Decenas de clientes piden información por la nueva factura mensual de la luz

«Sí hemos recibido consultas, pero reclamaciones, ninguna. De los cien clientes que pasan al día por nuestras oficinas físicas, como la que hay en Palencia en Master Oregón, en la calle Pedro Romero, sesenta preguntan por la facturación del recibo», señalan desde la empresa Iberdrola. «Lo estamos haciendo bien, siguiendo las mismas pautas», apostillan.

Y es que decenas de usuarios han acudido desde principio de año tanto a la sede física de la compañía eléctrica como a las distintas asociaciones de consumidores a reclamar lo que consideran facturas desorbitadas de la luz, además de intentarlo en el teléfono de información 901 202 020.

Unas cuarenta quejas acumula ya la Unión de Consumidores de Palencia, cuyo presidente, Alberto Arzúa, explica las 'sorpresas' que van a llevarse algunos usuarios tras el cambio de la facturación de bimensual a mensual coincidiendo con la subida del precio (el 5,6% desde el 1 de enero).

«En Palencia lo vamos a notar más cuando pasemos de verano a otoño, porque la gente que tiene acumuladores y no los usa en época estival, después les sube mucho el consumo», asegura Arzúa.

La empresa Iberdrola aclara que «en ningún caso» están aplicando «la tarifa del 2009 a los consumos del año anterior», y añade que «las lecturas continúan siendo como antes», es decir, bimensuales, de ahí que las facturas mensuales -la primera fue la de diciembre- estén llegando primero con la lectura real (diciembre), después con una estimación sobre el mismo mes del año anterior (enero) y, por último, «se regulará el dinero cobrado con una nueva lectura real en la próxima factura (la que está por llegar este mes)». Será en ésta última donde se descontará «la diferencia entre la estimación anterior en el caso de que sea superior al consumo real».

El presidente de la UCE reconoce que hasta que no llegue la factura de febrero no se podrá comprobar si se han cometido errores, y pide a los consumidores que adquieran a partir de ahora la costumbre de apuntar cada mes la lectura de sus contadores para después comprobar si lo que les cobran es lo que han gastado.

«Al hacer una lectura estimada a la baja, se puede luego aplicar un recargo por consumo excesivo que no se ha producido en un mes. Lo que reclamamos es que se tenga en cuenta la lectura real, que se prorratee ese recargo entre los dos meses y que no se aplique en un solo mes», incide Alberto Arzúa, antes de aludir a ese recargo de 0,02839 euros por cada kilowatio que se exceda de los 500 fijados.

La UCE reclama además a las empresas que, al menos, sustituyan sus teléfonos de información 902 y 901 por números gratuitos 900 para evitar que las quejas puedan resultar incluso más caras que el propio dinero reclamado.

Organizaciones como la propia UCE presionaron al Gobierno para lograr que la Comisión Nacional de la Energía (CNE) iniciara la semana pasada una investigación sobre los protocolos de cálculo usados por las distintas compañías.