La empresa de asientos Treves pide 60 días de regulación para su plantilla y propone 22 despidos

La empresa Treves Castilla y León, filial de la multinacional francesa auxiliar del sector del automóvil y radicada en la localidad vallisoletana de Aldeamayor de San Martín, anunció ayer a la plantilla la inminente presentación de un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que afectará a los 220 trabajadores que componen la plantilla y que contempla sesenta días de parada de la producción. En esta ocasión, el expediente incluye también la extinción de una veintena de empleos, lo que supondría los primeros despidos directos provocados en este caso por la crisis que sufre el sector de la automoción.

Treves fue autorizada en el mes de noviembre último a la aplicación de un expediente de regulación de 37 días laborables, de los que a cada integrante de la plantilla queda aún por cumplir entre 15 y 20 días de parada, según explicó ayer el secretario provincial de FIA-UGT, José Antonio Fernández en rueda de prensa. El nuevo expediente solicitado aumentaría en otros sesenta días la parada para el año 2009, pero incluye como novedad respecto al anterior la petición de licencia a la autoridad laboral para la extinción de 22 contratos. Si bien los trabajadores que componen la plantilla y los sindicatos que los representan UGT y CC.OO, son conscientes de los momentos de dificultad por los que atraviesa el sector, se mostraron dispuestos a hacer un «nuevo sacrificio» y a sentarse a negociar con la empresa este ERE, al igual de lo que hicieron con el primero. Si bien, ayer advirtieron de que rechazarán los planes de Treves de recortar la plantilla en más de veinte empleos.

José Antonio Fernández anunció que de ninguna de las formas aceptarán la extinción de veinte puestos de trabajo de esta empresa, cuya actividad se centra en la fabricación de aislantes y asientos para automóviles, y que tienen como principales clientes a Renault y también al grupo PSE (Citroën y Peugeot), además de a Volkswagen y Grupo Antolín.

Sin despidos

Fernández resaltó que Treves cuenta con centros de trabajo en Cataluña y en Galicia en los que también ha presentado otros ERE que no incluyen extinción alguna de puestos, a diferencia de lo ocurrido en Aldeamayor. «No queremos convertirnos en conejillos de indias. Sí estamos dispuestos a negociar un nuevo ERE suspensivo, a sacrificarnos nuevamente, pero la empresa también tiene que sacrificarse», indicó.

El responsable sindical resaltó que ninguna empresa en España está presentado expedientes de extinción, con lo que Valladolid podría convertirse en la primera donde sí se llega a esta situación, al tiempo que hizo un llamamiento a la Junta, que tendrá que autorizar el ERE, para que «lo mire con lupa si le llega sin la aceptación de los trabajadores». Carlos de la Fuente, también de UGT, anunció por su parte que este sindicato, CC.OO. y la plantilla protagonizarán una «respuesta contundente» en forma de movilizaciones en el supuesto de que Treves extinga la veintena de puestos anunciada de forma inminente, algo que, tal y como advirtió el sindicalista, se podría producir en las dos próximas semanas. Los afectados, cuyo despido estaría amparado en una bajada de la producción, cobrarían veinte días por año trabajado.

Otro representante de UGT y empleado en esta factoría, José Ignacio Peinador, aseguró que los trabajadores de Treves se sienten «engañados» tras haber aceptado un primer expediente «por responsabilidad» y ahora encontrarse con un segundo sin que la empresa haya presentado una plan de viabilidad. Peinador indicó que los problemas en Treves comenzaron en marzo del 2007, a raíz de que su plantilla, con una media de entre 30 y 35 años, asumiera parte de la extinta Promotriz, ubicada en el polígono de San Cristóbal, en Valladolid capital, informa Europa Press.