Villada reconoce el servicio de Pipas Facundo a la villa con un monumento

Decenas de vecinos de Villada acompañaron ayer a la familia Blanco-de la Fuente en una jornada doblemente emotiva. Al cumplirse un año de la muerte de Lola de la Fuente, esposa del conocido empresario villadino Facundo Blanco. La villa conmemoró esa fecha con un homenaje al producto que ha dado fama internacional al pueblo: las pipas.

El pleno del Ayuntamiento decidió el año pasado, por unanimidad, que la antigua avenida de Facundo Blanco en la localidad pasara a denominarse calle de Facundo y Lola, en recuerdo del matrimonio. Sus hijas, Rosa Mari y Lola, descubrieron ayer la placa con el nuevo nombre de la travesía. Momentos después, y arropadas por muchos de sus vecinos, acudieron a la misa y el responso celebrados en la iglesia de Santa María por el primer aniversario de la muerte de Lola.

El acto central del homenaje a la labor de la familia y de la empresa que aún se asienta en Villada se celebró tras la ceremonia religiosa. En la misma plaza de Santa María se ha descubierto un monumento dedicado a la firma «para mostrar el reconocimiento del pueblo a Pipas Facundo por su contribución a la creación de empleo y a la notoriedad y relevancia internacional que ha dado a la villa», tal y como reza en su inscripción y en el bando municipal que empapelaba algunos de los muros de la localidad.

Una gran pipa

La escultura es la figura de una gran pipa sobre una columna inclinada, obra del escultor local Urbano González, autor también del monolito levantado hace unos días en la estación de tren como homenaje a las víctimas y accidentados del descarrilamiento del 21 de agosto del año pasado.

En el momento de la inauguración, los representantes de la Junta de Castilla y León y de la Diputación Provincial, instituciones que han financiado la obra, así como el alcalde, José María González, tuvieron palabras de recuerdo y elogio para Lola y Facundo y para la empresa que ambos sacaron adelante en Villada.

Vicente Villagrá, como portavoz de la familia tuvo palabras de agradecimiento para las instituciones, para el Ayuntamiento de Villada y para todos sus vecinos. Recordó el apoyo de todos ellos tanto en los trágicos acontecimientos del verano del 2006, como en el acto de homenaje de la semana pasada.

Villagrá destacó el gran mérito de Lola y Fancundo para sacar adelante su empresa a base de «humanidad, inteligencia, honradez y trabajo», y de cómo ambos «se divertían creando juntos». Las lágrimas interrumpieron las últimas frases del discurso del representante de la familia y a ellas se unieron las de algunos vecinos presentes. Todos cerraron el acto entonando el himno a Villada acompañados por los acordes de la melodía que sonaba a través de un micrófono, desde el teléfono móvil del alcalde.