El Ayuntamiento de Almazán podría dejar de pagar a los empleados públicos por la crisis

El alcalde de Almazán, José Antonio de Miguel, teme que si la situación de crisis económica se mantiene el ayuntamiento podría tener en breve dificultades para pagar las nóminas de los empleados públicos. De momento ha aprobado una operación de tesorería de 500.000 euros para poder afrontar los 150.000 euros mensuales que suman las nóminas de los 100 trabajadores municipales. De Miguel acusa a su antecesor, el socialista Ángel Núñez, de «haber propiciado esta situación porque ha dejado muchas deudas pendientes que no reclamó en los cuatro años de su legislatura». El ayuntamiento de Almazán tuvo un presupuesto de 6,5 millones de euros en 2011 y debe 5,3 millones. Como ejemplo, los 62.000 euros que debe el adjudicatario del centro de turismo rural de La Dehesa que el ayuntamiento va a rescindir por impago durante los últimos cuatro años. El consistorio reclamará ahora el pago a los adjudicatarios «recurriendo a los tribunales si es necesario».

Otra deuda, en este caso que asciende a 5.000 euros, es la suma de las cuotas de la Asociación Ibérica de los municipios de la Ribera del Duero que no se han abonado en los últimos cuatro años. El Ayuntamiento de Almazán se dará de baja porque la integración en la asociación no aporta ningún beneficio, «pero antes tenemos que abonar la deuda contraída en la pasada legislatura».

Y por si fuera poco, la Junta de Castilla y León ha comunicado al ejecutivo adnamantino que suprime las ayudas para las residencias en municipios de menos de 20.000 habitantes, por lo que dejará de percibir los 18.000 euros anuales que venía recibiendo para la residencia municipal Virgen de Guadalupe. «El gobierno autonómico recomienda en el comunicado que se compense con un incremento de las tarifas, pero hemos decidido sólo cobrar a aquellos que reciben ayudas por la ley de Dependencia una parte de las mismas por lo que a los válidos no les afectará en sus pagos».