Nava del Rey ilumina su 'skyline'

La iglesia de los Santos Juanes de Nava del Rey, el edificio más importante y uno de los más antiguos del municipio, protegido como Bien de Interés Cultural (BIC) desde 1931, estrena iluminación seis siglos después del inicio de su construcción. Nava del Rey enciende así su 'skyline', aunque el proyecto no ha llegado a alcanzar la cúspide de la torre del templo, de casi 60 metros de altura y visible a kilómetros de distancia, «porque podría ser peligroso», explica la alcaldesa de la localidad, Blanca Martín.

Los colores de la iluminación fueron decididos tras numerosas pruebas. Los navarreses han dedicado muchas horas de miradas al cielo para decidir cómo la querían: monocolor, cromática, anaranjada….. «Al final nos hemos decidido por la luz blanca en el interior y más amarilla en el exterior, buscando el contraste y el resalte de la belleza natural de la piedra», explica la alcaldesa.

Desde ahora, la iglesia de este municipio de tierra del vino, sus calles aledañas, Plaza España y la Casa Consistorial transforman su horizonte nocturno con la nueva iluminación ornamental, un trabajo ejecutado por la empresa Andrés Pérez Electricidad bajo la dirección del ingeniero Ricardo Vegas Garijo. El coste asciende a 39.818 euros, de los que 8.768 han sido aportados por el Ayuntamiento de la localidad y 31.050 por la Asociación de Desarrollo Rural Ruta del Mudéjar. A esta cifra se suman los 110.103 euros destinados a la sustitución de farolas en el casco urbano, una obra cofinanciada al 50% por el Ayuntamiento de Nava del Rey y el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDEA).

La nueva iluminación fue anunciada con el lenguaje de campanas de la mano de la Asociación de Campaneros Zamoranos, que ofreció una exhibición de repiques y toques durante la inauguración, en la noche del sábado, a la que asistieron miembros de la Corporación municipal, autoridades locales de la comarca, así como representantes de la Asociación Ruta del Mudéjar y del Arzobispado de Valladolid.

El sonido que emanaba desde el campanario de los Santos Juanes anunciaba a los vecinos que estaban de enhorabuena y recordaba que hubo un tiempo, que en la era de WhatsApp se antoja lejano, en el que las campanas anunciaban si había misa, funeral o tormenta.

«Aquí mismo nací, en esta casa con un balcón que mira a la torre, y hoy estoy muy contenta por lo bonita que me la han dejado», afirma Rosario Rodríguez. Esta sensación se refleja también en el rostro de los vecinos que se han acercado a la inauguración. Los navarreses están orgullosos de su emblemático 'faro', «una seña de identidad que, en cuanto la ves, avisa de que estás en casa», señala Blanca Martín, quien avanza que «se está trabajando por hacer visitable el campanario para que pueda disfrutarse de unas vistas privilegiadas del municipio».

Levantado entre los siglos XVI y XVIII, el templo, obra de los arquitectos Rodrigo Gil de Hontañón, Felipe de la Cajiga y Alberto Churriguera, atesora en su interior obras de los escultores Gregorio Fernández, Alejandro Carnicero o Luis Salvador Carmona, entre otros.

La nueva iluminación supone un paso más en la puesta en valor de la iglesia parroquial y su entorno más próximo, y se suma a las inversiones realizadas en la última década en el templo para restaurar el órgano y en la cubierta del templo y el campanario, entre otras.

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