Friber abre una nueva planta cárnica con la que multiplicará el empleo y la producción

El polígono industrial de San Román de Bembibre (León) se convirtió ayer en el mejor ejemplo de que la innovación tecnológica aplicada a la tradición en la elaboración de productos agroalimentarios puede ser la mejor forma para superar la crisis económica y lo hizo de la mano de la empresa Friber, propietaria de Embutidos Pajariel, que inauguró sus nuevas instalaciones. Una planta cárnica de 8.500 metros cuadrados en la que se han invertido quince millones de euros y que coloca a esta industria como una de las más destacadas de la región. Fue la consejera de Agricultura y Ganadería de la Junta de Castilla y León, Silvia Clemente, la encargada de abrir de manera oficial las puertas de esta planta cárnica berciana que a partir de ahora incrementará un 25% su producción y duplicará su plantilla, pasando de los 70 trabajadores de la actualidad a más de un centenar, además de . De hecho, Clemente la colocó como un ejemplo de desarrollo empresarial y de apuesta por el sector cárnico, que, a nivel regional, constituye la primera rama de actividad de la industria agroalimentaria con más de 800 empresas y un total de 12.301 personas empleadas.

Hasta el momento, la fábrica matriz de Embutidos Pajariel se ubicaba en Ponferrada. Aquí se fabricaban los embutidos que ahora se harán en San Román de Bembibre. La eficiencia y el aumento de la producción se consiguen precisamente con la optimización de los recursos. La planta ponferradina se destinará ahora a la elaboración de jamones, cecinas y lacones, salazones de larga duración en general. Mientras tanto, el nuevo edificio se dedicará a la producción de embutidos tanto cocidos -botillo, bacon, lacón-, como curados -chorizo, lomo o salchichón-.

Si Friber funciona bien, también el sector ganadero lo hace. Y es que las estimaciones apuntan alto. Aumentar la producción de esta industria cárnica supondrá también un incremento en el consumo de materia primas a ganaderos, aseguró la consejera del área, especificando que la empresa pasará de consumir 840 toneladas anuales de carne de porcino a 2.400, y de 360 toneladas al año de bovino a más de mil. Para ello, las instalaciones cuentan con las más modernas tecnologías y están dividas en cuatro grandes áreas: un espacio dedicado a la elaboración de cocidos, otro a embutidos, un área de lavado y una cuarta zona de envasado.

Más productos con IGP. Si todo lo dicho fuera poco, el aumento de las materias primas repercutirá también en el incremento de productos con Indicación Geográfica Protegida (IGP), concretamente Cecina de León y Botillo del Bierzo. Una afirmación avalada por datos. El año pasado, Embutidos Pajariel marcó más de 12.300 piezas de cecina bajo la figura de calidad, el 14% del total. Ahora, con las nuevas instalaciones, la empresa triplicará el número de cecinas marcadas. Lo mismo pasará con el embutido rey del Bierzo. En el 2010, Friber elaboró 40.000 botillos, un 15% de los comercializados con IGP. Se prevé ahora un incremento del 10%.

Castilla y León, una de las principales productoras de carne. Con 743.221 toneladas anuales, Castilla y León es una de las comunidades autónomas que encabezan el ranking en la producción del sector cárnico de España, produciendo un 13% del total nacional. Dentro del mismo, los sectores porcino y bovino son los que más tirón tienen. Una buena posición que es generalizada en el sector agroalimentario. Según los datos aportados por la Consejería de Agricultura y Ganadería, entre el 2004 y el 2009 el empleo en este sector se incrementó un 8%, habiendo creado 2.724 nuevos puestos de trabajo, mientras que en el conjunto de España disminuyeron un 3% en el mismo período -11.360 empleos menos-. Además, sólo Castilla La Mancha, Asturias y Galicia muestran un crecimiento del empleo en el sector agroalimentario positivo, pero con porcentajes muy inferiores a los de Castilla y León.