Villalón de Campos: el patrimonio artístico del señorío de los Pimentel

Villalón de Campos pasó a la historia por la celebración de sus famosas ferias y mercados, donde se daban cita los más importantes mercaderes y cambistas en su calle Mayor. Esta, después de siglos, sigue recibiendo al visitante con sus tradicionales soportales.

En el centro de la plaza, como símbolo de la localidad, se levanta el imponente rollo gótico, mandado erigir por el conde de Benavente, Rodrigo Alonso Pimentel. A escasos metros, abre sus puerta la iglesia de San Miguel, uno de los templos gótico mudéjares de mayor relevancia de la provincia de Valladolid. Su origen se remonta a los siglos XIII y XIV. La obra más importante entre las que se pueden reseñar dentro del templo es el sepulcro del canónigo leonés don Diego González del Barco, fallecido en 1536. Va adosado al muro y que fue realizado por Juan de Juni.

Al final de la calle Mayor se encuentra la iglesia de San Juan Bautista, un templo gótico mudéjar de la segunda mitad del siglo XV, edificado en tapial y ladrillo. Consta de tres naves separadas por pilares ochavados, cubiertas con armaduras de madera de par y nudillo. El retablo mayor presenta pinturas sobre tabla atribuidas al Maestro de Palanquinos. La casa parroquial es albergue para los peregrinos del Camino de Santiago en su recorrido desde Madrid. La iglesia de San Pedro, del siglo XV, destaca por sus bóvedas de arista, que cubren las tres naves y la cúpula decorada con yeserías que hay en el presbiterio.

Pero además de este rico patrimonio religioso, en Villalón de Campos encontramos una rica arquitectura civil, que refleja el importante pasado ferial de la villa con magníficas casas blasonadas.

Un entramado urbano bajo el que se esconden decenas de centenarias bodegas, que tienen su particular Centro de Interpretación de Patrimonio Subterráneo en un histórico aljibe.

El interés turístico está también en el Museo del Queso, donde se recuerda de una manera amena la importante tradición quesera de la localidad de fama nacional. La escultura de la Quesera, que preside la plaza Mayor, es el mejor homenaje a esta tradición. El Centro del Palomar, el Museo del Calzado Vibot, que recoge la obra de una familia con 200 años de experiencia en el sector, el Museo Etnográfico de la Labranza del Ayer, con una colección de aperos y utensilios de labranza, o una ruta por las fuentes son también parte del patrimonio villalonés. A tres kilómetros de distancia, la ermita de la Virgen de Fuentes, edificio del siglo XVIII, cobija la imagen de la patrona del municipio.