El reto greco-iscariense de Daniel Gimeno Hernansanz

Como los antiguos gobernantes recibían a sus héroes, así hacía a primera hora del sábado el regidor iscariense, José Andrés Sanz González, y varios de sus concejales a Daniel Gimeno Hernansanz, un joven nacido hace 34 años en la villa, aunque criado en Murcia capital, donde su familia se trasladó por motivos profesionales del padre y donde, pese al regreso de los progenitores a la villa hace unos años, él ha continuado residiendo allí hasta que el pasado año, dada la delicada situación en la que puso a mucha profesiones la pandemia, decidiera embarcarse en la aventura de salir fuera de España en busca de oportunidades.

Fisioterapeuta profesional, especialidad de la que se formó en la Universidad Católica de Murcia, tras abandonar casi en el último año de carrera los estudios de Biología que había empezado, ponía rumbo a la ciudad portuaria griega de Volos el 24 de agosto del pasado año, en medio la pandemia por covid sin mucha idea de lo que allí podía esperarle, pero afrontando la experiencia como algo enriquecedor para su persona, como a la postre ha sido, trabajando en la preparación física de los jugadores del primer equipo del Volos New Football Club, que juega en la Súper Liga de Grecia, el equivalente a la primera división de fútbol española, hasta el final de temporada.

Y desde alli, ha recorrido casi 4.000 kilómetros atravesando una parte de la agreste geografía griega, la bota italiana de sur a norte, y la costa mediterránea francesa hasta adentrarse en España por la localidad gerundense de Rosas, hasta alcanzar su objetivo, pasando por tierras zaragozanas, sorianas, vallisoletanas y segovianas y llegar a Íscar. 44 días desde que partiera el 14 de mayo de Volos, con sus pertenencias más imprescindibles para este inusual viaje, de los cuales 40 han sido pedaleando de forma continua y cuatro jornadas de descanso.

Aunque la idea inicial era que el reto se prolongará durante más días y hacer todo el recorrido en bicicleta, bordeando el Mar Adriático, la situación por la covid en algunos de estos países dónde las restricciones y limitaciones de movilidad impuestas por sus respectivos gobiernos resultaban complicadas, le obligó a reordenar su primer plan de viaje obligándole a utilizar el ferry para atravesar esta paradisiaca zona del Mediterraneo.

Gimeno recuerda como las etapas más duras la del día 16 de mayo entre las localidades helenas de Monzaky hasta Argitea, por el gran desnivel del trazado, que casi estuvo a punto de perderse y, sobre todo, el sofocante calor; así como ya en tierras españolas, la etapa entre Zaragoza y Soria, la más larga de todas, y en la que empleó casi 8 horas por el fuerte vendaval (cierzo) y la insistente lluvia de cara.

Casi un mes y medio en los que han sido muchas vivencias y anécdotas que sin duda permanecerán muchos años en la memoria de Daniello Caracol Pro-Tour, como se le ha podido seguir en las redes sociales, de entre las que destaca la vivida en la localidad italiana de Siena, dónde llegó buscando un albergue u otro tipo de alojamiento y no logró encontrar nada abierto por culpa de la pandemia. «La casualidad quiso que una familia de origen marroquí residente allí desde hacía años en la ciudad Italia me indicaron y llevaron hasta un espacio público dónde poder montar mi pequeña tienda de campaña sin problemas, cosa que agradecí enormemente, si bien para mi sorpresa al cabo de un rato instalado volvieron a buscarme para ofrecerle el patio de su casa con el fin de no verse envuelto en un lio con los 'carabineri' dada la situación que se vivía por la pandemia. Y no solo fue la su patio lo que me ofrecieron, también al poder asearme y lavar mis pertenencias en su casa, así como compartir con ellos la cena y el desayuno antes de ponerme de nuevo en ruta».

Daniel Gimeno Hernansanz no duda en marcarse nuevos retos de cara al futuro, aunque lo más inmediato será volver a poner rumbo a otro país, que sin asegurar todavía nada podría ser Francia.

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