Un pueblo para visitar, para emprender, para vivir

La pandemia ha puesto en valor la vida en el medio rural, con sus grandes distancias, tranquilidad, silencio, historia, patrimonio, tradiciones, gastronomía y naturaleza como sus principales señas de identidad; motivos sin duda de suficiente importancia para atraer turismo, pero también para iniciar una vida diferente e incluso para animar al emprendimiento. Todas esas potenciales virtudes ofrece en estos momentos la localidad de Castromonte, ubicada en un entorno natural privilegiado a orillas del río Bajoz, en el corazón de los Montes Torozos, atractivos a los que suma la inestimable cercanía respecto a la capital, Valladolid.

«Como muchos otros de esta noble Castilla, durante muchos años olvidados a su suerte, en unos pocos años, Castromonte se ha transformado en uno de los pueblos de nuestra provincia más atractivos para visitar o incluso para vivir, por su cercanía a la ciudad de Valladolid», destaca el alcalde castromontino, Heliodoro de la Iglesia, quien explica cómo «hoy día, cada vez somos más conscientes de la necesidad de preservar y de difundir nuestro patrimonio más cercano, llevando consigo un cambio de paradigma, en el cual el patrimonio cultural y natural ha dejado de ser calificado como pasado, para convertirse en un elemento de presente y futuro con amplias posibilidades» asegura el presidente de la Corporación municipal.

La puesta en valor de su patrimonio, la adecuación de los espacios, así como el acondicionamiento de su entorno para mejorar su accesibilidad son la piedra angular para la vertebración y el desarrollo de proyectos de turismo rural de calidad, sostenible en el tiempo y capaz de generar modelos de emprendimiento efectivo. Además, las inversiones eólicas realizadas en esta comarca y una buena gestión municipal han provocado que Castromonte sea en la actualidad un pueblo con mucho futuro donde sus vecinos vean mejorada su calidad de vida, lo que supone una invitación para atraer habitantes como la mejor forma de hacer frente a la España vaciada. Algo a lo que sin duda contribuirán las parcelas de terreno que el Ayuntamiento sacará en breve a subasta con el fin de que se construyan viviendas como una forma de fijar población.

El regidor recuerda que son muchos los proyectos que se han realizado, y sus inversiones se han hecho realidad en diferentes campos afectando a todos los intereses del pueblo y de sus vecinos, desde la construcción de una circunvalación, el acondicionamiento de senderos como la senda de Los Frailes, que introduce al espacio natural del pantano entre Castromonte y la Santa Espina, hasta la compra para la iglesia de un órgano musical en Alemania, o, más recientemente, la puesta en marcha de un reloj en el campanario con el clásico tañido de las campanas que marcan las horas.

Entre los proyectos que están en marcha y se encuentra muy avanzados hay que destacar la construcción de la piscina municipal, que se engloba dentro de un edificio singular que combina la piedra en las paredes con un tejado modernista en un conjunto que ha diseñado el prestigioso arquitecto Óscar Miguel Ares. Sin duda es la mejor muestra de un municipio que mira al futuro con optimismo.

Mucha ilusión depara este pueblo que en unos días celebra la festividad de su patrón, San Clemente, que, por las circunstancias de la pandemia se limitará este año a una misa el día 23 de noviembre.