Faltan ovejas negras
Una finca salmantina cría una variedad ovina de merina en peligro de extinción, de la que en España apenas quedan mil cabezas
SILVIA G. ROJO
Jueves, 18 de septiembre 2008, 02:31
Si en todas las familias existe, al menos, una oveja negra, en la finca salmantina de Los Talayos, las ovejas negras se cuentan por cientos. La merina negra, especie en peligro de extinción, convive en esta explotación ganadera junto a los cerdos y los toros de lidia que crían los Herederos de Manuel Santos Alcalde. «En la explotación contamos con 160 ovejas merinas negras puras, es decir, todas ellas están certificadas y con su correspondiente puntuación», explica Manuel Santos, uno de los propietarios de la dehesa.
Esta variedad, tan común en otros tiempos, ha pasado a ser un animal en peligro de extinción y apenas están censadas un millar en toda España. El ganadero comenta que «hace cien años eran muy comunes pero como la lana no servía, se intentó eliminarlas».
De hecho, era más sencillo tintar la lana blanca que la negra a la hora de fabricar ropa, incluso, el propio pelaje no se acaba de definir y parece mezclar a partes iguales pelo y lana.
Este tipo de oveja, «un poco recia y más difícil de manejar» -ya se sabe, oveja negra al fin y al cabo-, está primada por las administraciones con subvenciones más altas que las de la oveja blanca por lo que según Manuel Santos, «a día de hoy quizás sean algo más rentables que las blancas porque a pesar de que la carne vale igual, están más primadas con el objetivo, claro, de que se siga manteniendo y no desparezcan definitivamente».
En el caso de las hembras, ninguna de las merinas negras que pastan en Los Talayos va al matadero ya que «son ovejas que se van vendiendo para la reproducción», constata el ganadero. No corren la misma suerte los machos, que finalmente, acaban en el matadero. Como todo rebaño que se precie, éste de merinas negras también cuenta con un pastor que vela por su seguridad y movimientos. Así, se podría decir que se trata de una pastora llamada Linda y que, a cuatro patas, vigila a las ovejas que paren, a las que se quedan rezagadas o perdidas del resto.
Pero la oveja merina negra, no es la única raza en peligro de extinción que se cría en esta finca de Ciudad Rodrigo. En el caso del vacuno, la berrenda negra es otra variedad amenazada que ya sólo se encuentra en determinados núcleos de Extremadura, Andalucía, Madrid y Castilla y León.
Se trata de una vaca que tradicionalmente ha estado ligada a las ganaderías de toros de lidia, usada como cabestros y para el arrastre y que tiene problemas de aprovechamiento de la carne.
La recuperación de esta raza de vaca está todavía muy poco avanzada aunque los Herederos de Manuel Santos Alcalde cuentan con 70 vacas berrendas en negro certificadas.
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