La torre de control de Villanubla supervisó 5.089 operaciones de vuelos civiles en 2017

Las intervenciones aeronáuticas en Villanubla incluyen la parte civil, que gestiona Aena, y la militar, en la que se incluyen las naves de adiestramiento y el personal del Ala 37, así como el Grupo 42, ambas pertenecientes al Ejército del Aire. En cualquiera de los casos, la torre de control es común y está gestionada por especialistas militares.

Este incremento de operaciones (5.089) se debe a los vuelos comerciales, tanto regulares como de temporada de ocio. La ruta a Sevilla que puso en marcha la compañía irlandesa Ryanair en octubre del 2017, así como los destinos del Club de los 60 y chárter a las islas o el extranjero, han permitido elevar esta tasa de operaciones.

Fuentes militares añaden además que la aviación privada empresarial, o los traslados para efectuar trasplantes, son operaciones que también gestionan los operadores. En el caso de los civiles, la torre está abierta desde las 8:15 a 21:15, «aunque se puede ampliar».

Los controladores de Villanubla han intervenido también en la supervisión de vuelos militares de fuerzas aéreas extranjeras, entre las que se encuentran de los Estados Unidos, francesas o portuguesas. En este sentido, los vuelos militares extranjeros pasaron de 34 en el 2016 a 139 el pasado año.

En algunos casos, la presencia de las aeronaves se debió a la participación de pilotos en ejercicios conjuntos o de vuelos para la formación de cadetes de países como Francia. Pero también se ha producido actividad con pilotos de la base salmantina de Matacán, donde se realiza el curso de transporte para oficiales, tanto de vuelos diurnos como nocturnos.

La base de Villanubla no se ha visto afectada por las reestructuraciones de unidades que ha hecho el Ministerio de Defensa en la última década. A partir del 2007, el Ala 37 dejó de ser una unidad operativa para ser más técnica y de mantenimiento.

En los hangares militares se efectúan las revisiones mecánicas de los Aviocar, de la flota de 22 avionetas del Grupo 42 y el mantenimiento de otros tres Delta 4 (Casa CN-235), que operan para los escuadrones de Salvamento Marítimo en la zona del estrecho y Levante. Los mecánicos de Villanubla son los encargados de pasar las inspecciones técnicas de estas aeronaves, encargadas de localizar pateras con inmigrantes en el mar Mediterráneo.

La base cuenta actualmente con una plantilla de 396 personas, de las cuales 43 son personal civil.