Tres años «sin noticias» de Camelia, la joven desaparecida en Nava del Rey
La familia mantiene la esperanza y confía en que «donde sea, pero que esté bien»
«Ha pasado mucho tiempo, pero no pierdo la esperanza», repite Blasbu Daniela sobre su hija Camelia Simona Melu, la joven a la que hace ahora tres años -el 9 de julio de 2019- se la perdió el rastro en Nava del Rey. Desde entonces no han tenido «ninguna noticia» sobre ella. «Todo sigue igual, no hemos vuelto a saber nada», reitera, al tiempo que concreta que tanto ella como el resto de la familia continúa con su vida en la localidad vallisoletana. «Seguimos aquí, estamos bien», añade.
En la actualidad, tres años después, la investigación sobre los hechos permanece abierta y trabajan con todas las hipótesis. Hasta el momento no se han obtenido pruebas concluyentes -únicamente la declaración de una amiga, que sostiene que la joven se marchó voluntariamente con su pareja- y tampoco ha habido novedades al respecto. «No se sabe nada nuevo, pero el caso por supuesto que sigue abierto», subrayan fuentes de la Delegación del Gobierno.
Fue en la noche del 9 julio la última vez que vio a Camelia. Tenía 15 años. Hoy ya es mayor de edad -18-. Aquel día, la entonces menor cenó, se preparó y, pasadas las 23:00 horas, sin dar demasiadas explicaciones (dijo, según reveló en su día la progenitora, que se iba a dar un paseo con una amiga), se marchó. Llevaba un pantalón vaquero negro, chaqueta del mismo color con una tira rosa fluorescente y zapatillas, según detalla la Asociación SOS Desaparecidos en su cartel de búsqueda, a día de hoy difundido en su página web.
«Todo sigue igual, no hemos vuelto a saber nada», reconoce Blasbu Daniela
A la madrugada siguiente, cuando madre y tía se levantaron para ir a trabajar al campo, se percataron de que Camelia Simona no estaba en la cama. Primero pensaron que se la habría hecho tarde y estaría durmiendo en casa de su amiga. Pero cuando regresaron a casa después de terminar la jornada laboral, a eso de las dos de la tarde, comprobaron que la adolescente aún no había llegado.
Llamaron a la amiga con la que supuestamente había estado, pero desconocía su paredero. Lo siguiente fue denunciar su desaparición. Hasta hoy. «Solo espero que esté bien», concluye su madre.
