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Este que viene a continuación es el mapa de la soledad en Valladolid, la radiografía de los vallisoletanos que viven solos. Cada vez son más. Y, además, la cifra no dejará de crecer en los próximos años. Lo certifican los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), que no solo desvela el número de hogares unipersonales en la provincia, sino que incluso alcanza al máximo detalle posible (las secciones censales), lo que permite conocer, casi calle por calle, cuántas personas viven solas en Valladolid.
La cifra más reciente corresponde al 1 de enero de 2025. En esa fecha, había 69.537 vallisoletanos que vivían solos. Suponen el 13,1% del total, un porcentaje por encima de la media del país (11,07%) y que sitúa a Valladolid como la provincia número 17 entre las que más peso tienen los hogares formados por un solo miembro.
En los cuatro primeros puestos hay otras tantas provincias de la comunidad (Zamora, Ávila, León y Salamanca), lo que evidencia que el grado de envejecimiento es un factor clave en esta estadística de la soledad.
Este es el dato más actualizado. Para entrar más al detalle, hay que recurrir a estadísticas anteriores. Y entonces sí, se puede conocer un poco más sobre quiénes son esas personas que viven solas en Valladolid.
Lo primero y más evidente es que cada vez son más. España elabora cada diez años un detallado censo de población y viviendas. El de 1991 dice que en Valladolid había 17.812 personas solas en su casa, sin nadie con quien compartir nevera o cuarto de baño. Eran el 12,05% del total de los hogares. Diez años después pasaron a 32.126 (el 18,69%). En 2011 subieron hasta 53.150 (el 24,62%). Y en 2021 (el último censo disponible) se llegó a 63.768. El 29,50% de los hogares (tres de cada diez) están compuestos por una sola persona. Esta cifra se ha duplicado en veinte años (entre 2001 y 2021).
Y, además, la previsión es que este porcentaje de solitarios se incremente en el futuro. El INE publicó en 2020 una proyección sobre cómo serán los hogares vallisoletanos durante los próximos diez años. Es verdad que el punto de partida ya se ha quedado demasiado corto, porque para 2025 preveían 66.278 vallisoletanos solos en casa cuando la cifra real ya dice que son 69.537. En cualquier caso, es interesante la tendencia, ya que se aprecia cómo aumentan las viviendas con uno (subirían el 10,01%) o dos residentes (un alza del 10,1%), mientras que descienden las del resto de posibilidades. Por ejemplo, los hogares de tres miembros bajarían el 10,27%, mientras que el de cuatro integrantes (por ejemplo, pareja con dos hijos), descendería el 24,6%. El retroceso en el de cinco o más personas sería del 14%.
¿Por qué habrá cada vez más personas solas? Hay una razón clave y es el envejecimiento de la población. Cuanto más avanzada es la edad, mayor es el riesgo de quedarse solo. Las personas viudas (sobre todo las mujeres) son el principal ejemplo de hogares unipersonales. Pero no es el único. Durante los últimos años también ha ganado peso el de personas divorciadas que, después de una vida en pareja, tienen que buscarse una nueva vivienda una vez iniciada la separación. Y otros factores que inciden, aunque de manera indirecta, son que cada vez se tiene menos hijos (lo que da lugar la hogares con menor número de personas) y que la edad media para la maternidad se ha retrasado (cada vez se tienen hijos más tarde). Todos estos factores, combinados, inciden a favor de hogares cada vez más pequeños.
Sin embargo, en España hay una circunstancia que empuja en la dirección contraria: la emancipación juvenil. De acuerdo con un estudio realizado por Eurostat (la entidad estadística europea), los países nórdicos son los que tienen mayor porcentaje de personas que viven solas. En Finlandia son el 26% de la población. En Suecia y Dinamarca, el 24%. En Noruega, el 23%. En Alemania, el 20%. La media de España es del 11%. ¿Por qué? Pues porque en aquellos países la emancipación juvenil se produce a edades mucho más tempranas, lo que hace que una parte relevante de esos jóvenes pasen a vivir solos, hasta emparejarse y tener hijos (si es que finalmente lo hacen).
En España, las provincias «más envejecidas y con menos inmigrantes tienen más hogares unipersonales», concluye el informe 'La soledad en España', elaborado por el Observatorio Demográfico CEU-Cefas, en octubre de 2024. En Valladolid, por ejemplo, el perfil mayoritario de la persona que vive sola es la de un varón con menos de 65 años (son 20.217 personas), pero le sigue muy de cerca el de mujeres mayores de 65 (19.617). Por el contrario, el de varones por encima de los 65 que viven sin compañía es de 8.346. Esta importante diferencia se debe a que la esperanza de vida entre las mujeres es mayor, lo que implica que haya un mayor número de viudas que de viudos. Así, entre los vallisoletanos que viven solos hay 18.863 viudos, 28.384 solteros, 11.156 separados y divorciados, además de 5.629 personas que están casadas.
Por edades, el grupo más numeroso es el de mujeres entre 70 y 79 años (8.310 personas), seguido por el de mujeres que ya han cumplido los 80 (8.264). Le siguen los hombres entre 50 y 59 años (6.995).
Sin embargo, el número de vallisoletanos con menos de 30 años que viven solos en Valladolid es muy bajo. Apenas 1.862 personas. El retraso en la edad de emancipación y los altos costes de la vivienda contribuyen a estas cifras. Valladolid es, de hecho, la cuarta provincia donde los jóvenes tienen menos peso en los hogares unipersonales (el 2,91%), solo superados por Soria, Palencia y Vizcaya. En un porcentaje similar está Madrid (2,99%). La media nacional es del 4,32%.
Si nos fijamos en el extremo opuesto de la pirámide de población, entre la población más envejecida, el 17,81% de las viviendas con solo una persona son de alguien con más de 80 años. La media nacional aquí es ligeramente inferior (17,17%) y en cabeza se colocan Zamora y Ávila, con el 25,54% y 24,33%, respectivamente.
Ahora bien, ¿qué ocurre en Valladolid? ¿Es uniforme aquí ese mapa de la soledad? Para responder a esta pregunta podemos recurrir a unos datos recabados en 2021 pero que el INE ha publicado hace tan solo unos meses. Gracias a ellos, podemos conocer el porcentaje de personas que viven solas no solo por municipios, sino también por secciones censales.
Si acercamos la lupa primero a nivel provincial, vemos cómo las localidades del alfoz concentran los menores porcentajes de personas que viven solas. Son núcleos con menos población envejecida y donde, además, tienen las cifras de natalidad más altas de la provincia. Así, Arroyo, Laguna de Duero, Simancas y Zaratán registran los datos más bajos de hogares unipersonales. En la situación opuesta están municipios pequeños y envejecidos. El mayor porcentaje de viviendas con solo un residente se anota en Villamuriel de Campos, Almenara de Adaja, Villalán de Campos o Cabreros del Monte.
En el siguiente mapa, puedes ver las cifras correspondientes a cada una de las localidades y secciones censales de la provincia.
Pero se puede todavía bajar más al detalle. ¿Qué ocurre en Valladolid capital? ¿Cómo se reparte por barrios y calles esa soledad? Hay un puñado de vías en la ciudad donde casi la mitad de los hogares (el 49,9%) está compuesto por una sola persona. Ocurre en el entorno de Fuente Dorada y Teresa Gil. A continuación se sitúa la zona que abarca las calles Amor de Dios, Quebrada y Penitencia, en el barrio de Hospital, donde el 48,8% de las viviendas tienen solo un residente. La edad media de los 1.131 vecinos de esta zona está en 50,3 años y uno de cada tres vecinos tienen más de 65. Muy cerquita está la tercera sección censal con más solitarios. Comprende las calles Real de Burgos y el entorno de Clínico, con el 47,7% de los hogares integrados por solo un miembro.
Entre los diez lugares con más porcentaje de viviendas unipersonales están también los aledaños de Santa Cruz y la catedral (47,2%), Rondilla de Santa Teresa y Tirso de Molina (45,7%), Vadillos (45,6%), Cardenal Mendoza y Paraíso o Juan Mambrilla (45%), Claudio Moyano y Zúñiga (44,7), Dos de Mayo y Caño Argales (44,6%) y el corazón de Batallas, entre Pólvora, Lepanto y el paseo del Cauce (44,4%).
En el extremo opuesto se encuentran secciones censales incrustadas en barrios periféricos y de reciente construcción, donde se han mudado, especialmente, parejas jóvenes con hijos. En calles como Miriam Blasco, Padre Llanos o Julio Senador (en Parquesol), apenas el 8% de los hogares está compuesto por un solo miembro. En Fuente Berrocal son el 13,7% y el porcentaje está también por debajo del 20% en Las Villas y El Peral, en el entorno de la carretera de Rueda que linda con Parque Alameda y en varias zonas de Covaresa. También ronda ese porcentaje en varias zonas de Parquesol, como González Suárez, José Garrote Tebar o el parque del Mediodía.
En algunos casos, este bajo peso de personas que viven solas coincide con los lugares con hogares con más ocupantes. Ocurre, por ejemplo, en esa zona de Miriam Blasco o en el entorno de José Velicia. Pero hay otros territorios donde no se da esta circunstancia. Son calles en las que el tamaño medio del hogar es más elevado porque en él residen familias con más hijas o donde también viven abuelos y otros parientes. Esta circunstancia se da en Las Viudas, con una media de tres personas por vivienda, o el 29 de Octubre (con 2,9 integrantes por hogar).
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