Nava del Rey: el espacio más barroco de la provincia

La elaboración de vinos añejos o rancios y su actividad exportadora, junto con las principales capitales de provincia de la cornisa cantábrica, posibilitaron que la época dorada de los vinos en Nava del Rey (siglos XVII-XVIII) proporcionara un importante desarrollo económico que se tradujo en la construcción de multitud de casonas, ermitas, conventos e iglesias.

No obstante, sin duda alguna el máximo exponente de esta pujanza es el templo parroquial de Los Santos Juanes. Más conocido como la Giralda de Castilla, este inmueble sacro, situado en el corazón del municipio es el resultado de diversas intervenciones realizadas en multitud de arquitectos por lo que los visitantes que lleguen a este templo podrán observar diversos estilos, como el gótico en su cabecera y capillas laterales, el renacentista en la nave central o el barroco en la sacristía y en el campanario. Este último abrirá al público para visitas guiadas en próximas fechas tras ser sometido a una rehabilitación integral.

Aparte de su magnífica arquitectura exterior, los Santos Juanes posee un retablo mayor diseñado por Francisco de Mora y Francisco Velázquez con esculturas de Gregorio Fernández, pero sin duda alguna su principal joya es su espacio barroco con el órgano, restaurado en julio de 2015 y la sillería del coro realizada en madera de nogal y decorada con motivos vegetales.

Tras conocer este reducto barroco, los visitantes pueden contemplar otros bienes del mismo estilo, como es la ermita de la Vera Cruz, que guarda varias esculturas de Jesús de Nazareno y un Ecce Homo. La ruta barroca se completa con el Hospital de San Miguel, la Ermita de Nuestra Señora de la Concepción y el máximo exponente del patrimonio de la localidad, que es la escultura del Cristo del Perdón de Luis Salvador Carmona, propiedad de las Hermanas Capuchina de los Sagrados Corazones.

La riqueza artística de la localidad se puede apreciar a simple golpe de vista en la proyección de sus anchas calles porticadas. Sobre ellas se levantan multitud de casonas con zócalos de sillería, blasones en fachadas y balcones con cancelas. Estas viviendas diseminadas en el primer anillo del casco histórico de la localidad, y que muestran lo que era la zona aristocrática del municipio, cuentan en su subsuelo con una compleja red de laberintos que conservan el patrimonio más oculto, es decir, sus bodegas.

Con una cifra que supera las 400 bodegas subterráneas, la localidad de Nava del Rey apuesta por este patrimonio y a partir de esta primavera se podrán visitar la bodega de la inquisición y la de la casa de los maestros.