Borrar
VIDA Y OCIO

«La última vez que lloré fue... ayer por la noche»

PPLL

Domingo, 2 de marzo 2008, 01:51

Desde que anunció su ruptura con el joven modelo polaco Darek, Ana Obregón vive subida a la cresta de una ola que empieza a convertirse en tsunami. Pero en mitad de ese maremoto de rumores, amenazas y denuncias policiales, ella ha decidido acudir a la peluquería y cambiar de tinte. El domingo pasado estuvo en un stand de la feria barcelonesa de Cosmobelleza, para ponerse extensiones.

-Veo que se ha oscurecido el pelo.

-Sí, es para la serie que voy a empezar en Telecinco. También me he puesto 140 extensiones; una barbaridad, pero no me pesa la cabeza.

-A veces los cambios estéticos buscan levantar el ánimo.

-Estoy de acuerdo. Yo ahora mismo estoy escribiendo un libro, que espero sacar en seis meses, sobre cómo estar en forma. Pero estar en forma también por dentro: trabajar tus energías, ser positivo, estar a gusto contigo mismo...

-¿Cómo está por dentro Ana Obregón?

-Mejor que nunca.

-Le he oído decir que había dejado de ser usted misma.

-Sí, pero ahora vuelvo a ser yo. Me he sentido muy anulada, porque pasé de ser el centro de mi trabajo y de todo a colocarme en un segundo plano para luchar con uñas y dientes, hasta anularme a mí misma, por ayudar al que era mi novio. Y también para estar con mi hijo. En ese sentido, sí que ha sido el año más importante de mi vida. Yo lo único que he hecho es un acto generoso de dar, por eso me siento tan bien. Me he dedicado a dar, a no pensar en mí, a buscar trabajo por donde fuera, hasta debajo de las piedras, para mi 'ex'...

-¿Tanto se enamoró de Darek?

-De ese tema no voy a hablar. Eso ya está caducado. Pero sí estoy bien conmigo misma porque he sido generosa. Las actrices normalmente somos muy egocéntricas. Vivimos para nosotras, nuestras series...

-Darek dice que aún la ama.

-Ya, pero las estrategias para mí no sirven. Hay cosas que son obvias. Todos lo sabéis y no hace falta hablar más de ello.

-Hablemos del amor futuro.

-¿Eso sí que me gusta!

-¿Ha quedado tan quemada como para no volver a enamorarse?

-¿Qué va! Tengo unas ganas horribles de enamorarme. Quiero un hombre al que admire por su talento y por su trabajo. Eso es lo primero que necesito. Y luego, un hombre que me cuide, un hombre que me diga: «Vamos a cenar y te invito yo». Como si es electricista, pero que tenga un trabajo digno y que yo pueda admirarle.

-Así que va a cambiar de registro.

-Yo sólo digo cómo veo a mi hombre...

-¿Tendrá que ser mayor que usted?

-Eso es lo de menos. La edad ya me he dado cuenta de que no tiene nada que ver. Pero quiero un hombre con mayúsculas.

-Y todavía no lo ha encontrado...

-Ah, sí, claro que lo he encontrado. Fernando Martín era el amor de mi vida. Y el padre de mi hijo también lo es porque me ha dado a mi hijo, que para mí es lo más importante. Y Davor Suker ha sido un señor, un caballero, con talento, con humildad, con sencillez...

-¿Y Darek?

-De eso no voy a hablar.

-¿Se siente amenazada?

-He pasado dos meses con mucho miedo, por una serie de cosas que me han ocurrido. A pesar de que ciertas personas, con muy poca vergüenza, se han tomado a cachondeo hasta la labor de la Policía. Pero ya todo eso me da igual. Se han tomado medidas de seguridad y, como digo siempre: Quien a buen árbol se arrima, buena sombra le cobija. Y añado: Y no se dan cuenta de que hasta en lo oscuro no brillan ni con señales de humo.

-¿Perdón?

-Lo digo porque en dos meses he hecho famosa a la asistenta, a la secretaria, a abogadas... A todo el que se arrima. Vale ya.

-Hay una abogada que quiere meterla en la cárcel.

-¿Por qué me va a meter en la cárcel, porque trabajo y soy buena madre? De esa persona ni hablo. Están denunciadas sus amenazas en una comisaría. La Policía lo está investigando. Punto.

-¿Duerme tranquila?

-Ahora mismo estoy tranquila y feliz. Me he quitado todo lo que no tenía que tener a mi alrededor y soy una mujer nueva, con ganas de conocer por fin a ese hombre. Podía haber sido Fernando, no pudo ser, podía haber sido Davor, y no pudo ser porque se fue, pero yo estoy segura que está ahí esperándome porque me lo merezco. Soy una mujer que se mueve por el corazón y necesito encontrar a un hombre que se mueva por el corazón también y no por la cabeza.

-¿A ver si ese hombre va a ser Javier Rigau?

-Uy, Javier Rigau, le juro que es un hombre educado, maravilloso... ¿Pero sólo un amigo! Le conozco hace mucho tiempo, de Montecarlo. Él ha tenido una historia preciosa con Gina Lollobrigida que nadie ha entendido. Yo sí. Javier me está apoyando muchísimo, pero sólo como amigo.

-¿Se irá a trabajar a Miami, como dicen?

-No. Tengo una película en España, firmada para septiembre. Desde que mandé el comunicado de mi ruptura no he parado de recibir ofertas de trabajo, lo cual quiere decir que hay cosas que te salpican.

-¿Estaría más tranquila si Darek se fuera de España?

-Me da igual.

-¿Le afectan los rumores?

-Mucho, porque todo el mundo te llama, te cuenta y vives mal e intranquilo. Pero todo depende de quién te juzgue. Si el que te juzga no te llega ni a la suela del zapato, no te vas a poner a su altura.

-¿Cuál es su mecanismo de defensa?

-Me encierro en mi cuarto y lloro muchas horas. Luego salgo y sonrío. Tengo que ser fuerte por mi hijo. La vida me ha hecho fuerte.

-¿Cuándo lloró por última vez?

-¿Uy! Ayer por la noche.

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elnortedecastilla «La última vez que lloré fue... ayer por la noche»

«La última vez que lloré fue... ayer por la noche»