cinco españoles, como Joaquín Madolell o Luis González-Mata, espía de Franco. En su libro «todos son espías, pero no todos son traidores y no todos son héroes».

En su libro repasa 25 historias personales. ¿Guarda predilección por alguna de ellas?

Depende porque cada uno es un misterio. A cada personaje dediqué íntegramente dos semanas para analizar su vida y todos guardan historias fascinantes. Uno, por ejemplo, me fascinó por el hecho de que traicionase por amor; de otro me cautivó que traicionara al sufrir chantaje por ser homosexual; de otro me fascinó que fuera capaz de trabajar al mismo tiempo para la CIA, KGB, Argelia y Francia.

¿Cuál es el mejor servicio secreto que existe en la actualidad?

El de Estados Unidos. La CIA tienen más medios y más personas. Luego el KGB ruso está un peldañito por debajo. En cuanto al Mosad israelí, con menos gente, es capaz de llevar a cabo las misiones más arriesgadas en los momentos más complicados.

¿Y qué nivel tiene el servicio secreto español?

España está en un tercer nivel. Hace un trabajo y lo hace muy bien. Esto no es, como dicen algunos, la agencia de Mortedelo y Filemón. Las ambiciones y los objetivos no son comparables. Hay 3.500 personas que trabajan en el servicio y son muy buenos. Por ejemplo, con ETA se ha funcionado muy bien; y aunque el terrorismo islamista nos pilló con el carrito del helado, ahora hay cientos de agentes dedicados a detectarlo, aunque eso sí, a toro pasado después de los atentados. Ahora también tenemos un problema que nos ha pillado desprevenidos, que es el económico.

¿Cómo se prepara un agente doble para jugarse la vida?

Mikel Lejarza me explicó que se trataba de dividir el cerebro en dos partes. Una parte recogía la identidad real, las vivencias y pensamientos de la persona; y otra representaba la identidad asumida. Después hay que llevar esta doble vida durante mucho tiempo. Te vuelves loco porque tienes que mentir continuamente, no solo a tus jefes, sino a tu mujer, a tus hijos, a tu familia.