¡Ozú, qué sopor!

En alguna página meteorológica de Internet he leído que el fin de semana puede llover. Espero que no, sobre todo por la corrida del sábado en la que torean tres de Valladolid, Manolo Sánchez, ayer de nuevo en el callejón, Leandro y Joselillo, que se sentaba en el tendido seis. También andaba por allí su padre, José Miguel Pérez. Pero, por favor, que refresque un poco. ¡Ozú, qué calor! La tercera de abono de la Virgen de San Lorenzo no logró despertar más interés que la anterior. Así que había un cuarto de plaza raspado. Tampoco se perdieron nada. ¡Ozú, qué sopor! Y para colmo, una nube de mosquitos al atardecer. Hoy será otra cosa con el mano a mano de Morante de la Puebla y Sebastián Castella.

Para remate, en un momento dado, el público mandó callar a la banda. Que me perdone la Asociación Musical Iscariense (que lo hace muy bien), pero el silencio es el tercer personaje en esta representación. Fue en el cuarto de la tarde, que lidiaba Antonio Ferrera. En el quinto, menudo susto, el morlaco parecía contagiado por los pasodobles taurinos y se puso a bailar sobre Antonio Barrera. La cosa no fue a más y, después del pateo, el torero sevillano mató a su enemigo. El que casi no pudo rematar a su segundo fue el riojano Diego Urdiales. Tuvo que perseguirle por el ruedo. Al menos, en el primero pudo ponerse por encima del toro. Una faena que agradeció Luis Martínez, presidente de la Asociación Taurina Nuestra Señora de Legarda (Navarra), la más numerosa de España con 2.300 socios. El responsable de la peña enviaba mensajes a los periódicos navarros y riojanos. Por la plaza había otros seguidores de Urdiales, como Pablo García, Maribel San Miguel, Luis María Sainz, Pablo Amillano y Manolo González.

En el tendido uno se encontraban el director general y el director de EL NORTE DE CASTILLA, Ignacio Pérez y Carlos Aganzo, acompañados del director comercial, Manuel Salgado, y el jefe de Publicidad, Domingo Rodríguez; con ellos acudieron Víctor Alonso, de Brico Depot, y Alfonso Sanz, de Merkamueble. Seguro que ustedes han escuchado más de una vez el concurso publicitario de la Ser en el que Carlos Flores reparte premios a a los que aciertan. Ya saben, «Merkamueble, dígame».

Pilar Fernández Pastor, diputada provincial del PSOE y jefa de la oposición en el Ayuntamiento de Cigales, y su marido, Teodoro Reca, se sentaban en tabloncillo del tendido siete. En el uno había otros compañeros de filas socialistas, como el concejal y portavoz en la Diputación, Juan José Zancada; Fernando Verdugo, asesor del grupo; Fernando Crespo, profesor de Derecho Civil en la Uva; y los alcaldes de Fresno el Viejo, Ángel Navarro, y de Serrada, José Antonio Alonso. El alcalde popular de Íscar y diputado, Alejandro García, acudió en compañía de su tío Antonio Sanz.

A la búsqueda de abonados. Algunos quedan como el abogado Santiago Rodríguez-Monsalve, siempre acompañado por su hijo Arturo Rodríguez-Monsalve, de la Cámara de Comercio. Por cierto, el presidente de la institución cameral, José Rolando Álvarez, compartía burladero con el alcalde, Javier León de la Riva; y el futbolista José Antonio García Calvo. En el callejón vimos al cronista taurino Fernando Fernández Román. El bodeguero Javier Moro estaba con su amigo Gonzalo Recio, que ahora se dedica a promocionar productos mexicanos en Europa, como el tequila.