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El presidente del jurado, García de la Concha, da a conocer el fallo de la 47ª edición del Premio de Cuentos Miguel de Unamuno. :: D. A.-ICAL
CULTURA

El Premio Unamuno distingue la prosa caribeña de García Méndez

'Retratista contra fondo de magnolias' vence en la edición número 47 del certamen

FRANCISCO GÓMEZ

Sábado, 17 de diciembre 2011, 01:26

Ernesto Santillana sabía que el médico no iba a llegar a tiempo. Este es el panorama que Luis Manuel García Méndez propone al lector de su relato nada más abrir la primera página. Después sabrá que Ernesto es un hombre con distintas deformidades y que, además, alguien le ha disparado un balazo en la barriga.

Pero eso no detrae intriga ni colorido a una narración brillante que convenció, tras una doble votación, al jurado del Premio Internacional de Cuentos Miguel de Unamuno.

Es la historia de 'Retratista contra fondo de magnolias', un cuento «espléndido», según destacó el presidente del jurado, Víctor García de la Concha, que señaló que «creo que hemos hecho una buena elección en un certamen en el que, la verdad, había mucha amplitud de buenas obras para elegir».

El director técnico del certamen, Javier San José Lera, señaló que el cuento ganador es «un relato fascinante, conducido por una prosa muy caribeña, exuberante, sonora y brillante», que mereció la atención del jurado desde las primeras votaciones.

San José Lera destacó por encima de todo de 'Retratista contra fondo de magnolias' el carácter de narración «con un enorme manejo de los recursos y sobre todo de los tiempos».

De hecho, afirmó que la historia «podría perfectamente haberse contado de un modo lineal, pero el autor se ha decantado por una estructura muy compleja que denota un gran control de los mecanismos del cuento y del tiempo de la narración».

Recursos con los que el lector va acompañando a ese hombre que sufre enanismo, recluido en un universo marginal que por un azar de la vida se hace con una cámara y comienza a hacer fotografías. Será el primer paso antes de finalizar como retratista de las pupilas de un burdel en una historia que va tejiendo, «magníficamente bien trazadas», las historias a las que se enfrentan las prostitutas.

Todo, hasta que el autor sitúa al personaje de la obra ante una escena «escabrosa» que no será narrada directamente, sino a través del relato incompleto, parcial e interesado de otros personajes y que llevan de nuevo al lector ante un presente truculento, el balazo que desangra al protagonista, y ante un futuro que probablemente ya no vivirá.

El premio Miguel de Unamuno distingue así en su edición número cuadragésimo séptima a un autor de sólida trayectoria y que, entre otros, ya cuenta con el premio Blasco Ibáñez de novela por 'El restaurador de almas', el premio Eugenio de Nora de poesía 2003 por 'Utopiario' o el premio de cuentos Ciudad de Novelda en 1997.

En una lucha cerrada, el jurado distinguió además exaequo a otros dos cuentos con los dos accésit posibles: El Aleph de Doyle' de Horacio Convertini y 'La verdadera vida', de Fernando Villamía.

Sobre el primero, el jurado destacó que se trata de un relato enmarcado en la 'filosofía Valdano', que señala que «el fútbol es la cosa más importante de las cosas menos importantes», según recordó Javier San José Lera.

Doyle es un instruido centrocampista argentino que tiene la responsabilidad de tirar los penaltis en su equipo y que es capaz de convertir ese punto fatídico en el centro del cosmos, mezclando a Borges con Maradona.

Mientras, 'La verdadera vida' es un relato de una enorme complejidad psicológica que narra la historia del hijo de una madre divorciada que asiste a una particular ceremonia nocturna de la madre, el hecho de recortar fragmentos de fotos de viejos álbumes para pegarlas en otras páginas. Una sutil metáfora vital «con buen ritmo y certeros adjetivos», que muestra cómo es posible renunciar a la vida presente para vivir a través de fotografías del pasado.

Al Premio Internacional de Cuentos Miguel de Unamuno se presentaron esta edición 1.853 originales, de los que fueron admitidos por el jurado 1.819. España es la principal procedencia de las obras, con 1.325 remitidas, de provincias como Madrid, Barcelona, Valencia, Salamanca y Valladolid. Mientras, del continente americano procedían 428 cuentos, 170 de Argentina, 54 de Méjico, 44 de Estados Unidos y 42 de Cuba.

El concurso está dotado con 6.000 euros y una placa conmemorativa para el ganador y 3.000 euros para cada uno de los accésit.

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