Zamora: los castillos que forjaron España
Patrimonio vivo. La provincia zamorana alberga alguna de las fortalezas visitables más importantes de la historia, en las que es fácil recrear la unión de León y Castilla en Benavente o la matanza de Pedro El Cruel en Toro
Para huir de dichos populares y frases hechas sobre la dificultad de tomar, conquistar o invadir fortalezas en Zamora, lo mejor es acudir a la cronología histórica y analizar la capacidad defensiva que tenían los núcleos medievales de la tierra de los lusitanos.
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Una tierra forjada con espada y sangre desde la Antigüedad, desde el mismo momento en el que Viriato –aquel pastor de la Iberia antigua– tuvo que revelarse ante el yugo de las caligae romanas. Quizá fue el origen de eso; o quizá fuese esa determinación para que Doña Urraca, unos siglos después, obligase a su hermano Sancho a levantar el sitio de Zamora en medio los tiras y aflojas familiar por heredar los cimientos de lo que terminaría siendo España, entonces aún dividida en reinos, y con Castilla y León como grandes embajadores del vieja Hispania romana.
En el periodo medieval, las fortalezas se convirtieron en la razón de ser de toda la provincia. Importante es el papel que toma el Palacio de los Pimentel en Benavente. De hecho, esta fortaleza, reconocida en la actualidad por la denominada como Torre del Caracol –que es visitable– fue el escenario en 1230 de un acontecimiento de gran transcendencia para la historia de España. En la conocida como Concordia de Benavente se hace efectiva la unión definitiva de los reinos de León y Castilla en la persona del monarca Fernando III.
Fechas clave
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Siglo X: El Real Alcázar de Toro se construye en el siglo X en una acrópolis de la ciudad elevada a 110 metros del río Duero.
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Año 1230: El Castillo de Benavente es escenario de un acontecimiento de gran transcendencia para la historia de España. Gracias a la Concordia de Benavente se hace efectiva la unión definitiva de los reinos de León y Castilla.
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Siglo XIV: Primeras referencias al castillo de Puebla de Sanabria en las que se indica que la «torre baxa que llamavan de los Losada». El bastardo Enrique arrebata la Puebla a Men Rodríguez de Sanabria, señor de la zona, y se la otorga a los Losada por el apoyo en la guerra contra Pedro I.
Otra de las grandes fortalezas es el Real Alcázar de Toro. El castillo, que fue morada de los Reyes Católicos, fue escenario de una de las más crueles matanzas. En 1356, Pedro I, hijo de Alfonso XI, se encargó espada en mano de la corte que acompañaba a María de Portugal, esposa de su padre. El futuro rey de Castilla ordenó a sus escuderos que mataran a todos los nobles, en uno de los episodios que le grajearon el nombre de 'El Cruel', aunque sus defensores le atribuyen el de 'El Justo' por su defensa del pueblo ante la nobleza.
Otra fortaleza con historia es el Castillo de los Condes de Benavente de Puebla de Sanabria. Las almenas sanabresas fueron testigo de las distintas guerras con Portugal; y fue objeto de deseo en la Guerra de la Independencia. De hecho, el asedio de la fortaleza, tomada por los napoleónicos y su posterior capitulación, es uno de los grandes capítulos de la historia de la villa zamorana.
