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Unay París Bocos, en su establecimiento
Un gastrobar con piscina, jardines y animales exóticos

Un gastrobar con piscina, jardines y animales exóticos

Unay París Bocos ha abierto un innovador establecimiento en Geria

laura negro

Domingo, 24 de julio 2016, 12:56

Unay París Bocos (27), natural de Tudela de Duero, iba para técnico de electrónica y domótica, pero cuando descubrió el mundo de la hostelería, ya nunca lo abandonó. Tiene una amplia experiencia como camarero de sala y 8 años de bagaje como jefe de cocina en diferentes hoteles y restaurantes. Hace apenas unos meses que ha inaugurado su Gastrobar Los Llanillos, en la localidad de Geria. «Estaba trabajando como jefe de cocina, cuando me enteré de que el antiguo dueño, traspasaba el negocio. Era una hospedería con un terreno colindante de 8.000 metros cuadrados, que realmente podía ofrecer muchas posibilidades», recuerda.

Ya tenía una experiencia empresarial previa en el sector tras haber regentado un bar de copas, pero era consciente de que tenía grandes dificultades para asumir la parte administrativa y contable del negocio. Por ello, no dudó en apuntarse al curso Autónomo en Prácticas de Red Talento Empleo, desarrollado en Simancas. «Lo impartían varios autónomos de diferentes sectores, que nos contaban sus experiencias y resolvían todas nuestras dudas. Acudir a esta formación me ha aportado mucha seguridad, porque también nos han transmitido la parte negativa del emprendimiento. Además, me ha servido de ayuda a la hora de encontrar colaboradores y proveedores para mi negocio», comenta Unay.

Se trata de un innovador establecimiento que está decorado con sumo gusto. Muy aficionado a la restauración, Unay se ha encargado de dar la cara a muchos de los elementos ornamentales rústicos que lucen en las dos salas de comida. El gastrobar es el lugar idóneo para disfrutar durante toda una jornada, por sus amplios jardines, por la fantástica terraza, en la que se pueden degustar sus sabrosas tapas acompañadas de un vermú, y por su piscina, en la que aquellos que acuden a comer pueden disfrutar de un baño entre los meses de junio y septiembre en horario de 12:00 a 20:00 horas. «Además, para los más pequeños, tenemos una pequeña granja con animales exóticos y un huerto. Un bar siempre es un bar, pero para que funcione, hay que hacer algo innovador, algo diferete al resto, sobre todo en mi caso que no estoy situado en un lugar de paso», completa. De momento, las habitaciones de la antigua hospedería están cerradas, pero no descarta en un futuro ampliar el negocio.

De jueves a domingo

Unay ofrece catas, degustaciones, productos artesanos, comidas de grupo por encargo y una amplia variedad gastronómica. «Abro de jueves a domingo y siempre trabajo con reserva previa. Mi cocina se caracteriza por combinar la cocina tradicional con un emplatado moderno y muy vistoso. Todos los productos que utilizo son de temporada y de productores de la zona. Además, hacemos días temáticos, los jueves barbacoa, los viernes arroces y sábados y domingos degustaciones», explica este emprendedor cuya especialidad es el pulpo a la brasa con alioli al azafrán.

La carta se cambia muy frecuentemente para incluir productos de temporada y nunca indica en ella los precios de los platos. «Es la manera de que los clientes no se guíen por el precio a la hora de comer, sino que pidan lo que realmente les apetezca. No tengo una política de precios caros. Los jueves y viernes tengo menú del día por 12 euros y a la carta el precio medio por persona está entre los 20 y los 30 euros», explica este joven restaurador, quien también ofrece también servicio de catering a domicilio para celebraciones.

Unai confía en el poder de las redes para dar difusión a sus negocios, y él mismo gestiona los perfiles en Facebook, Instagram y Linkedin. «También he incluido mi negocio en apps especializadas en restauración, viajes y turismo como TripAdvisor o MiNube. La respuesta está siendo muy buena, y el que viene, repite», comenta este joven emprendedor.

Se ha trasladado a vivir a Geria y actualmente cuenta en su plantilla con dos empleados indefinidos. Uno a jornada completa y otro a media jornada. «Estoy muy satisfecho con la decisión tomada, aunque hay meses que yo no cobro. Para el poco tiempo que llevo en activo ya me ha dado para poner al día la piscina, comprar unas carpas, cubrir gastos corrientes y pagar a mis empleados».

El tema de la financiación -de los bancos, en realidad- era otro asunto que le preocupaba a la hora de poner en marcha su Gastrobar. Decidió confiar en la oficina del BBVA de la Acera de Recoletos, donde tenía guardados sus ahorros personales. «Me dieron grandes facilidades, sobre todo a la hora de hacer operaciones a través de Internet y de cajero. Se pueden hacer transferencias, pagos de recibos e ingresos de dinero a través de cajero, lo cual me resulta muy cómodo», explica este emprendedor que también solicitó un crédito, aunque finalmente no lo necesitó.

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