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PATRICIA GONZÁLEZ
Miércoles, 12 de diciembre 2007, 01:34
Una directivo perteneciente al grupo industrial del sector alimenticio Siro se desplazó ayer hasta las instalaciones de la empresa medinense de repostería industrial Casado para continuar con la recopilación de datos e informaciones antes de tomar la decisión de compra, según confirmó el delegado sindical de UGT, Andrés García. «Dos de los directivos de Casado acompañaron al representante de Siro durante una visita a los exteriores de la fábrica», dijo García. Asimismo, anunció que el Comité de Empresa concertará posiblemente el jueves una reunión con los directivos de Casado para hacer un balance de la situación actual por la que está pasando la empresa y para buscar posibles soluciones a la crisis.
Fuentes cercanas al Grupo Siro confirmaron el pasado lunes su interés por la «adquisición» de pastas Casado, ya que ésta se encuentra en plena fase de crecimiento con el objetivo principal de «acercarse aún más» a sus clientes. Asimismo, Javier Casado destacó que además de Siro «hay otras dos empresas interesadas en esta operación». Y es que desde la dirección de la empresa medinense no descartan la posibilidad de «asociarse con otras compañías pertenecientes al sector de la alimentación». Por el momento, Siro es la única firma que ha confirmado su interés por pastas Casado y que se encuentra en una «fase preliminar de conversaciones».
Liquidez económica
No es la primera vez que Casado atraviesa por una crisis, ya que en el 2001 se levantó una suspensión de pagos a proveedores. Pero sí que es la primera vez que los afectados directos son los 220 trabajadores. Andrés García sostiene que a pesar de que el lunes por la tarde ya se les había ingresado en sus cuentas el 50% de la nomina correspondiente a noviembre, «los trabajadores se encuentran preocupados y enfadados» ante esta situación. Asimismo, Javier Casado aseguró que «a lo largo de esta semana se pagaría el otro 50%». En cuanto a la paga extraordinaria, que debería ser abonada el día 20, García manifiesta que «aún no sabemos nada».
Ante esta crisis que afectaría directamente a 220 familias de la Villa, el alcalde de la localidad, Crescencio Martín Pascual, aseguró ayer que «el Ayuntamiento facilitará en la medida de lo posible cualquier gestión que les resulte difícil de conseguir». De la misma manera, la portavoz socialista, Ana Vázquez, apostilló que lo importante es «garantizar los puestos de trabajo, unos salarios dignos y unas prejubilaciones, en el caso de que las haya».
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