Prohibido ser 'emo'
Rusia quiere vetar en sus calles a estos jóvenes porque considera «peligrosa» su filosofía 'depresiva', a la que achaca una ola mundial de suicidios; en países como México sufren un rechazo que ha llegado a la agresión
GISELLE HIRATA
Sábado, 16 de agosto 2008, 03:37
Maquillaje marcado, flequillo que cubre la mitad de un rostro casi siempre pálido, piercings, ropa negra mezclada con tonos rosas y azules y que se combina con muñequeras de tachuelas, coloridos calcetines de damero, collares y pendientes con llamativos detalles de calaveras... Así se identifica a los 'emos', adolescentes que, igual que otros, viven dentro de su propia filosofía. La diferencia es que son personas que, según ellos mismos, disfrutan sumidas en la melancolía y sin miedo a expresar sus emociones. De ahí el apelativo que les identifica. Esta manera peculiar de actuar es lo que atrae a las nuevas generaciones, que abrazan esta moda como forma de marcar distancias de los patrones establecidos. Y aunque son inofensivos, los 'emos' no son bien vistos en la sociedad.
Mientras en México cunde la alarma por algunos ataques violentos contra ellos, en Rusia las autoridades quieren prohibir esta tribu urbana porque la consideran un «peligro para la estabilidad social». ¿El motivo? Los suicidios que se han registrado en los últimos tiempos entre miembros de esta tendencia. Es el caso de la británica de 13 años Hannah Bond, que se ahorcó en su cuarto después de decir a sus incrédulos padres que quería matarse. Algo similar ocurrió en Bolivia, donde Delmy Elizabeth Cartagena, de 14, fue encontrada sin vida junto a un cuaderno donde había descrito su «sufrimiento y deseo de morir».
Para entender de dónde viene la conexión entre suicidio y 'emos' hay que explicar cómo surge la tribu. Su denominación, el 'emocore', proviene de la corriente musical 'emotional hardcore' de los 80, definición atribuida a bandas del escenario punk que tocaban un rock con letras poéticas y románticas. Este género musical dio lugar a un buen número de grupos que hoy triunfan entre estos jóvenes con canciones oscuras y melancólicas que, a veces, hablan de muerte, pero como otras muchas bandas de estilos diferentes.
Cuchillas y agujas
Los grupos de referencia 'emo' son Tokyo Hotel, My Chemical Romance y Good Charlotte, por citar los más comerciales. En apariencia, los 'emos' se asemejan a los góticos, aunque estos se muestran más 'duros' y no comparten esa búsqueda de la sensibilidad que lleva a los 'emos' a desear una «vida basada en el sufrimiento, la tristeza y la melancolía», según los testimonios que pueden encontrarse en sus webs. También puede leerse que se autocastigan cortándose las venas con cuchillas o pinchándose con agujas de coser, aunque esto se refiera a casos extremos. Por ello, hay quien atribuye a este anhelo de existencia depresiva las decenas de suicidios entre 'emos' de todo el mundo.
Esta situación ha alertado a las autoridades rusas, uno de los países con más adeptos 'emos', que ven con miedo el avance de esta, a su juicio, «peligrosa tendencia adolescente», que será frenada si se aprueba un proyecto de ley presentado en el Comité Parlamentario de ese país. Según 'The Moscow Times', el documento, denominado 'Estrategia en la esfera de la educación espiritual y ética', pretende regularizar los espacios públicos donde los 'emos' se reúnen, sus webs y vestimentas -también las góticas, por la similitud en el estilo-. Ello supondría que estos chicos no podrían ir vestidos así a la escuela ni tampoco por la calle, con lo que la tendencia 'emo' dejaría de ser visible.
En defensa de esta ley se alinean los parlamentarios conservadores, que definen la cultura de esta tribu como «negativa y depresiva», capaz de «alentar el comportamiento antisocial y el suicidio». «Nuestras acciones no son contra los jóvenes que sólo escuchan las músicas 'emo', sino contra los que quieren hacerse daño, quitarse la vida o promocionar esos actos», explica Igor Ponkin, portavoz del Ministerio del Interior ruso.
Las protestas no han tardado en surgir entre los que defienden esta cultura. En los blogs y webs dedicadas al tema, 'emos' de todo el mundo manifiestan su frustración y descontento ante estas medidas que consideran «discriminatorias». En Siberia, donde estas leyes ya están en vigor, cientos de adolescentes se han manifestado portando carteles con lemas como «Un Estado totalitario inspira estupidez». También se han sumado a estas críticas cantantes y grupos 'emos' como, por ejemplo, el músico Dmitry Gilevich, de la banda rusa MAIO, que aprovechó para intentar acabar con generalizaciones absurdas y aclarar que «expresar emociones no está prohibido por ley». «Las personas piensan que los 'emos' son agresivos porque algunos se cortan las venas, pero esta cultura no está basada en el alma sino en la música», explica Gilevich.
«Golpear 'emos'»
La incomprensión hacia estos adolescentes es algo común en muchos otros países. En México han sufrido ya ataques violentos por parte de otras tribus urbanas, según el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación. En marzo, cerca de 200 jóvenes convocaron por Internet una 'quedada' en México DF para agredir a 'emos', anunciándola con mensajes como este: «Les invitamos a que vayan a golpear a los 'emos' este sábado por la tarde en los lugares que más frecuentan, el Zócalo y la Plaza Dorada. Vamos a encontrarnos en las calles para que aprendan a no estar donde no merecen». La Policía tuvo que intervenir para sofocar la batalla campal que se había originado entre los adolescentes, lo que llevó a la detención de 30 personas.
Los grupos musicales que inspiran a esta tribu quieren desligarse de esta polémica. Al parecer, las malogradas Hannah Bond y Delmy Elizabeth Cartagena estaban obsesionadas por la banda norteamericana My Chemical Romance, cuyo álbum 'The Black Parade' ha cosechado un gran éxito entre adolescentes de 12 a 16 años de todo el planeta.
Tras el suicidio de la británica Hannah, este grupo lamentó lo ocurrido y se vio obligado a publicar en su web un comunicado en el que aclaran que «la banda es y siempre ha sido anti-violencia y anti-suicidio». Sus integrantes explican que las letras de sus canciones hablan de esperanza y coraje para vivir a través del miedo y los tiempos difíciles, y advierten: «Si tú o cualquiera de los que conoces tiene sentimientos depresivos o suicidas, te urgimos a que encuentres tu camino y tu voz para lidiar con eso de manera positiva».
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