Vuelta al cole, pero solo a recoger libros

Los colegios de Valladolid han articulado la entrega de libros y material escolar del curso 2019-2020 de forma presencial a las familias. Para ello, han elaborado minuciosos protocolos con el fin de respetar las medidas higiénicas y sanitarias que requiere la covid-19. Protocolos que los centros han comunicado con suficiente antelación a los padres, con el lugar, hora y pautas correspondientes para hacerlo de forma segura. Todos coinciden en realizar las entregas de forma escalonada.

Así, el colegio La Salle de Valladolid abrió de nuevo sus puertas para recibir a los padres que acudieron a recoger los libros, material escolar, instrumentos musicales e incluso sudaderas y babis, que sus hijos habían dejado aquel 13 de marzo, cuando se despidieron de las clases sin saber que no volverían para finalizar el curso. Lo tenían todo bien organizado. «Es un final de curso muy distinto al que habíamos imaginado», cuenta Isabel García, jefa de estudios del colegio La Salle de Valladolid. «A finales de abril las familias pudieron venir al centro de forma excepcional y con permiso de la Consejería de Educación, a recoger únicamente los libros del tercer trimestre para que los niños pudieran continuar trabajando. Hoy hemos comenzado con la entrega del resto de material que quedaba en las aulas para favorecer la labor de limpieza y desinfección de las mismas. Hemos entregado también prendas de abrigo, mochilas de deporte y otros objetos que habían quedado olvidados», añade García.

Este colegio ha escalonado la entrega en dos días. El viernes convocaron a los padres de infantil y 1º de primaria en diferentes horarios y el próximo lunes harán el reparto para los cursos de 2º a 6º de primaria. «Los padres forman fila en el patio, con el distanciamiento establecido y acceden por la entrada central. La salida se hace por otro lado para evitar que las familias se crucen», explica la jefa de estudios mientras vigila el proceso de entrega.

Sergio y Mara, que cursan 1º y 4º de primaria, respectivamente, acudieron con su madre, María Pérez, a recoger sus libros, algo que para ellos resultó muy emocionante. «Ha sido guay volver al colegio», señalaba la pequeña Mara, «aunque me ha dado pena ver mi clase tan vacía. Somos 25 compañeros y siempre hay mucho alboroto». Ella y su hermano han disfrutado unos minutos correteando por el patio. «Hemos visto a algunos compañeros, pero por seguridad no nos hemos podido acercar», dice la hermana mayor.

Organizar la entrega del material ha exigido largas jornadas de trabajo a las direcciones y claustros de los centros educativos. «Los profesores, durante las dos semanas previas, han venido de forma escalonada a las aulas para recoger todo el material. Lo hemos hecho de tal manera que no han coincidido más de 3 profesores por planta», explica Blanca Pajares, directora general del colegio Teresianas. «Las familias están convocadas el lunes 22, en horario de 12:00 a 14:00 y de 16:30 a 18:00 horas. Todos conocen las normas de seguridad y les hemos indicado cuál será la puerta de entrada y de salida. No vamos a aprovechar ese día para la entrega de notas, para que todo se haga de forma más fluida. Las notas se entregarán de forma telemática y aquellos que lo necesiten, concertarán una cita con el tutor. Ya estamos organizando el curso que viene desde la incertidumbre ya que no tenemos directrices», dice.

Máximo Blanco, director del colegio Maristas La Inmaculada, también tuvo este viernes una mañana de mucho ajetreo con el reparto de los libros. En este centro han optado por dividir la entrega en tres días. «Hoy viernes y el lunes entregamos el material a los niños de primaria y entre el lunes y el martes, a los de infantil. Cada tutor ha citado a los padres en intervalos de 10 minutos y para aquellos que no puedan acudir, intentamos buscar otro horario», explica este director. El centro, este año, ha decidido regalar a todos sus alumnos un libro de repaso de todos los contenidos esenciales del curso. «Así, durante el verano podrán reforzar los conocimientos. Dada la situación excepcional, creemos que puede ser algo positivo para las familias. Ya estamos trabajando de cara al próximo curso», añade.

Rita Zurro acudió en horario de tarde a recoger los libros de sus hijos Simón y Álvaro, que cursan 2º de primaria en el colegio Maristas La Inmaculada. Por su horario laboral, le era imposible acudir por la mañana. «En el colegio han sido muy flexibles. También con los trabajos realizados por los niños en casa. Eso a los padres nos facilitado mucho la tarea», explica esta madre. «Aunque haya sido por unos minutos, para los niños ha sido una gran alegría volver al colegio y poder ver a su tutora, Nohemí, que les ha felicitado por el trabajo».