Cisneros despidió al chiborra hasta las próximas fiestas

Cisneros celebró el domingo su tradicional procesión cívica del juicio popular al chiborra por las fechorías cometidas en la noche del sábado, donde abandonó su papel de trato cordial y respetuoso, tanto con la Virgen y su Hijo como con las autoridades civiles, para adoptar el papel que le caracteriza de burlón y picaresco, entrando a las alcobas de las mozas para despertarlas y asaltando los corrales para llevarse las viandas, tales como conejos, pollos y productos de la matanza con los que celebrar una posterior merienda con sus ocho danzantes.

Los vecinos de Cisneros y visitantes participaron en la fiesta que supone el juicio al chiborra, que después de haber tenido posesión del cargo durante tres días es desposeído de él, y va montado en su burra que es lo único que le queda. Cisneros repitió esta tradición, en la que se va relatando en forma verso lo acontecido en cada uno de los barrios.

El juicio terminó en el Corro, donde el chiborra se despidió hasta el próximo año y el pueblo le despidió con un caluroso aplauso y el tradicional manteo de este peculiar personaje.

El ayuntamiento trabaja para que el conjunto de la fiesta (el reparto de tortas, el paloteo, la jota, el pasacalles, la culebra, los versos a la Virgen y el Niño y El Azote del Chiborra) sea considerada y declarada Fiesta de Interés Turístico Regional.